Ensayo teologia
Enviado por July Salinas • 4 de Octubre de 2021 • Informe • 2.026 Palabras (9 Páginas) • 131 Visitas
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Nombre y apellido del alumno/a: Salinas Julieta Rocío.
Materia: Teología
Profesora:
Comisión N” 4
Año Lectivo: 2021
EVALUACION INTEGRADORA
CONSIGNA:
Elegir un tema del programa y/o de los abordados en clase y realizar una reflexión personal a modo de ensayo sobre el mismo.
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EL AMOR DE DIOS ES MARAVILLOSO
INTRODUCCIÓN
En este ensayo me propongo examinar uno de los temas que considero de mayor relevancia dentro del estudio de la teología. Además es un tema que, sobre todo en nuestra sociedad, se podría decir que en cierto sentido está en declive. Me refiero al “Amor de Dios”. Digo esto porque me parece evidente que nuestra época tiene pocas consideraciones para conceptos religiosos. Escuchamos la palabra amor y pensamos, invariablemente, en una pareja o en el amor romántico; todos parecemos estar familiarizados con este concepto, sin embargo, este amor que mencionamos va más allá de un vínculo o sentimiento. Lo que se pretende esa dar a conocer a los lectores ese inmenso acto de amor que Dios hizo por nosotros, y brindarle el valor que se merece. Daré a conocer a ese Dios que nos revela su palabra, por medio de su atributo más conocido, el Amor. Empezaré con algunas cuestiones filosóficas referidas al amor para luego ahondar dicho tema desde el punto de vista religioso. Finalmente culminare este trabajo con una conclusión personal referida al tema.
Para iniciar con este ensayo de manera correcta, es menester aclarar qué se entiende aquí por amor según los grandes filósofos.
¿QUÉ DICEN LOS GRANDES FILÓSOFOS SOBRE EL AMOR?
El problema de las definiciones en filosofía no es que se carezca de ellas, es que nos enfrentamos a la abundancia de las mismas; esto mismo se aplica al concepto de ‘amor’, hay casi tantas definiciones del mismo como filósofos han existido, sin embargo, nos abocaremos al estudio de algunos grandes estudiosos de la filosofía.
Desde la perspectiva aristotélica el amor es considerado como la voluntad de querer para alguien lo que se piensa que es bueno; es amigo quien ama y es, a su vez amado, porque los amigos deben estar mutuamente en esta disposición; el amigo es quien se alegra con los bienes de su amigo y se entristece con sus penas; así: (Aristóteles, 2010b, p. 710-711).
La tesis de Aristóteles es, por tanto, que el amor al amigo constituye una extensión del amor a sí mismo. Y que, por consiguiente, en la amistad basada en la virtud el querer el bien del amigo, es una extensión del querer de aquello que es bueno en sí y, por tanto, bueno para uno mismo.
Siguiendo a Platón este considera que el amor es como un impulso que nos lleva a querer ir más allá de lo material en nuestra experimentación de algo, en el acceso a su belleza, que para el pensador tiene que ver con su cercanía a la verdad y no por su estética. En el caso de las personas, esta belleza pertenece a un plano espiritual que intuimos pero que no podemos llegar a hacer nuestro, ya que por algo no es algo material. Lo que caracteriza al amor es, por tanto, la búsqueda de lo verdadero y lo puro, que tiene que ver con la esencia misma de la belleza y que pertenece a un plano de existencia totalmente separado de lo físico. Es así que, en la vida mortal el amor platónico está lleno de frustración, ya que a pesar de que se intuye la belleza, es imposible experimentarla directamente a causa de las limitaciones de lo material.
Sócrates dice que el amor es algo mucho más complejo, pues está entre lo terrenal, pero también en lo divino. Según él, el amor no es sólo belleza, sino lo que hace querer vivir una vida honrada, lo que te da una causa para arriesgar tu vida y más. Este filósofo establece distintas líneas entre el amor, desde lo más superficial, hasta la belleza inmortal del alma. Lo que se puede decir es que primero amamos el cuerpo bello, pero que eso nos lleva a la decepción, por lo que amamos no la belleza del cuerpo, sino del alma. Esto desemboca en la belleza de las ideas, lo que nos permite amar de forma correcta. A pesar de que siempre existirá una especie de decepción, el amor es lo que nos motiva, lo que nos mueve y por lo que vale la pena vivir, incluso para un hombre que vivió para las ideas, supo que conocer sólo era factible a través del amor.
Finalmente el amor para Nietzsche, es un desprendimiento del pensamiento egoísta. Es un querer al otro, un pasar de desearlo a amarlo, un saber que se debe luchar contra el deseo de poseer para que este florezca. Si debemos leer esto en clave posmoderna, en la que la mujer ahora ha tomado un papel importante en la sociedad y un papel libre en cuanto al amor, se podría decir que la mujer también ama desde su propia naturaleza y que no es un ser destructivo, aunque sí complicado. De igual manera, el amor es esa pequeña salvación del mundo. Ese rincón donde todo nace y todo muere. Como diría Nietzsche (1994): “Lo que se hace por amor acontece siempre más allá del bien y del mal” (p. 33).
Como vemos podemos encontrar una variedad de ideas y pensamientos sobre el amor según los filósofos griegos, cada uno se preocupó por realizar el estudio de este enigma, siguiendo y planteando cada uno su ideología, partiendo desde su razón, vivencia, su cultura, y la época la cual se atravesaba.
Siguiendo en esta línea del amor, resulta necesario plantearla desde una idea ligada a la religión, ¿Cómo es considerado este amor para la comunidad cristiana?
Para la teología cristiana, Dios es Amor. Según Julián Marías (1994), el Nuevo Testamento está lleno de referencias al amor, en todos los contextos imaginables. El Dios de nosotros los cristianos (y solo él, entre todos los dioses que se conocen, según De Rougemont) no se apartó de sus criaturas, sino que al contrario, fue “el primero en amarnos” en nuestra forma y con nuestras limitaciones.
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