TRABAJO SOCIAL PRIMER SEMESTRE: MELODIA

MELODIA

JENNIFER ANDREA PULIDO GARCIA

TRABAJO SOCIAL PRIMER SEMESTRE

FACULTAD DE BELLAS ARTES

UNIVERSIDAD DEL QUINDIO

14/10/2015

MELODIA

Ahí estaba ella frente a todo lo que deseaba, se sentía en paz y tranquilidad sentada en la horilla de aquel majestuoso lago, soñando despierta…. ¡claro! Como si todo aquello fuera posible y su verdadero mundo fuera la fantasía. Supongo que eso le daba algo de calma, era mucho mejor sentirse feliz por una fantasía que estar llena de desdicha por vivir así, rodeada de desgracia, y en especial de desgraciados… sus tíos, quienes la habían criado después de la muerte de sus padres, lo que más le molestaba de ellos era ese irritable habito de convencerse  a sí mismos de que valían la pena, pero la realidad era que no hacían nada más que vivir en una terrible rutina.

Sin embargo no eran malas personas, después de todo le habían dado lo necesario para vivir, no lo mejor, pero al menos lo necesario… ella vivía con ese constante miedo de que algo malo les pudiese pasar, sabia lo insegura que era la zona donde Vivian, y sus tíos eran un par de viejos, tristes he incompetentes, que creían que podían contra el mundo entero pero la realidad es que si alguien intentara hacerles daño no tendrían oportunidad alguna ante su atacante, así que ella trataba de ayudarles y acompañarlos  el mayor tiempo posible, no solo por miedo, sí que también lo veía como una forma de agradecimiento ante ellos.

Claro está, su única afición no era vivir para servir a sus tíos, se puede decir que más que un simple gusto su único y verdadero amor era la música que llenaba con pasión cada célula de su cuerpo al escuchar, componer, cantar, tocar o bailar algo, en fin la amaba en cada una de sus facetas. Mas sin embargo había algo de tristeza entre tanto regocijo o más bien miedo, miedo al olvido, a la pedida, a la lejanía, miedo, a la soledad, aquella soledad que de un modo u otro siempre la había acompañado. Habitualmente se despertaba con un sobre soplo en el corazón causado por sus terribles pesadillas las cuales la trasportaban de nuevo a la noche en  que perdió a sus padres, podía sentir de nuevo el frio en sus manos y el fino sonido de una bala rompiendo las gotas de agua que caían en aquella noche, recuerda el miedo, la confusión y una mirada siniestra que la acompaña desde entonces.

Aquella noche  ella y sus padres iban camino a casa después de una  exitosa presentación de violín, ellos estaban orgullosos y apoyaban en cuanto podían a su hija. Después de salir del auditorio a medio camino acordaron que lo mejor sería buscar un restaurante para comer algo después de todo ya había pasado la hora de la cena, se estacionaron ante el primer establecimiento de comidas que encontraron y salieron tranquilamente del vehículo pero entonces para su sorpresa en cuestión de segundos estaban rodeados por un grupo de delincuentes, ¡queremos todo! Decían, su padre intento  razonar con ellos (intentos fallidos desde luego), después de un momento de gritos su padre solo cedió, pueden tomar cuanto quieran dijo, así que los hombres los revisaron para ver si traían algo consigo  y después pidieron bruscamente las llaves del auto para apropiarse de lo que había dentro, en el momento en que tomaron el violín la niña esta entro en pánico, empezó  a llorar y a reclamarlo ¡es mío!  Exclamaba entre lloriqueos, su padre intento pedirles que por favor dejaran el instrumento de la pequeña pero estos no cedieron y advertían que la niña se tenía que callar lo cual ella no pudo hacer, ante esto los villanos reaccionaron de la peor manera… ella simple mente escucho un un ruido intenso ante el cual quedo aturdida y después de reaccionar  vio a su mama arrodillada en el suelo mirando entre lágrimas a su padre postrado en el suelo y en ese instante supo que su madre se había dado por vencida, lo supo por su mirada, la forma en la que la miro antes de que fuera atravesada por una bala en el pecho… estaba temblando y su corazón latía rápido pues sabía que ahora era su turno pero en ese momento escucho a alguien gritar ¡déjala! ¡Es solo una niña! ¡Déjala y salgamos de aquí!  Y así fue como termino siendo una huérfana que vivía con sus tíos.

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