Socialización Y Afectividad
Enviado por montse.nava • 16 de Mayo de 2013 • 2.004 Palabras (9 Páginas) • 324 Visitas
La socialización es un proceso por el cual el individuo acoge los elementos socioculturales de su ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse en la sociedad.
La socialización es factible gracias a los agentes sociales, que se pueden identificar como la familia, la escuela, los iguales y los medios de comunicación. Además, son las instituciones e individuos representativos con capacidad para transmitir e imponer los elementos culturales apropiados.
Los agentes sociales más representativos son la familia, porque posee un rol primordial ya que es el primer nivel social al que tenemos acceso y la escuela, ya que en la actualidad ha perdido su papel principal y la escuela es transmisora de conocimientos y de valores.
También en la socialización una persona interioriza su cultura de una sociedad determinada. Existen distintos agentes socializadores : la familia , la escuela , los grupos de pares , el trabajo y los grupos políticos
Por lo general se distingue la socialización primaria —aquella en la que el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y sociales, y que juega el papel más crucial en la constitución de su identidad— de los procesos de socialización secundaria, en los que instituciones específicas —como la escuela o el ejército— proporcionan competencias específicas, más abstractas y definibles. Sin embargo, esto no implica que los efectos de la socialización secundaria sean menos duraderos o influyentes; a través de los mecanismos de control social, estos pueden resultar internalizados tan efectivamente como los adquiridos en la infancia. La experiencia social es la base sobre la que construimos nuestra personalidad, esto es, el entramado, relativamente consistente, de las formas de pensar, sentir y actuar de una persona. La socialización terciaria, se refiere al proceso de “transculturación”, cuando un individuo se incorpora a otra sociedad, con patrones culturales distintos a los aprendidos en los procesos anteriores. Los agentes de socialización para esta etapa son la ideología, religión, medios de comunicación, etc.
Esta socialización, es la primera por la que el individuo atraviesa en su niñez, y que por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. Esta se da en los primeros años de vida y se remite al núcleo familiar, se caracteriza por una fuerte carga afectiva. No obstante, la socialización del niño durante la infancia no forma una preparación capaz y precisa, sino que mientras crece y se desarrolla su ámbito le requiere nuevos paradigmas de conductas. Por lo cual, l1 a socialización primaria termina cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la conciencia del individuo. A esta altura ya el miembro es miembro efectivo de la sociedad. En esta fase también se aprende a captar la realidad.
Para el niño el aprendizaje lo conforman distintas áreas de su desarrollo: lo cognitivo, lo social, lo afectivo.. Su desarrollo físico es muy importante pero al igual que su salud mental. El juego, tiene un papel importante también en su desarrollo. El desarrollo afectivo se sitúa en el seno familiar y también ha de fomentarse y cuidarse en el seno escolar. De él dependen la buena adaptación del niño y el rendimiento académico.
En el aula lo más importante para el niño es la flexibilidad, que aunque parezca contradictorio es establecer los límites claros para los niños ; así se favorece el aprendizaje de las normas de comportamiento, y el desarrollo de la autodirección personal y de la conciencia. Ser flexible implica por parte del educador, actitudes de empatía y comprensión y captar necesidades que no siempre se manifiestan ostensiblemente y que su detección supone un desafío para el profesor.
Demostrar la afectividad no es tarea siempre fácil. El tono de la voz y el trato agradable suponen un gran paso por parte del educador, aunque muchas veces se sienta uno tentado a restablecer el buen dinamismo con “un par de gritos”.
Las expresiones verbales, manifestaciones de aceptación, las repeticiones y explicaciones también ayudan.
El rostro es una manifestación muy rica del grado de aceptación y del humor; a través de rostro y cara el niño puede captar si es un buen partícipe y si es bien aceptado.
El acercamiento físico, a través del tacto y caricias positivas es una buena demostración que al niño le ayuda a sentirse integrado. El niño es como es y no siempre nos resulta fácil aceptarlo puesto que los educadores somos personas y hay actitudes que nos gustan y otras que nos cuestan más aceptarlas. Lo importante es reconocer y aceptar lo que más nos cuesta y sabernos manejar en aquéllas actitudes que son favorecedoras de las relaciones, como es la sintonía o empatía, esencial para que el niño se encuentre en una atmósfera de credibilidad, confianza y participación.
La sintonía se puede expresar y el niño es capaz de captarla a través de las manifestaciones verbales y no verbales. Se refleja en el movimiento, en la postura, gesto, contacto físico, tono de voz y la mirada.
El educador ha de ser hábil en la demostración de la sintonía o empatía y también en la correspondencia con el niño. Crear sintonía es una buena opción para situarse en un aula con niños, es una habilidad por tanto puede aprenderse y produce efectos beneficiosos tanto en el educador como en el niño.
Aspectos psicosociales relacionados con la afectividad
Vamos a describir algunos de los puntos más importantes desde el punto de vista del niño pequeño que pueden ser importantes para la adaptación del niño en la escuela y en donde los educadores tienen un papel afectivo activo como opción a desarrollar .
• SEGURIDAD: El niño necesita de un mundo de estímulos continuos y ser orientado en los mismos para ir adaptándose exitosamente y en dónde encontrar ánimos para ir descubriendo nuevas experiencias. El niño debe ser preparado poco a poco para enfrentarse a lo nuevo, sin ser engañado ni avergonzado, con pautas concretas para controlarse y aprender los límites, y aceptar las correcciones sin sentirse amenazado ni protegido en exceso por parte de educadores y familia.
• INDEPENDENCIA: El niño ha de ir desarrollando autonomía e intentar hacer cosas por sí solo. La esfera
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