Psicologia

INTRODUCCIÓN

Los cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve y conciso, un problema existencial. La maldad está siempre presente igual que la bondad, pero nunca en una sola persona sino en dos personajes diferentes.

En los cuentos de hadas el malo siempre pierde, de modo que la convicción que se transmite es que el crimen no resuelve nada y de esta manera es una persuasión mucho más efectiva que la enseñanza de normas morales.

El héroe es la figura más atractiva que favorece la identificación e imprimen en el niño las huellas de la moralidad con más fuerza que cualquier enseñanza.

Los personajes de los cuentos de hadas no son ambivalentes, es decir que no son buenos y malos al mismo tiempo, como somos todos en realidad.

Cenicienta es buena y las hermanastras son malas, ella es hermosa y las otras son feas, ella es trabajadora y las demás perezosas.

Esta particularidad ayuda al niño a comprender más fácilmente la diferencia entre ambos caracteres.

Las ambigüedades no deberían plantearse hasta que no se haya establecido una personalidad relativamente firme. De acuerdo a lo que antecede resulta interesante tener en cuenta la importancia que puede tener en los niños la oportunidad de conocer los antiguos cuentos de hadas que no todos tuvimos la oportunidad de conocer en el momento adecuado.

ANÁLISIS DE LOS CUENTOS DE HADAS EN RELACIÓN CON LA SEXUALIDAD INFANTIL Y COMPLEJO DE EDIPO.

Haciendo un análisis sobre el contenido expuesto por Bruno Bettelheim un psicoanalista que dio significados a las asociaciones que los cuentos de hadas representa en la sexualidad infantil, teniendo como punto de partida el complejo de Edipo con relaciones a la regresión y las pulsiones en la infancia.

Los cuentos de hadas son historias vivenciadas o imaginadas que son recreadas, transformadas para establecer contacto indirecto con la imaginación, es decir la fantasía, he aquí la fantasía funciona como un mecanismo de defensa donde el niño/ niña, lo utilizan de manera inconsciente para desplazar ciertas pulsiones sexuales, que no puede representarla de manera directa ante su realidad, por falta de conocimiento o prohibiciones externas.

En la temática de sexualidad infantil, se abarca el concepto del complejo de Edipo, donde el niño siente cierta atracción por su madre ´´Enamoramiento´´, de la misma manera pasa en (la niña - el padre). Esto sucede a partir de los 3 a los 5 años, cuando el niño entra en este dilema o situación suele rivalizar con la persona del mismo sexo, en este caso la niña rivaliza con la madre y el niño con el padre, centrado sus mayores deseos fálicos al sexo opuesto, se puede afirma que es en este instante donde el infante comienza a experimentar la ambivalencia, es decir la niña al rivalizar con la madre puede sentir odios, si esta al lado o cerca de aquel sujeto que le experimenta cierta sensación placentera, en su angustia de ser alejada de este momento la resistencia es mayor, y se podría evocar en situaciones; pero puede al mismo tiempo sentir amor cuando esta requiere del cuidado y dedicación que le puede brindar la madre a la ahora de satisfacer necesidades fisiológicas o sentirse en peligro.

En el cuento de caperucita roja, versión original, el lobo representa potencia, (fuerza) crueldad (regaños), masculinidad (hombre/padre); ´´características de un padre´´. Ella al encontrase con el lobo en el camino refleja una asociación como figura paterna; siendo que ya estaba advertida de no hablar con nadie y tener conocimiento que había un lobo malvado, al preguntarle el lobo a donde se dirigía, ella le contesta con la verdad, (esto se debe a confiar en el padre y no mentirle). El lobo se dirige y llega a la casa de la abuelita toca entra y se la come, el lobo se acuesta a tal como entro sin disfrazarse, a llegar caperucita entra y al ver al lobo se mete a la cama con el, esto se entiende que al llegar a casa y no encontrar a la abuela (madre), y solo el lobo (padre) en cama se siente su dueña activa al máximo la pulsiones y sin mediar distancia acude tras sus deseos edipicos, entrado en la cama y haciéndole preguntas para reafirma su situación o escuchar algo que posiblemente ya sabia.

´´Al principio del periodo edíptico, parece natural e inocente el querer sustituir al progenitor del mismo sexo con el fin de poder amar al del sexo contrario, pues un hay sentimiento de culpabilidad alguna. Los conflictos edípticos, que aparecen al finalizar el estadillo de desarrollo, hacen que el niño adquiera un valor de sí mismo en el que se ve como un ser que no se merece el cariño de sus padres puesto que sino estos no le habrían frustrado ni criticado por lo que entiende que debe ser un error suyo. Todas estas incertidumbres crecen y se hacen más profundas al desarrollarse socialmente, puesto que se ve obligado a cumplir normas, actuar contrariamente a sus deseos, cumplir exigencias, etc.

Estas últimas son generalmente propuestas por los

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