Psicologia En El Adulto Mayor
cynhia31 de Marzo de 2012
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INTRODUCCION
A través de la vida en el desarrollo de la personalidad de todo individuo, surgen una serie de cambios que proporcionarán características especiales en el funcionamiento psíquico de cada una de las etapas que pasará. Tenemos entonces que el adulto mayor, que presenta rasgos específicos de acuerdo a ciertas condiciones biológicas, psicológicas y sociales, podrá ser comprendido utilizando como instrumento nuestro saber psicológico.
Los cambios biológicos y sociales, en interacción con la propia personalidad del individuo, perfilarán la transición hacia el establecimiento de un nuevo equilibrio; situación que consideramos con un proceso dinámico y de adaptación de éste. Como en otras etapas claves de su vida, la persona requerirá desarrollar un nuevo sistema defensivo, eficaz para el mantenimiento de su integridad psíquica.
La adultez mayor es una etapa del desarrollo del ser humano que inicia a los 60 años y termina en el momento en el que la persona fallece, y se caracteriza por ser un periodo de grandes cambios en todas las áreas de funcionamiento (OMS, 2006).
Sin embargo, es preciso decir que aunque en América latina hay acuerdos con relación a la perspectiva del adulto mayor, las concepciones de este varían de acuerdo con la cultura de cada país, el momento histórico, la clase socioeconómica o la raza (Aranibar, 2001).
De esta manera los cambios a nivel biológico en la adultez mayor son identificados como “fracasos normativos de adaptación que finalmente produce un declive en el organismo” (Colegio Oficial de Psicólogos,2003), que lleva al origen y mantenimiento de un sinnúmero de patologías, entre ellas las más comunes son la hipertensión arterial y la diabetes(Duras Uribe-Rodríguez Molina, Barco & González, 2006). A nivel psicológico, la persona en esta etapa de desarrollo atraviesa por un proceso de reflexión y comienza a contemplar su vida como un conjunto, que lo lleva a evaluar la manera como ha vivido su vida (Rage, 1997; Uribe-Rodríguez, Buela-Casal, 2003).
A nivel social algunos de los hechos que impactan la vida del adulto mayor se relacionan con el temor por la pérdida de los seres queridos, la jubilación y con ella la inclusión social, la falta de actividades físico-recreativas y la disminución de la interacción social (Gallar, 1998; Uribe-Rodríguez, Buela-Casal, 2003).
CAPITULO I
MARCO CONCEPTUAL:
Antes de avanzar en el estudio de la psicología del adulto mayor sano, es necesario definir qué se entiende por adulto mayor.
Por fines legales, médicos, económicos y estadísticos se considera adulto mayor todo varón de 65 años o más, y a toda mujer de 60 años o más; en esta época de la vida, el proceso de envejecimiento, que según la Organización Mundial de la Salud se inicia desde la concepción y que finaliza con la muerte del individuo, se hace más evidente, trayendo consigo cambios tanto a nivel físico como en el ámbito psicosocial del individuo que hacen cada vez más difícil la adaptación del sujeto al mundo que le rodea.
Cambios Físicos:
Estos tipos de cambios son los más evidentes...basta con levantarse en la mañana y mirarse al espejo para darse cuenta del proceso de envejecimiento, de pérdida de la juventud, pérdida que es vivida con dolor, porque aunque el sujeto no quiera, no puede aislarse de una sociedad en que existe una sobrevaloración de la juventud y de todo aquello que se le relacione (el aspecto físico, por ejemplo), y que, en contrapartida, acumula todo tipo de estereotipos negativos respecto a los ancianos, los cuales son considerados como personas inútiles, sin fuerza, torpes y lentos, desmemoriados y con un nivel de inteligencia en constante declive, que de alguna manera deben ser marginados de la sociedad.
Sin embargo, es importante recordar que el ser humano evoluciona en su interior de manera diferente a como cambia su aspecto biológico, y por lo tanto, la etapa de adultez mayor y el proceso de envejecimiento no deben ser vistos como una etapa final en la vida del sujeto sino como una época de maduración y de evolución.
Corresponde mencionar a continuación, de manera sucinta, los principales cambios observados a nivel físico en los adultos mayores:
Cambios psicológicos:
Estos son los cambios que tienen mayor impacto en el sujeto. No porque los otros cambios sean menos importantes, sino porque además de las alteraciones psicológicas propias de esta etapa hay que sumar los efectos que tienen sobre la dimensión psicológica todos aquellos cambios físicos y sociales que vive el adulto mayor.
