Evangelium vitae
Enviado por Cinthia Herrera • 1 de Marzo de 2018 • Ensayo • 935 Palabras (4 Páginas) • 288 Visitas
EVANGELIUM VITAE
Publicada el 25 de marzo de 1995.
Consta de IV capítulos.
Autor San Juan Pablo II es su 11ª encíclica.
Esta cíclica hace un llamado a cada uno de nosotros en nombre de Dios para demostrar el valor de la vida humana.
CAPÍTULO II
HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA
Este capítulo nos habla sobre la vida nos demuestra cómo debemos ser fieles a la vida desde la concepción hasta la muerte natural
La vida humana es tan valiosa que dios la asumió para la salvación esta nos invita por medio de la encarnación a participar de su vida misma. Nuestra vida es sujeta de salvación
Vemos como tiene valor la vida humana desde el punto de vista teológico y como Dios nos invita a participar de su misma vida.
Dios tiene un amor preferencial para los más vulnerables, los más pobres:
La experiencia del pueblo de la alianza antigua y de la nueva se repite en todos los seres humanos del pueblo que constantemente es buscado por dios, los pobres que se encuentran a Jesús de Nazaret así como el dios amante de la vida había confortado a Israel en medio de los peligros, así ahora el Hijo de Dios anuncia, a cuantos se sienten amenazados e impedidos en su existencia, que sus vidas también son un bien al cual el amor del Padre da sentido y valor. Eso viene a consolar de forma preferencial a quienes están más necesitados, a los marginados y a los pobres. Esto hace que nos conmovamos más con las personas más necesitadas como médicos que estamos estudiando debemos tener más conciencia ya que si un pobre necesita de nuestro servicio debemos tomar conciencia y brindarles nuestro apoyo ayudándolos a tratar cualquier enfermedad que se les presente sin pensar recibir algo a cambio.
A cada uno pediré cuentas de la vida de su hermano: veneración y amor por la vida de su hermano.
En esta parte nos habla que somos imágenes de Dios, somos don de dios y por lo tanto nuestra vida proviene de dios y no podemos disponer de ella esto quiere decir que solo Dios puede dar vida y dar muerte.
«¡Tengo fe, aún cuando digo: “Muy desdichado soy”!» (Sal 116 115, 10): la vida en la vejez y en el sufrimiento 46. También en lo relativo a los últimos momentos de la existencia, sería anacrónico esperar de la revelación bíblica una referencia expresa a la problemática actual del respeto de las personas ancianas y enfermas, y una condena explícita de los intentos de anticipar violentamente su fin. En efecto, estamos en un contexto cultural y religioso que no está afectado por estas tentaciones, sino que, en lo concerniente al anciano, reconoce en su sabiduría y experiencia una riqueza insustituible para la familia y la sociedad. La vejez está marcada por el prestigio y rodeada de veneración (cf. 2 M 6, 23).
...