El que vive para siempre

        El que vive para siempre        

FUNDAMENTO: Lucas 23:50-56; 24:1-12

VERDAD CENTRAL: La muerte y la resurrección de Jesucristo son las bases inconmovibles sobre las que descansa la fe cristiana.

TEXTO AUREO: El que vivo, y estuvo muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Apocalipsis 1:8

Salmo 28:7

OBJETIVO.

• 1. Reconocer la importancia de la resurrección de Cristo para la vida cristiana.
• 2. Citar pruebas de la realidad de la resurrección de Jesús  poder refutar las teorías falsas al cristianismo.
• 3. Celebrar con mayor gozo en todo el año la resurrección de Jesús y permitir que el poder de su resurrección obre en nuestra vida.

Bosquejo general:

1. La sepultura del Señor

1. Dos discípulos unidos
2. Una tumba para Jesús

1. El anuncio de los ángeles

A.        La pregunta de las mujeres

B.        La pregunta de los ángeles

1. La respuesta de los discípulos

1. Una proclamación del gozo
2. De la incredulidad a la fe

Introducción:

Uno de los milagros más grandes de la historia, pero a la vez uno de los temas más controversiales a través de los siglos es el hecho de la resurrección de Jesucristo. Este acontecimiento se constituyó en el fundamento de toda la doctrina cristiana expuesta en el Nuevo Testamento. La razón para ello es muy sencilla; sino hay resurrección no hay nada. (1 Corintios 15:12-19).

Los incrédulos han tratado de negar su resurrección. Los líderes religiosos en Jerusalén pagaron a los soldados que habían vigilado la tumba para que ellos no contarán lo que habían visto: la aparición de un ángel que quitó la inmensa piedra de la boca de la tumba.

Otros incrédulos dicen que las mujeres se equivocaron de lugar y fueron a otra tumba que estaba vacía. Pero cuando Pedro y Juan corrieron a la tumba sabemos que acertaron con el lugar y encontraron los lienzos, pero no el cuerpo (Juan 20:1-8).

Otra teoría falsa dice que las mujeres estaban histéricas de tristeza y ellas y los discípulos se habían alucinado con visiones de los ángeles y de Jesús.

La prueba más convincente de que los discípulos decían la verdad respecto a la resurrección de Jesús es que estuvieron dispuestos a morir y no de negarlo. No habrían dado su vida en defensa de una enseñanza que sabían era una mentira.  Ya hemos visto los sufrimientos de Pablo también por cuanto predicaba que Jesús había resucitado y era el Salvador. Y la prueba más convincente de la resurrección de Jesús para el mundo incrédulo hoy es ver en nosotros su presencia.

EXPOSICIÓN BIBLICA

1. La sepultura del Señor. Lucas 23:50-56

1. La confusión de los acusadores

La persecución no era nada nuevo para Pablo. No le extrañaba nada de eso porque el Señor Jesús había dado a entender que las persecuciones formarían parte integral de las experiencias de alguno de sus seguidores (Mateo 5:11). La única razón por la que Pablo estaba sufriendo era porque predicaba las buenas nuevas de Jesucristo.

Nuestra predicación o testimonio pueden llegar a ser de bendición para muchos, pero puede ser que para lograrlo tengamos que pasar por tribulaciones. Aunque nos parezca desagradable y difícil, debemos estar preparados para enfrentarnos a cualquier situación. La manera en que nos comportemos frente a las dificultades puede servir como testimonio poderoso de la obra de Dios en nuestra vida. La misma persecución que el diablo trama para nuestra destrucción puede ser usada por Dios para la honra y gloria de su nombre.

Ante la acción del sumo sacerdote Ananías, Pablo también respondió de una manera aguda y fuerte. El golpe que los siervos de Ananías le habían dado a Pablo en la boca no sólo era un acto ilegal sino que también era suficiente para irritar el enérgico carácter del maltratado apóstol.

Pregunta: ¿Cómo podemos considerar la respuesta de Pablo ante el maltrato físico que recibió?

La declaración que hizo Pablo con respecto a la resurrección de los muertos fue un tema crucial para sus acusadores. Pablo conocía muy bien la teología de las dos facciones que integraban el concilio. Cuando comenzó a declararles que él estaba siendo perseguido por anunciar la resurrección, los fariseos presentes cambiaron su actitud y salieron en su defensa. En efecto, la resurrección de los muertos, basada en la realidad de la resurrección de Jesucristo era un tema central de la predicación del apóstol Pablo. El Espíritu Santo hizo que Pablo trajera a luz este controversial tema que, a la vez de ser una gran verdad apoyada por los fariseos y negada por los saduceos, era la columna vertebral de la predicación del evangelio. La resurrección de los muertos era también la esperanza de Israel. Pablo usó muy acertadamente este tema como arma, lo cual puso en problemas a sus acusadores.

El efecto que causó la estrategia de Pablo de tocar este tema en la asamblea fue electrificante. Lanzo al Sanedrín entero al caos de la confusión. Los fariseos, quienes también creían en la resurrección de los muertos y en la esperanza de Israel, defendían a Pablo, mientras que los saduceos quienes eran contrarios a esta doctrina deseaban matarle.

Tan acalorada se puso la controversia del concilio que el tribuno o capitán de la guardia romana tuvo que mandar a sus hombres a rescatar a Pablo para evitar que los judíos lo mataran.

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