SOCIALIZACION Y AFECTIVIDAD EN NIÑO II
Enviado por marcg • 20 de Junio de 2013 • 4.035 Palabras (17 Páginas) • 272 Visitas
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
SOCIALIZACIÓN Y AFECTIVIDAD EN EL NIÑO II
INTRODUCCIÓN
El siguiente ensayo tratara acerca de los factores que influyen en el desarrollo integral del niño en edad preescolar, así como de la importancia de la intervención de los agentes que lo rodean, todo esto dependiendo del ambiente y contexto en cual se estén desenvolviendo, así pues se hablara también acerca de las consecuencias que esto puede ocasionar en el niño no solo en esta edad sino también en los años posteriores y de igual manera se tratara el tema de las posibles soluciones desde la intervención docente.
Con lo antes mencionado abarcaremos diversos temas lo cuales son un factor importante en dicho desarrollo los cuales son la separaciones del niño de las personas de apego, la importancia de la reacciones que estos pueden tener para poder saber si el proceso que llevan a cabo es favorable o si es necesario hacer una intervención adecuada tanto por parte de la educadora como por parte de los padres de familia, haciendo esto de manera conjunta.
De esta manera podemos abarcar el tema de la socialización del niño, así como las diferentes situaciones que se pueden presentar y las actitudes que pueden tomar dentro de estas, de esta manera dentro del preescolar podemos encontrar diversas clasificaciones las cuales nos podrán ayudar a tener un mejor entendimiento de dichas reacciones. (Niños populares, rechazados, controvertidos, ignorados y agresivos)
Una posible y clara solución a lo antes comentado es la importancia de la intervención docente, el clima que esta pueda proporcionar y la seguridad que pueda presentar a los niños así como a los padres, para poder dar la solución más acertada a las diversas situaciones que puedan presentarse.
EL TRANSITO DEL NIÑO: DE LA FAMILIA, COMO ESPACIO DOMINANTE, A LA DUALIDAD ENTRE LA CULTURA FAMILIAR DE LA QUE PROCEDE Y LA EXPERIENCIA ESCOLAR DE RASGOS COMUNES.
Es una equivocación muy corriente es pensar que si un niño esta como si nada cuando sus padres le dejan o cuando él se aleja de sus padres es que se ha adaptado bien al hecho de la separación. Estos se puede observar frecuentemente en la incursión del niño al preescolar ya que no se le toma la importancia que debería, la ignorancia que algunos padres tienen acerca de este proceso tan complejo es otro factor que influye en la apreciación de este, lo cual le repercutirá al niño no solo en esta etapa sino para el resto de su vida.
El niño que realmente se adapta bien es el que se siente solo y enfadado, se permite dar rienda suelta a esos sentimientos, y los expresa consecuentemente, Furman (1974). El papel de la educadora es fundamental en este proceso de separación, ya que a través de la observación podremos percatarnos del proceso que está llevando el niño y de esta manera poder elegir las técnicas y las estrategias adecuadas para la intervención con estos.
Al llegar al preescolar los niños pasan del medio familiar al escolar, insertándose en una dualidad de espacios socializadores: la familia y la escuela como nuevo espacio de socialización, es importante reconocer que el niño llega con influencias socializadoras que constituyen el primer contexto de desarrollo y aprendizaje fundamental y casi exclusivo de socialización para el niño desde las primeras etapas de su vida. Los aprendizajes y experiencias que trae el niño son el punto de partida el cual definirá la vida no solo el presente sino también el futuro del niño como un ser integral. El hogar es la base del desarrollo integral del niño del niño ya que es aquí es donde tiene sus primeras experiencias como un ser socializador y es de donde se va a partir para favorecerlas y desarrollarlas.
Cuando llega el momento de que el niño ingrese a este nuevo espacio socializador, sufre una separación importante de sus padres y tiene que pasar por un proceso llamado adaptación, el niño tiene que incorporarse a la vida escolar. El ingreso a la escuela supone para el niño un gran cambio pues del ámbito escolar lo percibe de manera distinta que en su hogar ya que este le ofrece seguridad y roles determinados que el niño conoce perfectamente, cuando la escuela lo ve como el niño del grupo y se tienen que relacionar en un espacio diferente, con niños diferentes y con otros adultos que por el momento no son de su confianza. Esto se puede observar cuando la atención en casa está centrada en el niño, mientras que en el preescolar viven situaciones ajenas a las que él ya está acostumbrado, se da cuenta que ahora la atención no la tiene el nada más, que el material lo tiene que compartir, el establecimiento de horarios para actividades así como el la persona que ahora le representara autoridad.
Cuando llega el momento de separarse de su padres los niños normalmente se sienten abandonados, apartados, se atemorizan, se enfadan, a veces lloran, gritan tiran cosas, pegan a otros niños y le faltan al respeto al profesor, pero en cambio hay niños que muestran un comportamiento totalmente diferente en el que se desenvuelven perfectamente como si hubieran estado antes allí. Esto debemos saber interpretarla ya que este tipo de actitudes donde se piensan que el niño es bastante maduro como para afrontar diversas situaciones que se le van presentando a su corta edad, sin saber que este tipo de reacciones son las que más le pueden afectar.
Toma tiempo que el niño se adapte y que su paso por el preescolar se de una manera positiva es decir "feliz". La actitud ante las relaciones sociales, ante los aprendizajes a lo largo de su proceso de escolarización, va a depender de como asimile este proceso, positiva o negativamente; los padres como cuidadores del niño son los responsables de crear un proceso para facilitar la adaptación del niño y que este sea asumido sin traumas.
Si se planea y ha llevado a cabo un adecuado periodo de adaptación, el niño consigue ser feliz; debe superar este hecho desde su interior, tienen que ir conquistando, autoafirmándose, saliendo poco a poco de su egocentrismo, independizándose de sus figuras de apego para construir su mundo interno y evaluar, contrarrestar esta separación, aceptándola interiormente; valorar y aceptar el encuentro con sus propias posibilidades, sin protección y atención continua de su familia.
Los padres tienen gran influencia en cómo se adapta el hijo ya que esto está determinado en gran medida por como ellos toman la separación, sus temores, expectativas, ansiedad, seguridad e inseguridad en la decisión que han tomado y su grado de confianza en las posibilidades del niño y en las ganancias
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