Limites
Enviado por tereqb • 25 de Junio de 2013 • Tesis • 1.387 Palabras (6 Páginas) • 283 Visitas
Apoyo a padres: “Limites para mis hijos”
a. ¿Cómo establecer límites?
b. Sugerencias para establecer limites
¿PORQUÉ SON NECESARIOS LOS LÍMITES?
• Para que el niño se siente seguro y protegido.
• Para que las normas que pongamos ofrezcan una estructura sólida a la que aferrarse y con la cual tener una referencia.
• El niño ve que los padres son fuertes y consistentes y se sentirá mucho más inclinado a identificarse con ellos.
• Ayudan al niño a tener claros, determinados criterios sobre las cosas y son referencias constantes.
• Enseñan al niño que debe renunciar a veces, que debe aceptar el no y es una forma de enseñarle a enfrentarse luego a las frustraciones de la vida.
• El niño aprende con base a valores como: orden, respeto, tolerancia.
Los niños necesitan que como padres les establezcamos los límites para que ellos puedan reconocer y respetar los límites de otras personas. Sino no sabrán distinguir claramente lo que deben o no hacer, lo que está bien y mal.
Al poner límites, les enseñamos a cumplir las normas, un orden y un respeto, siempre desde el afecto y la congruencia. Los límites le enseñan a organizarse y a tener buenos hábitos que serán un valor seguro para su vida.
¿CÓMO SE DEBEN PONER LOS LÍMITES?
Imponer límites no es fácil. Lo lógico es que tengamos que ir enfrentándonos a muchas discusiones y al hecho normal de que el niño se saltará muchas veces esos límites hasta que aprenda. Lo lógico es que desde pequeño, ya desde los tres años, el hecho de ir separándose de los padres, de ir evolucionando, marque el que el niño desafíe muchas normas. El período de oposición empieza con el “no” de los tres años, y la crisis más importante se presentará en la adolescencia. Es normal que el niño quiera probar, con su actitud y conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si se sobrepasa el límite marcado. Es, en ese momento, cuando hay que mostrarse firmes, pues si se cede, después costará mucho más retomar el respeto por las reglas.
Veamos unas normas elementales.
• Los límites se deben poner desde pequeños. En ocasiones es más fácil ceder a sus rabietas pero el niño debe saber que él no es no. Es una forma de ir educando la voluntad, el pequeño aprende lo que puede y no puede hacer, porque sus padres mantienen el límite con afecto pero con firmeza. El enfrentarse siempre a la misma situación con la misma reacción paterna hará que el niño interiorice la norma.
• Los límites deben ser adecuados para su edad. No podemos pretender que un niño de cuatro años recoja todos los días su cuarto, o que un adolescente vuelva a casa a las ocho, como cuando tenía 12 años. Los límites deben ir adecuándose a la etapa evolutiva del niño
• Los límites deben ser claros y precisos: Requieren una total compenetración entre los padres. Deben ser muy concretos porque así los niños lo entenderán mejor. No generales como “debes portarte mejor, tienes que ser bueno” sino “sabes que no se enciende la tele cuando comemos” o “recoge cuando acabes tus juguetes”. No son necesarios los discursos, son más eficaces las normas claras y sobretodo que el niño asuma lo que se le pide y porqué, sin demasiados rollos que le desvían del objetivo principal.
• Los límites deben hablarse, darles explicaciones, fijarlos de antemano, no dejarlos a la improvisación o al momento de rabia que tengamos, digamos que deben cumplir tres pasos: se habla, se les recuerda, hay consecuencias si no se cumplen. Pero debe hacerse desde la afectividad y el cariño. Si le obligamos a respetar ciertos principios nosotros debemos dar ejemplo, nosotros somos los modelos de identificación en los que el niño se va a fijar. No podemos castigarle por gritar o ser violento, si nosotros perdemos el control continuamente ejemplo: dar golpes en la mesa. O decirle que no se debe mentir y decirle, “ esto no se lo decimos a tu padre”...se debe formar con hechos no con palabras.
• Procurar darle opciones: Eso hará que le resulte más fácil cumplir las normas. La
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