Abuso de las Escrituras y sus consecuencias en las desigualdades por motivos de género
Enviado por RicardoTucas • 18 de Mayo de 2016 • Ensayo • 1.566 Palabras (7 Páginas) • 508 Visitas
Abuso de las Escrituras y sus consecuencias en las desigualdades por motivos de género
Por el Dr. Manfred T. Brauch
El Dr. Manfred T. Brauch, ex presidente y profesor de teología bíblica del Seminario Teológico Bautista del Este (actualmente Seminario Teológico Palmer), ha publicado recientemente Abusar las Escrituras: Las consecuencias de malinterpretar la Biblia (Inter Varsity Press, 2009). En los párrafos que siguen a continuación, se introducen brevemente varias lecturas abusivas de los textos bíblicos y de las Escrituras como un todo, tratadas extensamente en el libro (que contribuyen a lo que él llama "la herejía de la desigualdad de los géneros").
Parte 1
Abusar las Escrituras, es violentar su mensaje y sentido, de modo que la verdad redentora de Dios en relación con su intención de igualdad absoluta de hombres y mujeres en todas las esferas de la vida humana queda finalmente oscurecida y distorsionada.
Uno de esos abusos es "el abuso de la selectividad." Este abuso no consiste en una distorsión del significado de ciertos textos, sino que implica ignorar o rechazar otras partes o pasajes de las Escrituras que apoyan una enseñanza diferente, presentan una perspectiva alternativa o abogan por la opinión contraria. Por lo tanto, los partidarios de la desigualdad de géneros se afirman en la autoridad de pasajes de la Biblia como 1 Corintios 14:34 o 1 Timoteo 2:11-14, donde se limita la voz de las mujeres, pero cierran sus mentes y sus corazones a la clara doctrina o a las implicancias de textos bíblicos que muestran a las mujeres como las primeras portadoras de la buena noticia de la resurrección de Jesús a sus discípulos (Lucas 24:1); como participantes activas en el liderazgo de la primera iglesia (Rom. 16:1); como dotadas por el Espíritu para el anuncio autoritativo de la Palabra del Señor (Hch 2:17); y en su compañerismo con los hombres en la obra del Evangelio (Fil. 4:2).
El "abuso de las palabras" ha contribuido significativamente a la perpetuación de la desigualdad de género dentro de las comunidades cristianas. Este abuso se produce cuando las palabras o expresiones en el texto bíblico son interpretadas en formas que no son fieles a la intención original de los autores bíblicos. Un ejemplo claro de esto es la forma en que la designación de la mujer como “ayuda” del hombre (Gén. 2:18, 20) tradicionalmente se entiende como "asistente", o "siervo", denotando a una persona en posición secundaria y subordinada. Sin embargo, la palabra hebrea para "ayuda" (ezer) no tiene este significado en absoluto. El término se utiliza en todo el Antiguo Testamento exclusivamente como una designación de Dios, quien defiende, redime, fortalece y rescata a Israel. Es claro, a partir de estos textos, que Dios no es representado como "asistente de Israel." Así, la palabra "ayuda" -en lugar de indicar una condición de subordinación- significa fortaleza. En el Génesis, la mujer se presenta al hombre en forma redentora, para salvarlo de su "soledad", ella es "a él" (su compañera). No hay indicio alguno de una posición secundaria o de subordinación.
Los "Contextos Teológicos" son - demasiado a menudo - abusados en la interpretación de los textos, lo cual se produce cuando la perspectiva teológica principal de un pasaje largo (como Ef. 5) no se considera en la interpretación de un texto concreto (como Ef. 5:22). Efesios 5:22 puede ser utilizado para exigir la sumisión de las esposas sólo cuando se ignora el énfasis teológico principal de todo el capítulo. El Capítulo 5 se trata de una exhortación a "sed imitadores de Dios" y a "vivir en amor tal como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros." Estos pasajes celebran a Cristo como siervo, lo que es el contexto teológico fundamental de todas las relaciones humanas, entre ellas las de hombre - mujer, marido y esposa. Es por ello que 5:22 comienza con la expresión concreta en 5:21, donde Pablo dice que una de las evidencias de la presencia del Espíritu en nuestras vidas es "subordinarnos unos a otros en la veneración de Cristo." Esta es la "mutua subordinación", siguiendo el modelo del Cristo-Siervo, que determina la relación marido-esposa articulada en 5:22 -25. Es por reverencia a la entrega servicial de Cristo que esposos y esposas se deben "entregar el uno al otro en amor servicial."
Otras lecturas abusivas que conducen a una comprensión patriarcal (jerárquica) de la relación hombre-mujer son los abusos literarios, históricos y de contextos culturales. Lo que trataré de mostrar a lo largo de mi libro es que el efecto acumulativo de estos diversos abusos de las Escrituras son una ofensa a Dios, que creó al hombre y a la mujer a su imagen; que los llama a un compañerismo igualitario y complementario; y que en Cristo vino a liberarlos de la maldita, degradante y empobrecedora realidad de la servidumbre jerárquica.
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