Prevención del Buylling

¿Qué puede hacer la familia?

La autora afirma, que la base del bullying en algunos a casos, es el ambiente familiar. Si en casa, nos referimos con suma violencia verbal a los inmigrantes, a compañeros de trabajo o a otras personas, estamos fomentando a nuestros hijos a mirar con soberbia y con sentimientos discriminatorios. Lo más probable que ese niño criado en ese espacio, el día de mañana crea etiquetas, en un ambiente donde según él, se sienta superior, y clasifique a las personas según su aspecto. Los padres, algunos, saben que su hijo está en escenas de bullying en el patio escolar a través de cualquiera de los roles (hostigador, hostigado, público que se calla pero que sabe la situación), están consintiendo tan solo con el silencio. En cambio, si le enseño al niño, a ponerse en el lugar de la víctima y como le afecta de muchas maneras a esa niño. Estaría cambiando el futuro de muchos niños, con tan solo hablar con mi hijo.

La prevención del Bullying en la familia debe ser continua; no debe consistir en una charla aislada antes de que comiencen  las clases ni en un sermón ocasional cuando nuestros hijos se mandan alguna macana.

Los chicos incorporan y asimilan mucho más lo que ven en los adultos que lo que escuchan. Es muy común que ellos expresen sorpresa e incluso rabia cuando detectan incoherencias entre el discurso y la acción de sus padres o docentes. Por ejemplo: “a mí no me dejan usar el celular en la mesa, pero mi mamá vive atendiendo a sus amigas cuando está comiendo”.

Para que los chicos no se vean involucrados en situaciones de bullying, debemos transmitirle equidad, justicia e igualdad de derechos desde nuestro actuar cotidiano.

Que los adolescentes vivan convencidos que lo que nos iguala a todos es la necesidad de ser reconocidos en nuestra esencia y originalidad, que como seres únicos que somos, únicos serán nuestros pensamientos, deseos e ideales.

Enseñemos a convivir….conviviendo, enseñemos a resolver conflictos, resolviéndolos.

Cuando hay situaciones difíciles en la familia y los chicos ven que sus padres se ocupan, reflexionan, sugieren, se escuchan, mantienen su privacidad, si gritan piden disculpas, si lloran se calman y si se enojan luego pueden abrazarse…. Aprenden a hacerlo.

También dice la autora que hay juegos y actividades que refuerzan valores. Una propuesta es jugar al “Qué harías si…”

…Te invitan a un cumpleaños en el que se tiran a la pileta y no sabes nadar?

…Te perdés en la calle y nadie te ayuda?

La idea es proponerles a los chicos situaciones hipotéticas que los ayuden a reflexionar acerca de los códigos sociales, su comprensión y necesidad para que puedan mirar de otra manera las situaciones cotidianas en el lugar de “ no saber”, de necesitar a otro, sentirse “afuera de”, eso permite pensar al chico cómo se siente otro compañero  nuevo en la escuela. Estas propuestas están pensadas para los más pequeños.

El desafío con los adolescentes es mayor por los cambios en la adolescencia (rebeldía, quieren fama, son inquietos, pueden todo, autonomía).

Debemos como docentes jugarnos, involucrarnos, poner en palabras lo que uno cree que está bien o mal.

PREVENIR el BULLYING implica educar seres empáticos, la empatía permite ponernos en el lugar del otro, es fácil hacerlo con nuestros amigos, el problema aparece cuando el otro piensa completamente lo contrario, ahí es difícil empatizar.

En una sociedad como la actual tan competitiva e individualista, el esfuerzo es doble, tenemos que lidiar permanentemente con otros valores que tienen mucha prensa, por ej: en la tv algunas personas buscan fama exponiéndose, la publicidad impone la insatisfacción permanente; los objetos son descartables y a veces los vínculos también, un use y tire.

Hoy en dia nos encontramos con niños acelerados, inquietos, ansiosos y pocos tolerantes. Dentro de los vínculos entre niños y adolescentes aparecen el materialismo, la competencia por la mirada de los otros, el desprecio. Estas cosas forman parte del bullying y es ahí donde se debe trabajar con la empatía, coherencia, se debe trabajar con la comunicación asertiva.

Asertividad significa, poder defender los propios derechos sin agresividad. Defender los derechos de uno se relaciona directamente con aceptar que el otro tiene los mismos derechos, una persona asertiva no necesita gritar ni manipular a los demás.

Esto no es fácil vivimos en un mundo de solución rápida, no se evalúan las consecuencias a mediano o largo plazo. El individualismo nos transforma en seres agresivos. La asertividad se enseña, se puede proponer como forma habitual de vincularse.

Los niños hostigadores suelen ser agresivos y los hostigados pasivos, si son asertivos podrán resolver situaciones con fluidez y calma.

 La autora señala que Otros factores importantes a la hora de prevenir conductas son los límites; cuando hablamos de esto, nos referimos, con saber hasta dónde uno puede llegar y en dónde uno puede apoyarse, los limites señalan el camino, bordean el territorio para dar seguridad y contención.

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