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COMO FUNCIONA LA FE


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2013  •  8.825 Palabras (36 Páginas)  •  313 Visitas

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Cómo Funciona La Fe

Juan 20:3-5 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. La emoción no mueve a Dios, el llanto no mueve a Dios, la tristeza no mueve a Dios, a Dios lo mueve la fe. Y la fe no es una emoción. La fe es una seguridad, es una determinación que lo que Dios te prometió, Dios lo va a cumplir.

Y quiero hablarte de los distintos niveles de fe. La fe mueve la mano de Dios. La fe hace que el milagro venga completo a tu vida.

Había un paralítico y Jesús le dijo ¿tiene fe? Y el paralítico caminó. Dios te da los milagros completos cuando tenés fe. Preparate para ver la casa completa en tu mano, el milagro completo en tu cuerpo, el coche completo, la familia bendecida completamente, porque la fe hace que el milagro venga completo. ¿Cuántos de los que estamos acá hemos recibido un milagro completo de parte de Dios? ¿Pero por qué a veces no sucede?

La fe a veces te da el milagro completo y a veces te lo da de a poco. Jesús les sopló el Espíritu Santo a los apóstoles y cincuenta días después cayó el bautismo del Espíritu Santo. ¿Por qué les sopló, reciban al Espíritu Santo? Porque era el anticipo de lo que iba a suceder 50 días después.

Eso poquito que has recibido es el anticipo de que en 50 días te va a venir el milagro completo. Esos dos pesos que encontraste en la calle son el anticipo de los 200.000 dólares que Dios va a poner en tu mano. Esa tuerca que encontraste es el anticipo de que el coche completo va a venir a tu mano. Ese abrazo que te dio tu hijo es el anticipo de que toda tu casa va a ser bendecida, porque a veces Dios te da el milagro completo y a veces te lo da de a poquito, pero que el milagro viene, el milagro viene.

De chiquito me enseñaron de Jorge Müller. Era un pastor inglés. Fue a un orfanatorio y vio 100 chicos muertos de hambre. Tenía dos pesos y él oró a Dios y le dijo, Señor, yo sé que me vas a levantar para adoptar chicos huérfanos. Y dio de comer a 10.000 chicos en toda su vida. Sostuvo cantidad de orfanatorios. Y ese hombre escribió su biografía con miles de páginas que incluían 30.000 oraciones que Dios le respondió. Ese hombre tenía dos pesos, pero sabía que los dos pesos era el anticipo de que le daría de comer a multitudes.

Yo te digo algo, cuando salgas de acá y encuentres un trozo de ladrillo levantalo y saltá, porque es el anticipo de la casa que Dios te va a dar. Si encontrás la llave, decís, este es el anticipo de la casa de fin de semana que Dios me va a dar, porque a veces el milagro te lo da completo, a veces te lo da de a poco, pero el milagro va a estar en tu casa.

La fe mueve la montaña. Yo te digo que la fe te va a mover montañas, enfermedades hereditarias, problemas ancestrales, eso que no te dejaba avanzar y no te dejaba ver, Dios lo va a mover de un plumazo en este año, porque la fe mueve las montañas de enfrente nuestro. Preparate para ver montañas moverse. ¿A cuántos Dios nos movió una montaña?

A veces la fe mueve la montaña y a veces la fe no mueve la montaña, pero te da fuerzas para que la escales y la atravieses en el nombre del Señor. Cuando la fe no mueve tu deuda es para que la saltes. Cuando la fe no te da el milagro es para que lo atravieses. Los personal trainers, físico culturistas, te ponen más peso para que liberes potencial. Cuando Dios no te mueve la montaña, no te sientas culpable, es que las fuerzas que Dios te va a dar por la fe te van a hacer saltarlas y atravesarlas en el nombre poderoso del Señor.

Jesús le dijo a Dios, Padre, pasa de mí esta montaña. Tenía que ir a morir al monte Calvario y el Padre le dijo, no la voy a mover, vas a subir a la montaña, y la vas a atravesar. Y Jesús subió al monte, murió por nosotros y ha resucitado. Si él saltó al monte de la muerte, cuánto más vos y yo vamos a saltar el monte de la deuda, el monte de los problemas. Por eso cuando alguien diga, ¿qué pasa que Dios no te responde? A veces Dios te da todo completo, a veces te lo da de anticipo, a veces te mueve la montaña y a veces te mueve a vos a que saltes la montaña, pero que la victoria es nuestra, es nuestra en el nombre del Señor.

La fe es para malos momentos. Soltá fe. No te quejes. No llores, porque la lástima, el llanto, el victimismo no sana, no hace nada. La fe es para los malos momentos. Y cuando estás mal soltás fe.

Jesús va y le dice a un paralítico, ¿qué quieres que te haga? Dijo, quiero ver. ¿Por qué Jesús le pregunta a un ciego, qué quieres que te haga? Para que suelte la fe. Por eso el Señor quiere que hables la fe, que la sueltes en los momentos malos. Y yo te digo algo, en los momentos malos se vienen los mejores milagros.

Jesse Duplantis no tenía ni para comer y escuché de él que con los últimos pesos que tenía fue a meterle combustible al coche. Cuando está pagando, sacando sus últimos dólares, dice que pasa un avión por el cielo y Dios le dice, mirá, te daré un avión. Y Jesse Duplantis le dice, no quiero el avión, quiero cinco dólares para pagar el combustible. Y él dice, en tu peor momento Dios te va a dar tu más grande visión. Y ahora tiene tres aviones.

Yo te digo algo, en tu peor deuda se van a venir los mejores negocios, en tu peor enfermedad se van a venir los sueños más grandes y en lo peor de tu vida económica se viene un avión volando y Dios te dice, esa será mi próxima bendición en los malos momentos.

Ahora, la fe no sirve solo para los malos momentos. Sirve para los buenos momentos. Porque hay gente que viene acá y cuando pasa ¿por qué querés que oremos? Estoy mal, no tengo plata. Pero tenés que usar la fe también para los buenos momentos. Conseguiste tu casa, ahora andá por tu coche. Conseguiste tu familia, ahora andá por la otra casa. O sea, usá la fe para lo bueno, no sólo para lo malo. Por eso, cuando bajamos, saludamos con Alejandra, la gente nos dice, pastor, Dios me sanó. ¿Qué les decimos nosotros? Ahora andá por más, usá la misma fe que te dio algo bueno para que te dé otra cosa más buena.

La fe es personal. Tenés que soltar fe, hablar fe. Jesús le decía al paralítico, ¿qué quieres que te haga? Jesús quería escuchar. La fe es por la boca. La fe no es un pensamiento, la fe pide, la fe habla. Pero hay veces en que no tenemos fe personal. Entonces el milagro viene por la fe de los demás. Cuando no tengas fe, rodéate de un par de gente que tenga un poquito de fe y usá su fe.

Había cuatro que tenían fe, cargaban con un paralítico. Y el paralítico no tenía fe, tenía las piernas rotas, la fe deshecha. Pero cuatro tenían fe y lo llevaron delante de Jesús y Jesús, al verle la fe

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