EL DIEZMO
Enviado por JHONNYTELO • 27 de Marzo de 2012 • 1.428 Palabras (6 Páginas) • 623 Visitas
Diezmos & Ofrendas
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. [Mat 6.21]
Mucho se dice hoy acerca del “diezmo” y de “ofrendar”. Aun muchos están usando el dar para “vender bendiciones” (un periodista agarró esta idea hace tiempo y escribió acerca de las “indulgencias protestantes“). Aquí en Costa Rica han salido varios reportajes acerca de iglesias que se abusan del dar en sus iglesias (específicamente: Pasión por el dinero y Oasis de dinero; además de estos vínculos, si hace una búsqueda en YouTube de los dos títulos podrá ver el video de los reportajes).
Así que, antes de entrar en los detalles de lo que dice la Biblia, es importante aclarar algo: Dios no necesita nuestro dinero. Él es muy capaz de suplir Sus propias necesidades. Él es dueño de todo, no un mendigo que necesita de monedas. Tampoco podemos “comprar” la bendición dando de nuestro dinero. El sacrificio de Cristo en la cruz ya nos consiguió “toda bendición espíritual” (Ef 1.3) y por esto no pretendemos agregar nada a esa perfecta obra para la gloria del Padre.
Con esto en mente, analicemos los principios eternos que se hallan en la Biblia acerca del dar de nuestro dinero en la iglesia local a la cual pertenecemos.
En primero lugar, el que beneficia de dar dinero es usted.
1. El dar desarrolla una actitud de gracia en su corazón.
2. El dar le provee una fácil oportunidad de invertir en riquezas eternas, en la Misión de Dios en este mundo. Y así quita sus ojos de las riquezas terrenales.
3. El dar demuestra la sinceridad de su amor por Jesucristo.
4. El dar demuestra que Dios es su prioridad.
5. El dar desarrolla su confianza en Dios (que Él es fiel y suplirá todo lo que usted necesita, especialmente si usted está obedeciéndole y participando en Su misión, aún de maneras tan sencillas como dar plata).
Además, al dar de su dinero, usted estará satisfaciendo las necesidades prácticas de su iglesia.
Si a usted le gusta su iglesia, deberá pensar en sostenerla con sus ofrendas. No hay nada gratis en este mundo. Todo cuesta y alguien tiene que pagar la cuenta (alquiler de un local, luz, agua, etc.). Según el sistema que Dios ha establecido, nosotros pagamos la cuenta (y Él nos reembolsará, con creces, en el Tribunal de Cristo). Así que, las ofrendas también sirven para satisfacer todo tipo de necesidades en y a través de esta iglesia — nuestras ofrendas sirven para el mantenimiento (de todo tipo) de la iglesia.
El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. [Gal 6.6]
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. [1Tim 5.17-18]
Nuestras ofrendas sirven para desarrollar diferentes proyectos en la iglesia para alcanzar a más gente y así cumplir con la misión de Dios. También, nuestras ofrendas sirven para ayudar a los miembros en nuestra congregación que no pueden mantenerse por sí mismos.
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. [1Cor 16.1-2]
Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos. [Flp 4.14-15]
Es cierto que Dios no necesita nuestro dinero, pero ha establecido el sistema de ofrendas para pagar por la obra de cumplir con Su misión. Si no ofrendamos, la iglesia no podrá pagar sus cuentas y se cerrará. Así de sencillo. Dios, entonces, arreglará cuentas luego (en el juicio de los cristianos en el Tribunal de Cristo; 1Cor 3.7-15; 2Cor 5.10-11; Rom 14.10).
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. [2Cor 9.6]
¿Cuánto debemos dar, entonces?
Si analiza las menciones en la Biblia de ofrendas, puede ver una “trinidad”, una
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