Ética En Situaciones Laborales
Enviado por • 5 de Octubre de 2014 • 1.533 Palabras (7 Páginas) • 265 Visitas
Introducción
En el desarrollo de nuestra actividad laboral, nos vamos a encontrar con numerosas situaciones, que reñirán con nuestra ética y moral. Por lo tanto debemos asumir una postura o tomar una decisión.
Un valor fundamental es la honestidad, ya que es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia los demás. La honestidad es una cualidad que buscamos y exigimos en el otro.
Una persona honesta se reconoce por ser siempre sincero en la manera de comportarse, en lo que dice y en sus afectos. Una persona honesta cumple con sus compromisos y obligaciones sin engaños ni trampas. Una persona honesta es fiel a sus promesas y habla siempre con la “verdad”.
Hay situaciones que pueden llevar a la persona a dejar de lado la sinceridad, pero sin tener la intención de mentir. Las denominadas “mentiras piadosas” son un ejemplo de esta circunstancia. Sin embargo, como los demás valores, la sinceridad, no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza. Es por ello que debe ser primordial ejercitar este valor en los niños y adolescentes. En estas circunstancias, el profesor es el más indicado para ejemplificar el valor y también corregir acciones de riñan con él.
En el trabajo docente se vivencian en forma cotidiana acciones que tienen su fundamento en los valores y es allí donde el profesor debe intervenir, tomando en cuenta su base de ética y moral.
Problema Ético
Caso de ética docente: “La veracidad”.
En un grupo curso de alumnos de séptimo año básico, se detectó un caso de hurto de un aparato tecnológico (celular).
Uno de los alumnos echó de menos su celular, después de la clase de Ciencias. La profesora del ramo preguntó a sus compañeros, pero nadie vio nada, nadie dijo nada.
La profesora Jefe toma el caso y después de explicarles lo delicado del caso y de las consecuencias, (ya que los padres del alumno hizo la denuncia en investigaciones), nota movimiento en el curso.
Un niño se acerca y le cuenta que él sacó el celular de la mochila (porque otro compañero se lo pidió); el aparato se lo dio al otro y la batería se la dejó él. La profesora enfrenta a los niños que hurtaron el celular y ellos confirman la historia. Los niños entregan el aparato, pero suplican a la profesora que no diga nada, por temor al castigo de sus respectivos padres.
¿Qué debe hacer ella?, ¿Cuenta a la dirección lo que ocurrió?, ¿Llama a los apoderados y cuenta lo sucedido?, ¿Pide se retire la denuncia en investigaciones?
Esto se convierte en un conflicto ético – moral.
Cuando juzgamos un acto, solemos afirmar que es ético o no ético y en tal caso entendemos por ética el conocimiento de lo que está bien o mal. La ética de una profesión viene a ser el conjunto de normas con la cuales definimos como bienhechoras o perjudiciales ciertas acciones, prácticas y relaciones profesionales. Las acciones siempre están enmarcadas por una serie de principios y valores imprescindibles, a saber: la honestidad, la integridad, el compromiso, la responsabilidad, una conducta intachable, la dedicación, el respeto, la excelencia. Al mismo tiempo es importante no perder de vista que las relaciones particulares, mediante las cuales se vincula el individuo con la sociedad, se basan sobre todo en la necesidad, la gratitud, la utilidad, la cooperación y la unión.
Generalmente desde la educación inicial se pretende que los educando aprendan y desarrollen los valores que se consideran importantes y que se deben de fomentar, valores como: la Libertad, la Justicia, la Equidad, la Fraternidad, la Dignidad humana (que contempla el desarrollo integral del individuo e incluye dentro de la misma el ejercicio pleno de las capacidades humanas, conocimiento y respeto por los derechos humanos, la salud, el deporte, la creación artística, entre otras).
En cuanto a la vida moral, la profesora no debe de engañar, ocultar la verdad, manipular las decisiones, y si alentar el respeto a la dignidad y la autonomía de la persona, en este caso de los niños.
La profesora debe destacar que una persona honesta se reconoce por ser siempre sincero en la manera de comportarse, en lo que dice y en sus afectos. Una persona honesta cumple con sus compromisos y obligaciones sin engaños ni trampas. Una persona honesta es fiel a sus promesas y habla siempre con la verdad.
Es importante que ella les indique que en algún momento la sinceridad requiere valor, nunca se justificará el dejar de decir las cosas para no perder el buen concepto que se tiene de nuestra persona. La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán, o a las consecuencias y que a pesar de todo el actuar con honestidad será recompensado con respeto y reconocimiento.
Ella debe actuar congruente a sus principios; debe comunicar lo que descubrió
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