Psicopatología
Enviado por padmemillan • 12 de Mayo de 2015 • 1.992 Palabras (8 Páginas) • 127 Visitas
PSICOPATOLOGÍAS ASOCIADAS CON CONDUCTAS DELICTIVAS.
La relación entre trastorno mental y delito ha sido motivo de estudio y discusión a lo largo de la historia. Se han realizado muchos estudios analizado esta relación. Sin embargo, aún no se ha llegado a conclusiones unánimes sobre este tema. Algunos estudios han encontrado relación entre trastorno mental, crimen violento y otros (Llorente, 1987).
Los estudios que han encontrado relación entre psicopatología y delito coinciden en señalar que las tasas de violencia difieren entre las diferentes categorías diagnósticas sugiriendo que es esencial analizar separadamente cada una de ellas en relación al riesgo específico de la conducta violenta (Brennan, Mednick y Hodgins, 2000).
Trastorno antisocial Trastorno limite Trastorno paranoide Trastorno narcisista
El trastorno antisocial de la
personalidad se caracteriza por un
patrón general de desprecio y
violación de los derechos de los
demás, que comienza en la
infancia o principio de la
adolescencia y continúa en la
edad adulta. Este patrón ha sido denominado también como
psicopatía, sociopatía o trastorno
disocial de la personalidad.
Los criterios que determinan la
personalidad antisocial, teniendo
en cuenta que el sujeto deberá
cumplir al menos tres de ellos, son los siguientes:
Fracaso para adaptarse a las
normas sociales en lo que
respecta al comportamiento legal,
como lo indica el perpetrar
repetidamente actos que son
motivo de detención (por ejemplo, destrucción de una propiedad,
robar, etc.)
Deshonestidad, indicada por
mentir repetidamente, utilizar un
alias, estafar a otros para obtener
un beneficio personal o por placer
Impulsividad en sus decisiones o
incapacidad para planificar el
futuro
Irritabilidad y agresividad,
indicados por peleas físicas
repetidas o agresiones (incluidos
malos tratos al cónyuge o a los
niños)
Despreocupación imprudente por
su seguridad o la de los demás
Irresponsabilidad persistente,
indicada por la incapacidad de
mantener un trabajo con
constancia o hacerse cargo de
obligaciones económicas
(periodos significativos sin empleo
aun teniendo oportunidades de
trabajar, abandono de un trabajo
sin motivo alguno, despido por
falta de rendimiento, etc.)
Falta de remordimientos, como lo
indica la indiferencia o la
justificación del haber dañado
maltratado o robado a otros.
Cómo son estos sujetos
Los sujetos con trastorno antisocial
de la personalidad se caracterizan
casi siempre por carecer de
empatía ("conectar"
emocionalmente con el otro), así
como por mostrar un carácter
arrogante y engreído (por ejemplo,
no tener una preocupación
realista por sus problemas
actuales o futuros) Otra
característica de estos sujetos es
la psicopatía, que incluiría todos
los actos delictivos, de
delincuencia o agresivos. Por otro
lado, es frecuente que los
afectados por el trastorno
antisocial experimenten disforia
(lo opuesto a la euforia), una baja
tolerancia a la frustración y al
fracaso en general (es decir, que
se desaniman ante la menor
dificultad), y un estado de ánimo
depresivo con aparición de
ansiedad. Finalmente, estos
individuos tienen más
probabilidades que la población
general de morir prematuramente.
En cuanto al curso que sigue el
trastorno, al igual que la mayoría
del resto de los trastornos de la personalidad es crónico, pero los comportamientos característicos
del trastorno que hemos
comentado pueden hacerse
menos manifiestos a medida que
el sujeto se va haciendo mayor,
sobre todo en lo que respecta a
los comportamientos delictivos y
al consumo de sustancias. Los sujetos con este trastorno
pueden llegar a realizar
frenéticos esfuerzos para evitar
un abandono real o imaginario.
Son muy sensibles a las
circunstancias ambientales. La
percepción de una inminente
separación, rechazo o la pérdida
de la estructura externa,
pueden ocasionar cambios
profundos en la auto-imagen,
afectividad, cognición y
comportamiento.
Presentan cambios bruscos y
dramáticos de la auto-imagen, caracterizados por cambios de
objetivos, valores y aspiraciones personales o profesionales. Se
aburren con facilidad y están
buscando siempre algo que
hacer.
El estado de ánimo básico de
tipo disfórico de los sujetos con
un trastorno límite de la
personalidad, suele ser
interrumpido por períodos de ira,
angustia o desesperación y son
raras las ocasiones en las que
un estado de bienestar o
satisfacción llega a tomar el
relevo.
Con frecuencia se sienten
dependientes y hostiles, de ahí
sus relaciones tumultuosas.
Pueden depender mucho de las
personas cercanas y demostrar tremendos enfados o rabia
hacia estas en momentos de
frustración. Tienen un bajo nivel
de tolerancia a la frustración
y gran dificultad para canalizarla
de forma adecuada.
Dentro de la inestabilidad en las relaciones interpersonales,
presentan un patrón de
relaciones inestables e intensas.
Pueden idealizar a quienes se
ocupan de ellos. Sin
embargo, cambian rápidamente
de forma de pensar y pueden
pasar de idealizar a los demás
a devaluarlos, pensando que no
les prestan suficiente atención.
Tienen respuestas impredecibles, consistentes en cambios bruscos
de humor o repentinas
explosiones emocionales.
Pueden mostrar sarcasmo
extremo, amargura persistente o
explosiones verbales. Esta
conducta es dañina para la
persona con este trastorno y
para las personas
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