Primero se abordarán aquellas alteraciones psicológicas propias de un anciano sano, y luego se comentarán como influyen en su salud mental todos aquellos cambios físicos y sociales que vive el sujeto.
Dimensión psicológica:
Existen muchos mitos respecto a los cambios cognoscitivos que vive un adulto mayor.
Respecto al intelecto, mucha gente cree que el intelecto de los adultos mayores está en franco deterioro según éste avanza en edad: por ejemplo, un sujeto joven que olvida algo no genera mayores comentarios, pero el olvido en un anciano es la confirmación de la decadencia que éste vive.
Sin embargo, muchas investigaciones han demostrado que la pérdida de memoria relacionada con la edad no es tan general, tan representativa o tan severa como se suele pensar; existe un deterioro en cuanto a la velocidad del proceso cognoscitivo, por lo que la gente de más edad reacciona con menor rapidez, sus destrezas preceptúales y cognoscitivas son más lentas, pero la naturaleza ha provisto que hayan compensaciones, de modo que cualquier pérdida tiene efectos mínimos en la vida diaria.
Tomando como base el modelo del Procesamiento de la información, al parecer los adultos mayores son capaces de captar y conservar en la memoria sensorial un poco menos de información que los adultos jóvenes: en promedio tienen un ciclo de percepción un poco más corto, sobre todo cuando pasan dos informaciones a la vez.
Referente a la memoria a corto plazo, las investigaciones señalan que las diferencias entre los adultos jóvenes y los ancianos no es significativa; en cuanto a la memoria a largo plazo, las diferencias si aumentan: los ancianos son menos eficientes para organizar, repetir y codificar el material que se debe aprender; sin embargo, esta debilidad mejora con instrucción y práctica.
La memoria de los adultos mayores es selectiva y es mejor en las tareas de reconocimiento que de recuerdo.
La personalidad, en la senectud, se vuelve egocéntrica, debido principalmente a la resistencia al cambio, a su manera de ser conservadora y autoritaria, y a la necesidad de reafirmar su personalidad.
Influencia de los cambios físicos y sociales en el carácter psicológico del adulto mayor:
En la senectud se va adquiriendo una incapacidad de adaptación, tanto a los cambios biológicos y las limitaciones físicas, como a las nuevas condiciones de vida que supone el envejecimiento.
Desde el fin de la madurez, el individuo vive un periodo de crisis al enfrentarse a la aparición de algunas situaciones críticas, normales en esta etapa de la vida, pero que sin duda repercuten en su salud mental. Es importante recordar que el deterioro de las facultades mentales no es independiente de la forma en que el hombre acepta su vejez, y por eso influye su afectividad y emotividad.
Es por esto que quizás, el mayor reto de un anciano es poder enfrentar la pérdida de control; los cambios ocasionados por la jubilación, las enfermedades, los cambios en la imagen, los cambios financieros y la muerte de sus seres queridos pueden hacerlos sentir impotentes; cada uno de estos cambios no sólo significa perder algo, sino que también suponen un proceso de adaptación que será determinante en el sentimiento de satisfacción o insatisfacción de los ancianos respecto a sus vidas.
Analicemos algunas de estas situaciones:
Jubilación: algunos adultos mayores la consideran como el inicio de una época para disfrutar del tiempo libre, mientras que para la gran mayoría de los demás ancianos éste es un momento de estrés, una situación que supone una pérdida de prestigio y poder adquisitivo, descenso en la autoestima y/o una merma en el círculo social que le rodeaba.
Duelo: es una de las tares principales de esta etapa, ya que la mayoría debe enfrentarse a un sinnúmero de pérdidas, tanto de amigos como familiares; además, en esta etapa de la vida es muy importante lograr hacer un balance de la vida del sujeto y asumir la proximidad de la propia muerte.
Viudez: una de las duras realidades que se presentan en la tercera edad es la pérdida del ser con el que se ha compartido una larga etapa de la vida; la repercusión por la pérdida del cónyuge dependerá, sobretodo, del grado de dependencia que haya existido entre ambos. Agravando esta situación está la soledad que aparece entonces en la vida del anciano viudo, la que puede empeorar sus condiciones de vida.
Cambios físicos: cuya importancia va más allá del plano estético, sino más bien su influencia pasa por crear en el adulto mayor una sensación de que como es más débil físicamente, dependiente de terceros, más lento y torpe, ya no sirve, que es casi un estorbo, creencia que es apoyada por la actual sociedad que le rinde culto
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