Doctrina cristiana.

        Instituto Bíblico Mizpa        

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Resumen: Pág. 6 hasta 49.

• Dios: Una sola esencia manifestada en tres personas.

No es un atentado contra el monoteísmo. La doctrina de la Trinidad ha sido siempre un campo de batalla para los cristianos. Los judíos no quisieron aceptar a Jesús  como el Hijo, por ende, su igualdad a Dios el Padre.

No son tres dioses sino uno, manifestado en tres personas. El problema de los judíos, y también el de muchos grupos antitrinitarios de hoy, es que piensan en la Trinidad como la creencia de tres dioses.

El término ‘’Trinidad’’ no aparece literalmente en la biblia, pero si abundan alusiones indirectas en el Antiguo Testamento y designaciones directas en el Nuevo Testamento acerca de las tres personas divinas que la integran.  

Las tres personas aparecen en unidad e igualdad en la biblia. En varios pasajes se hace mención de las tres personas de la Trinidad sin ninguna distinción de naturalezas ni categorías.

La doctrina de la Trinidad no fue revelada en forma clara en el Antiguo Testamento, porque la mentalidad del pueblo hebreo no estaba capacitada para ello. Uno de los objetivos de Dios era sacarlos del politeísmo y la idolatría en que habían vivido. Un planteamiento abierto de la trinidad quizás hubiera confundido, ya que el llamado era a la renuncia de los dioses paganos y la aceptación de un solo Dios.  

La Biblia de estudio de Ryrie señala que ‘’esta es la primera expresión clara del concepto de la Trinidad: El descenso del Espíritu santo sobre Cristo tenía por objetivo investirlo de poder especial al iniciar su ministerio publico’’

En la Biblia comentada, el Dr. Juan Straubinger dice sobre este texto (1 Pedro 1:2): ‘’Obsérvese la exposición del ministerio de la Santísima Trinidad; El Padre nos eligió, el Hijo nos roció con su sangre y el Espíritu Santo es quien nos Santifica, aplicándonos los meritos de Jesús, que son la prenda y germen de nuestra herencia incorruptible del versículo 4.

La obra gloriosa de la trinidad no solo hizo posible la creación y la salvación del hombre y su mundo, también se revela la participación tripartita en el otorgamiento de los dones espirituales con que el creyente debe servir a Dios.  

• El espíritu Santo: Su obra y su persona divina.

Toda persona que crea en la biblia debe familiarizarse completamente con la persona y obra del espíritu santo. Las obras de Dios el Padre, y Dios el hijo son mucho más conocidas por el creyente común que las múltiples operaciones del espíritu santo. El cristiano nominal sabe que Dios creó los cielos y la tierra; También sabe que Jesús vino a vivir entre los hombres y murió para salvar los pecadores, lo que no sabe, o  a veces no le interesa es que el espíritu santo ha estado participando activamente en todas las obras maravillosas del Padre y el Hijo.

El espíritu santo no es una personalidad trascendente, vagamente definida, más bien lo vemos como la ‘’la supereminente grandeza de su poder para con nosotros lo que le creemos, según la operación del poder de su fuerza’’

El espíritu santo ejerce cualidades mentales y posee voluntad. Esto hace que piense y sienta, como los hacen otras personalidades. Posee cualidades que lo hacen impartir instrucciones. Jesús lo dejo no solo como nuestro maestro si no también como el agente divino de nuestra capacitación intelectual.

La Salvación: Provista por la gracia y recibida por la fe.

La relación entre el arrepentimiento y la fe. Antes de hablar de arrepentimiento  es necesario recordar la realidad del estado pecaminoso. El hombre es esclavo del pecado. No hay quien pueda declararse justo, aunque muchos pretendan serlo porque la Biblia lo ha asentado como un predicado universal.  Según la palabra de Dios, son dos los elementos que intervienen, como imprescindibles, para que la salvación pueda realizarse. Uno de ellos es el arrepentimiento, el otro la fe. Cuando el mensaje de Dios llega al hombre, se realiza el milagro de la fe. La fe tiene que ver con la relación de la persona hacia Dios, mientras que el arrepentimiento habla de la actitud del hombre hacia el pecado.

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