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Educación de los hijos


Enviado por   •  6 de Junio de 2013  •  Ensayo  •  708 Palabras (3 Páginas)  •  339 Visitas

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Educación de los hijos

Los libros sapienciales están llenos de normas sobre la

educación de los hijos.

En ellos se habla con frecuencia de la alegría que los hijos traen

a la familia. "Si un padre llega a morir, es como si no hubiera

muerto, porque deja tras de sí a un hombre que se le parece.

Cuando vivía, al verlo, se regocijaba; al morir no se siente apenado"

(Eclo 30,4-5).

Sobre la educación de los hijos, se elogia el camino del rigor:

"Corrige a tu hijo: te ahorrarás inquietudes y hará la felicidad de tu

alma" (Prov 29,17). "El que ahorra el castigo a su hijo no lo quiere,

el que le ama se dedica a enderezarlo" (Prov 13,24). "El palo y la

reprensión procuran la sabiduría; y el niño dejado a sus caprichos

es vergüenza de su madre" (Prov 29,15). "Mientras haya

esperanza, castiga a tu hijo; no dejes que vaya a la muerte" (Prov

19,18).

Esto no quiere decir que la Biblia apoye toda clase de corrección

insensata. A veces los padres corrigen llevados del mal humor o del

capricho. "Hay reprensiones inoportunas; hay un silencio propio del

hombre sensato" (Eclo 20,1)."No reprendas antes de examinar;

reflexiona primero, y después reprende" (Eclo 11,7). Esta

insistencia en corregir oportunamente al hijo tiene siempre como

telón de fondo buscar el bien futuro de él mismos. Es una muestra

de amor "para que no vaya a la muerte".

Respeto y atención a los padres

Dentro del espíritu familiar de Israel, se ponía un especial énfasis

en honrar a los padres, y a ello se le daba una especial fuerza

religiosa: "Quien honra a su padre paga sus pecados; y el que da

gloria a su madre se prepara un tesoro. El que honra a su padre

recibirá alegría de sus hijos y, cuando ruegue, será escuchado. El

que glorifica a su padre tendrá larga vida. El que obedece al Señor

da descanso a su madre y, como a su Señor, sirve a quienes le

dieron la vida" (Eclo 3,3-7).

Se insistía en la atención a los padres ancianos: "Hijo cuida a tu

padre en su vejez, y mientras viva no le causes tristeza. Si se

debilita su espíritu, perdónale, y no le desprecies, tú que estás en

plena juventud. Pues la caridad para con el padre no será olvidada;

te servirá como reparación de tus pecados" (Eclo 3,12-14). "Como

quien injuria a Dios, es quien abandona a su padre y maldito del

Señor quien ofende a su madre" (Eclo 3,16).

"Hay una gentuza que maldice a su padre y no bendice a su

madre, gentuza que se cree pura, pero su pecado no ha sido

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