Psicología Y Promoción

Psicología de la Gestalt

La palabra Gestalt proviene del verbo alemán gestalten que significa formar, crear, trazar, estructurar, etc. Este verbo también es considerado como el plural de la palabra, la cual carece de traducción literal exacta al castellano; sin embargo, en muchos libros de psicología la han traducido como “forma”, pero no acaba de ser del todo fiel a la acepción original, debido a que la palabra “Gestalt” también podría traducirse como figura.

La primera persona en introducir este término fue el filósofo australiano Christian von Ehrenfels (1890), el cual fue el encargado de formular la teoría de la Gestalt y que, según esta, la mente tiene la propiedad de percibir el todo por encima de sus componentes corroborando el aforismo de que “el todo es más que la suma de las partes”.

Asimismo, podría decirse que Gestalt a fin de cuentas sería: 1) La forma o figura de una cosa, 2) El modo como está configurado o conformado en el sentido de colocación o distribución de sus partes, y 3) La estructura o apariencia resultante de dicha conformación. Así, podríamos hablar de la Gestalt de algo o de alguien, y decir que es redonda o circular, esbelta o delgada, o referirnos con ello al modo en que ha sido confeccionado o dispuesto.

Ahora bien, la psicología de la Gestalt es un corriente de la psicología moderna surgida en Alemania a principios del siglo XX. Se trata de una <<psicología científica que se ocupa del estudio de la conciencia humana con métodos experimentales. Para los gestálticos, al igual que para los primeros psicólogos modernos, el objeto de estudio de la psicología lo constituye la experiencia, los procesos mentales y los sucesos conscientes.>> (Libro: Historia de la psicología, pág. 251)

Por lo demás, el núcleo de esta gira en torno a lo siguiente: la percepción humana no es la suma de los datos sensoriales, sino que pasa por un proceso de reestructuración que configura a partir de esa información una forma, una gestalt, que se destruye cuando se intenta analizar, y esta experiencia es el problema central de la psicología.

Frente a una realidad que es física y objetiva, interesa la experiencia de dicha realidad por parte del sujeto, que es psíquica y subjetiva. Ahora bien, las peculiaridades de esta psicología estriban justamente en sus planteamientos acerca de la naturaleza de esta experiencia consciente, y acerca del modo de estudiarla. Y plantea el estudio de “fenómenos mentales” no susceptibles de análisis, considerando que su naturaleza es esencialmente unitaria y global.

Como tales, están configuradas de una forma específica, que resulta imposible descomponer sin desvirtuarla, ya que constituye un aspecto o rasgo esencial con que se muestra. La experiencia consciente es pues “experiencia fenoménica”. Es por ello que implica un retorno a la percepción ingenua, a la experiencia inmediata, no viciada por el aprendizaje. De ahí surge la relación estrecha con el aprendizaje por Insight.

La Gestalt rechaza los principios del asociacionismo, en la medida que este considera el conocimiento como una suma de partes pre-existentes. Por el contrario concibe que la unidad mínima de análisis es la estructura o globalidad.

También abarca dos tipos de pensamientos: el productivo que implica el descubrimiento de una nueva organización perceptiva o conceptual con respecto a un problema, reflejando una comprensión real del mismo, y el reproductivo que consiste en aplicar ciertas destrezas o conocimientos adquiridos con anterioridad a situaciones nuevas.

Así como está el aprendizaje por insight, también está la reestructuración por insight. ¿Cómo se produce la reestructuración? Los gestaltistas creen que esta tiene lugar por insight o comprensión súbita del problema. En sus clásicos estudios realizados con monos, Kohler (1913) observó cómo resolvían sus sujetos un problema significativo para ellos: estando encerrados en una caja donde había unos cestos, querían tomar unos plátanos colgados del techo que están lejos de su alcance, tras varios intentos fallidos y cierto periodo de reflexión, acaban por amontonar los cestos y subidos a ellos alcanzaron los plátanos.

Los monos de Kohler aprenden reorganizando los elementos del problema tras una profunda reflexión y se llegó a la siguiente conclusión luego de otros estudios realizados: <<Los animales estudiados por los americanos se precipitan frenéticamente, de forma increíblemente apresurada y vigorosa, y al final alcanzan por azar el resultado deseado. Los animales observados por los alemanes se sientan tranquilamente y piensan hasta obtener la solución a partir de su conciencia interna>> (Russell,1927).

Por lo tanto, la mente configura, a través de ciertas leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas).

Leyes principales de la gestalt.

1) Proximidad: los estímulos próximos entre sí tienen a percibirse agrupados.

2) Semejanza: los estímulos semejantes entre sí tienden a percibirse agrupados.

3) Clausura o cierre: figuras abiertas, inacabadas o incompletas tienden a percibirse cerradas, acabadas y completas, para que adquieran significado y así lograr una mayor estabilidad y simplicidad en nuestra experiencia perceptiva.

4) Destino común: los elementos que se desvían de un modo similar respecto a un grupo mayor tienden a percibirse agrupados.

5) Pragnancia o de la buena forma: la tendencia a la praganancia –que en español podríamos decir concisión- sirve de ley general, que en cierto modo subsume todas las demás y constituye en sí misma un principio genérico explicativo que no se limita a nuestra experiencia perceptiva.

Por último, en pocas palabras, esta psicología de basa en el aprendizaje, pensamiento, personalidad, memoria y motivación humana, dicha disciplina dice que la mente humana es activa y, su principal enfoque, se basa en la percepción visual activa porque no acepta lo que percibe sino que busca significados basados en estímulos externos. Nosotros y algunos animales aprendemos pensando, no sólo mediante imitación o por el condicionamiento. Frente a un problema que no podemos solucionar, se produce un Insight o capacidad de darnos cuenta de algo y de su solución.

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