Poner Limites

Los límites emocionales nos capacitan para protegernos y nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos. Por lo tanto, nos ayudan a relacionarnos con los demás. El poner límites nos ayuda a asegurarnos de que nuestro comportamiento es apropiado e impide que ofendamos a los demás o seamos abusados. Si hemos establecido límites normales, nos damos cuenta cuando estamos siendo maltratados. La persona que no ha puesto límites no se da cuenta de que está siendo abusada física, emocional o intelectualmente.

Tener y fijar límites sanos es importante en todas las areas de nuestra vida y ayuda en el aumento de la autoestima, en el manejo de sentimientos y en el aprender a amarnos y valorarnos realmente. Los límites surgen desde lo profundo de nuestro ser. Tienen relación con el cese de los sentimientos de culpa y de vergüenza, y con el cambio de nuestra creencia respecto de lo que merecemos.

La manera de comenzar a establecer o reconstruir nuestros límites emocionales es prestarles atención a nuestros sentimientos de verguenza. Si la sentimos con ciertas personas, es necesario preguntarnos si nuestros límites están siendo violados y examinar nuestros sentimientos para poder saberlo. De ese modo conoceremos su origen y aprenderemos a establecer límites.

Es oportuno regalarse a uno mismo espacios personales en donde puedas reflexionar algunas cosas sobre ti mismo; por ejemplo...

• ¿Qué necesito hacer para cuidar mas de ti mismo?

• ¿Qué te hace enojar?

• ¿De qué estás harto?

• ¿En qué no confías?

• ¿Qué no te parece bien?

• ¿Qué te pone incómodo?

• ¿Qué quieres?

• ¿Qué necesitas?

• ¿Qué no quieres ni necesitas?

• ¿Qué te gusta?

• ¿Qué te hace sentir bien?

Cuando comenzamos a establecer límites a veces encontramos oposición en los que están más cerca de nosotros, especialmente aquellos que violaron nuestros límites. Quizás hasta nuestra relación con ellos se deteriore temporalmente. Sin embargo, con el tiempo, según vayamos sanándonos, probablemente nuestras relaciones mejorarán. Nadie más que nosotros mismos puede establecer los límites que necesitamos tener. La responsabilidad total por hacerlo la tenemos cada uno de nosotros, individualmente.

El cuidar de uno mismo nunca nos aparta de lo que es nuestro mayor beneficio; nos conduce a ello. Aprende a nutrir esa voz interior. Podemos confiar en nosotros mismos y cuidar de nosotros mismos. Nuestra guía es interior y siempre está presente. Escucha esa guía, confía en ella y cultívala. Si supiéramos que es más sabio y capaz de lo que tú has podido imaginar te darías cuenta que tienes en tu elección la decisión de poner o no limites a las circunstancias que te afecten o perturben en tu vida.

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