Prejuicios Y Discriminación
Enviado por suhemares • 22 de Octubre de 2013 • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 841 Visitas
Prejuicio y discriminación
SEGÚN LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN SU Art: 1
"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”
Pese a éstos elevados ideales, el prejuicio y la discriminación, sigue plagando a la humanidad, lo que no sólo es reflejo de los tiempos en que vivimos sino también de la imperfección del ser humano.
Se dice que la mejor arma para combatir el prejuicio es la Educación. La buena educación, nos ayuda, por ejemplo, a conocer la raíz del prejuicio, a examinar nuestras actitudes, de manera más objetiva y a saberlo afrontar cuando somos víctimas de él.
Cada ser humano, al tomar o asumir su propia responsabilidad y emplear su libre albedrío. Debe obedecer a sanos criterios fundados en la razón, en la solidaridad, en el respeto, la tolerancia, en la justicia, sobre todo la justicia divina, cual se apoya en argumentos bien fundamentados en las Sagradas Escrituras.
La base de la discriminación suele encontrarse casi siempre en los estereotipos, que son creencias, ideas y sentimientos negativos o positivos hacia ciertas personas pertenecientes a un grupo determinado.
La información que contienen los estereotipos es la siguiente: Por ejemplo
Información acertada pero exagerada.
Por ejemplo, los hombres son, efectivamente, más agresivos que las mujeres, pero estas diferencias son bastante pequeñas, aunque tiendan a verse como mayores y sólo se dan en la agresividad física, no habiendo diferencia en la verbal.
Definición etimológica de prejuicio
Un prejuicio es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna cosa de forma anticipada, es decir, antes de tiempo; implica la elaboración de un juicio u opinión acerca de una persona o situación antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real. Consiste en criticar de forma positiva o negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos. Es una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una forma de pensar íntimamente relacionada con comportamientos o actitudes de discriminación.
En el campo de la psicología, un sesgo cognitivo es una distorsión (distorsión cognitiva) en el modo en el que los seres humanos perciben la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.
Orígenes del prejuicio
El prejuicio, en definitiva, es una característica humana que tiene sus orígenes en aspectos muy variados, tanto en condiciones psicológicas (cognitivas), como en características del medio en el cual la persona se desenvuelve (sociales - culturales). Si bien existen distintas explicaciones (algunas ya obsoletas), ninguna alcanza por sí sola para dar cuenta suficientemente del fenómeno, por lo que se hace necesario considerar varias para entenderlo; de ahí su complementariedad.
Teorías tradicionales.
Existen algunas teorías tradicionales que explican el origen del prejuicio. A inicios del siglo XX surgieron algunas publicaciones según las cuales los prejuicios de grupos de raza aria hacia las demás eran producto de "la superioridad mental de la raza blanca" Posteriormente y, a la luz de estudios interdisciplinarios de tipo médicos, antropológicos y psicológicos, se comienza a explicar el prejuicio como una respuesta primitiva de los grupos, y no necesariamente basada en la realidad.
Entre 1930 y 1940, el momento político y social que vivía Europa influyó enormemente en los movimientos teóricos, surgiendo una nueva posición según la cual, el prejuicio era una patología basada en la personalidad. El autor, Adorno, concluyó que la base del prejuicio era la personalidad autoritaria. Según la teoría de la personalidad autoritaria o intolerante, los prejuicios son una expresión de la perspectiva desconfiada y rígida que tienen algunas personas de la vida (Morris y Maisto, 2001), siendo estrictos seguidores de las reglas sociales y las jerarquías de la época.
La teoría de la frustración se basa también en la idea de que existe un componente personal en el prejuicio. Plantea que el prejuicio es el resultado de frustraciones que el grupo ha vivido, volcando temores e inseguridades del propio grupo hacia otros. Existen algunos estudios interesantes que plantean que, en épocas de crisis económica, algunos grupos excluidos desahogan su ira a través de actitudes prejuiciadas y conductas discriminatorias hacia aquellos que se encuentran en una "escala social" menor o en situación de mayor vulnerabilidad (Morris y Maisto, 2001).
Socialmente, el prejuicio también está ligado con un conflicto de intereses (real o potencial). De alguna manera, el prejuicio también permite una preferencia en el acceso a oportunidades, dando prioridad al grupo interno antes que a los otros. En estos casos, la discriminación puede beneficiar al grupo que discrimina. Este tipo de sentimiento ha servido de justificación, por ejemplo en Estados Unidos o en España, a la discriminación de los foráneos, en el sentido en que su presencia en el país disminuye las oportunidades laborales de sus pobladores.
Teorías modernas.
Según teorías explicativas más modernas, el prejuicio tiene entre sus orígenes sociales más básicos la necesidad de diferenciarse del otro. Desde el momento en que surge la conciencia de que existen personas distintas a uno y grupos distintos al propio, se inicia el proceso de diferenciación.
El concepto de categorización social es el proceso por el cual las personas organizan su medio, de manera elemental, diferenciando por características esenciales a quienes se parecen a uno y a quienes son distintos. Las personas suelen agruparse de acuerdo a ciertas características y dejar de lado a otros individuos, con los cuales no se identifican. En esta selección natural no necesariamente existe una mala disposición o actitud frente al otro grupo, sin embargo, de toda maneras existe una visión más positiva de lo propio versus una actitud neutra hacia el grupo ajeno. A esto se llama sesgo de grupo, aunque no llega a ser prejuicio por no tener una connotación negativa (Gerrig y Zimbardo, 2005); sin embargo, constituye un aspecto esencial en la explicación del prejuicio.
En definitiva, la necesidad de reafirmación de la autoestima del grupo ha impulsado el origen y mantenimiento de los prejuicios. Históricamente,
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