Ensayo Teologia

En el texto “Teología de la Liberación” de Gonzalo Guzmán, el autor hace un análisis de cómo se gestó el proceso de liberación Latinoamérica y el papel que desempeño la iglesia católica en el mismo.

Antes de comenzar, es necesario mencionar los distintos factores que engendraron el movimiento de liberación (romper la dependencia) en Latinoamérica y, a su vez, generar la conciencia de liberación en la misma.

En primera instancia, es importante considerar como primer factor el “desarrollismo” generado en la década de los 50’s. Dicho movimiento, se basaba en la idea de que desarrollarse significaba dirigirse al estadio en el que se encontraban los países desarrollados. A partir de esto, se generó un optimismo frente al desarrollo económico. Sin embargo, el movimiento no dio los resultados esperados.

Por otra parte, otro factor que se debe tomar en cuenta, es la dependencia que existía desde los países subdesarrollados (Latinoamérica en nuestro caso) hacia los países desarrollados. En este sentido, la dependencia produjo una inserción de las estructuras de manera desigual, de manera que se podía apreciar en todo ámbito, desde lo económico hasta lo político, pasando por lo cultural. Además, las clases sociales bajas fueron tomando conciencia de sus intereses.

Así, considerando lo anterior, se empezó a gestar un movimiento de liberación, expresándose en una nueva postura del hombre latinoamericano. De este modo, se planteó que la única manera de que América Latina consiga un auténtico desarrollo, era liberándose de la dominación ejercida por las grandes naciones capitalistas. Para conseguir esto, el autor plantea que se hace necesaria una especie de revolución social, que modifique la manera en que se vive actualmente en Latinoamérica. Un ejemplo de esto puede ser el foquismo guerrillero que surgió hace algunos años, que buscaba impulsar a las agrupaciones de personas a tomar una línea radical al respecto.

Uno de los principales agentes que promovió la liberación de Latinoamérica es el movimiento socialista, debido a que es mayoritario y representa la veta más fecunda y de mayor alcance. Sin embargo, para la construcción del mismo, es necesario contar con una teoría sólida y propia, adecuada a la realidad histórica de Latinoamérica. De esta manera, el socialismo podrá buscar, además de la liberación económica, social, política y cultural, la liberación del subconsciente, en donde el hombre latinoamericano se vea libre de todo tipo de servidumbre, que es lo que esencialmente busca.

Ahora bien, la iglesia también jugó un papel preponderante en el proceso de liberación de América Latina. Para poder comprender de mejor forma el efecto que tuvo en dicho proceso, es conveniente diferenciar la acción de los laicos, sacerdotes y religiosos y obispos.

En primera parte, los laicos buscaban alcanzar una sociedad más justa, debido al surgimiento de una pastoral de nueva cristiandad. Su actuar se ve reflejado en los movimientos apostólicos laicos, esencialmente en los de juventud, debido a que estos radicalizaron sus opciones políticas. Esto, a su vez, generó una participación política de los cristianos inédita. De esta manera, se comienza a formar grupos ecuménicos en los que los cristianos comparten su fe y sus esfuerzos por la creación de una sociedad más justa.

Por otra parte, los sacerdotes y religiosos buscan participar activamente en las decisiones pastorales de la iglesia, tratando que esta última rompa su lealtad a un orden injusto y comprometiéndose con el proceso de liberación de aquellos que sufren miseria y despojo. Además, existen sacerdotes que consideran necesario tomar decisiones políticas a nivel personal, siendo participes de grupos revolucionarios.

Por último, en el caso de los obispos, se puede apreciar una actitud de denuncia frente a las injusticias que viven en las regiones más miserables y explotadas de América Latina. Esto produjo que fuesen acusados de inmiscuirse en campos que no les competen (política, economía, etc.) e incluso, que fueses amenazados de muerte por parte de grupos de extrema derecha.

De este modo, se puede apreciar una actitud de solidaridad por parte de la iglesia para con América Latina, en el sentido de que se ve con la responsabilidad ética y moral de intervenir en la situación de injusticia que se estaba viviendo en Latinoamérica. Es importante señalar, que la iglesia reconoce que su actuar negligente contribuyó a alcanzar la situación de injusticia, “reconocemos, ante todo – dicen los obispos peruanos – que los cristianos, por falta de fidelidad al evangelio hemos contribuido con nuestras palabras y actitudes, con nuestro silencio y omisiones a la actual situación de injusticia”^[1].

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