El Proceso De Cristo

EL PROCESO DE CRISTO

Cristo nació en el año 748 después de la fundación de Roma, en tiempos del gobernador Octavio Augusto, quien fuere el que sustituyó al régimen republicano, y tras su muerte en el año 14 de de era cristiana, lo sucedió Tiberio, por lo consiguiente la vida de Cristo transcurrió en mandato de estos dos emperadores.

Durante este tiempo Roma tuvo tres regímenes sucesivos; La monarquía, la república y el impero, en el primero el derecho penal no estaba regulado por leyes positivas sino que por costumbre, cuando se cometía atentado contra la cosa pública, el delito era de carácter político, todo lo atentado contra la res publica se castigaba con la muerte, en el segundo la administración de la justicia recaía en el pretor y en el último existieron los tribunales penales para todos los ciudadanos, quienes eran competentes en crímenes de importancia.

Cristo fue juzgado mediante dos tipos de juicios diferentes, “el religioso o judío” ante el Sanhedrín, que se rigió por la “Ley Judía” y el “político” ante Poncio Pilato, quien en ese tiempo fuera el gobernador de Judea, regido por la “ley romana”. Él nació en una provincia de Judea, en un lugar llamado Belén. La mayor parte de su vida la pasó en Nazaret de Galilea, perteneciente a dicha provincia, que estaba sometida a la dominación romana.

En el derecho penal Hebreo desde el año 6 A. C., Judea fue regida por los procuradores romanos destacando entre ellos Poncio Pilato, por ser uno de los protagonistas más relevantes en relación con el proceso contra Jesús. Esta provincia tenía autonomía frente a Roma; conservando su organización político-religiosa, sus leyes, sus costumbres y la jurisdicción de sus tribunales.

Referente a los delitos que pudieran llamarse del orden común, su conocimiento incumbía a los órganos judiciales, pero solo los delicta pública que afectarán al Estado romano tenían injerencia dicho procurador o gobernador provincial. Esta dualidad de competencia ocurrió en el caso de Cristo, ya que fue acusado, por delitos religiosos y delitos políticos. De esta manera se puede observar que el proceso contra Jesús se divide en dos juicios autónomos que se desarrollaron respectivamente ante el Sanhedrín y el procurador o gobernador Poncio Pilato.

En la provincia de Judea las leyes que regían eran las religiosas y jurídicas, contenidas en el Antiguo Testamento o Biblia, con fundamento en los Diez Mandamientos que contenían normas rectoras de la conducta del hombre frente a Dios y del comportamiento de los hombres entre sí y frente a la sociedad.

La fuente principal del Derecho Penal Hebreo era Los Diez Mandamientos, porque el que faltaba a ellos, no solamente ofendía a Dios, sino que al mismo pueblo judío.

Como comenta el Autor Ignacio Burgoa Orihuela (págs. 10-12)

Este Derecho se derivó de los cinco libros que forman el Pentateuco denominado por los hebreos “Torah o la Ley”, siendo: Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio. En éstos se encuentra lo que se conoce como tipificación delictiva, o la prevención de diversos delitos.

En cuanto al Derecho Penal Adjetivo, el proceso debía normarse por diversos principios:

a) El de publicidad, en el sentido de que los tribunales debían actuar frente al pueblo y especialmente el Sanhedrín que se reunía en un recinto llamado Gazith.

b) El de diurnidad consistente en que el procedimiento judicial no debía prolongarse después del ocaso, es decir, de la puesta del sol.

c) El de amplia libertad defensiva del acusado.

d) El de escrupulosidad en el desahogo de la prueba testimonial de cargo y de descargo, sin que valiesen las declaraciones de un solo testigo.

e) El de prohibición para que nuevos testigos depusieran contra el acusado una vez cerrada la instrucción del procedimiento.

f) El de sujeción de la votación condenatoria a nueva revisión dentro del término de tres días para que generará la sentencia en caso de corroborarse.

g) El de inmodificabilidad de los votos absolutorios en la susodicha nueva votación.

h) El de posibilidad de presentar pruebas en favor del condenado antes de ejecutarse la sentencia.

i) El de invalidez de las declaraciones del acusado si no fuesen respaldadas por alguna prueba que se rindiese en juicio.

j) El de aplicación a los testigos falsos de la pena con que se sancionaba el delito que denunciaran.

El Sanedrín era el tribunal supremo del pueblo judío, creado en el siglo II antes de Cristo, conocía de los delitos graves como la blasfemia e idolatría, castigándolos con la pena de muerte, cuyo decreto, debía ser homologado por el gobernador romano.

Cristo no pretendió abolir la ley judía, ni la ley mosaica o ley de los profetas, él no vino a este mundo a destruir todo esto, sino que más bien lo vino a perfeccionar. Es precisamente este perfeccionamiento del Thora el que constituyó la causa del proceso de Jesús ante el Sanhedrín, pues lo reputaron como enemigo de los profetas.

Jesús fue previamente prejuzgado por Anás suegro de Caifás, quien era un prominente personaje del Tribunal de Jehová, haciéndole preguntas sobre ¿Quién le daba a él autoridad para hablar en nombre de Dios? Llevándole después a la casa de Caifás en la que estaba reunido el Sanhedrín, la defensa en la sesión que se estableció ahí estuvo a cargo de Nicodemus.

Este inminente personaje del proceso de Cristo, al responder una increpación que le hizo uno de los más furibundos enemigos de Jesús, Onkelos, afirmó: “En esta causa se atropella toda ley, toda tradición, y el Sanhedrín, la suprema autoridad de Israel, está ahora puesta en manos de unos intrigantes ambiciosos” y presintiendo el mismo Gamaliel la muerte de Cristo, lanzó esta demoledora frase: “Jesús de Nazaret morirá y también la honra y el prestigio del Sanhedrín”.

La ley ordenaba que se entendieran todas las causas en especial las criminales a la luz del día, prohibiéndose que se haga a puerta cerrada y nulifica las sentencias de muerte que no se dicten con Cónclave Gazith pues exigían la pena de muerte para Jesús, acusándolo de blasfemia.

Obviamente se habían violado todas estas ordenanzas de la ley, pues Nicodemus alegaba, ¿Por qué no nos encontramos en la Gazith, por qué no es de día, por qué el Santuario está lejos de nosotros, por qué las puertas de la casa están cerradas? También decía ¿Por qué tanto empeño en Juzgar esta misma noche a Jesús, a sabiendas que su sentencia sería dos veces ilegal?

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