Procesos básicos I

Actividad Nº 1

Mónica A. Fontenla

Lic. en Psicopedagogía, Universidad Kennedy

49103: Procesos Básicos

Laura Raquel Astarita

3 de noviembre de 2020

Introducción

Los procesos básicos son indispensables para la vida de un sujeto y su conexión con su entorno. Estos representan los cimientos y el armazón sobre el que vamos construyendo nuestra propia vida. Todos y cada uno de los procesos cognitivos que llevamos a cabo son fundamentales a la hora de lograr nuestra adaptación al medio social, e incluso nuestra supervivencia, a través de su influencia en la conducta. Es posible observar que en el procesamiento de la información tiene una gran importancia la activación emocional, ya que contribuye a dotar a la experiencia de una significación y resulta fundamental a la hora de procesar la información y valorarla (Mestre y Palmero Cantero, 2004).

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Figura 1. Elena Ospina. Ilustración recuperada el 1 de noviembre de 2020 de

https://www.elcolombiano.com/tendencias/asi-es-como-la-mente-conoce-el-mundo-YD8476302

Para comenzar a desarrollar la temática presentada en la introducción, observaremos la figura 1. A partir de ella, podemos inferir con el aporte de  Mas Colombo y Col. (2011), que el flujo de información del medio ambiente captado por los sujetos se debe al proceso de percepción, todos los estímulos capaces de ser captado por los sentidos que generan una respuesta y donde se produce un registro interno. De esta manera nos encontramos con la sensopercepción que es uno de los procesos básicos más importantes, porque nos ofrece la capacidad para desenvolvernos en nuestro ambiente.  Esto implica hablar de sentidos externos o sensoriales (vista, oído, gusto, olfato y tacto) y de sentidos internos o sensitivos, como la cenestesia y kinestesia (propiocepción). Serán los encargados de llevar la información al cerebro. Además, debemos agregar la percepción intrapsíquica, que nos permite dar cuenta de aquello que sentimos o pensamos.

El elemento primario es la sensación, innata; producto de la acción de un estímulo sobre el órgano sensorial, la que posteriormente será registrada en la conciencia y convertida en percepción.

“Todo lo registrado sensorialmente adquiere sentido y significación de acuerdo a nuestra experiencia previa y a nuestras posibilidades. Es decir, que la sensación no concluye con el registro en los centros corticales, sino que es sometida a elaboraciones psíquicas a través de las cuales se convertirá en percepción. Es entonces cuando la impresión sensorial es comprendida y conocida” (p.22).

Ahora bien, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de procesos?

Si bien hay varias definiciones, Gil Navarro, A. (2007) expresa que la motivación, atención, percepción, emoción, aprendizaje, imaginación, memoria y pensamiento son los conceptos que la psicología utiliza para referirse a eventos que ocurren en el organismo cuando se está realizando  cualquier acción. La conducta es compleja y está determinada por estímulos y respuestas observables y por variables mediadoras internas que no se ven; es decir por los procesos psicológicos que constituyen parte esencial de la vida psíquica.

De acuerdo a lo mencionado, el autor caracteriza a los procesos como variables, entendiéndose  como cambiantes y dinámicos, aunque existan algunos contenidos permanentes como la memoria y/o algunas propiedades constantes en la inteligencia. Como dijimos que no se pueden ver, se infieren a través de los efectos que producen en la conducta. Como unidad interactúan entres sí, no existe ningún proceso aislado, independiente de los demás. Poseen un carácter activo y dinámico lo que implica por un lado, un cambio de un estado a otro; y un cambio de respuesta (conducta) al adquirir nueva información en cada experiencia. Su finalidad adaptativa, conlleva a promover el funcionamiento adecuado del individuo en su medio y su naturaleza subjetiva, definirá que cada sujeto, perciba, reaccione, piense, etc., según su estructura psíquica; de acuerdo a las experiencias vividas y a las situaciones sociales en las que se ha desarrollado.

En relación a lo expuesto, el autor refiere que a partir de las relaciones entre los procesos y la conducta se establecen cuatro tipos de procesos: los desencadenantes serían los procesos que inician actos o secuencias de actos. La motivación y la atención permiten iniciar una reacción. Los procesos resultantes, son efectos de la acción, de la conducta. Procesos direccionales y de mantenimiento, permiten cumplir las metas, orientando y manteniendo a la conducta para alcanza el objetivo. Motivación, atención y percepción son ejemplo de este tipo de proceso. Un mismo proceso puede desempeñar las tres funciones, descriptas. Por último, los procesos disposicionales, latentes a activarse en cualquier momento para originar, mantener o ser un resultado de la conducta.

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