Fe Y Razon
Enviado por liliansav • 15 de Febrero de 2013 • 1.998 Palabras (8 Páginas) • 501 Visitas
TEOLOGIA DE LA FE E IDENTIDAD CRISTIANA
Empezaremos por definir:
La teología del griego: θεος theos 'Dios' y λογος logos: 'estudio, razonamiento', significando 'el estudio de Dios' y, por ende, el estudio de las cosas o hechos relacionados con Dios) es el estudio y conjunto de conocimientos acerca de la divinidad.
el sentido más corriente de la Iglesia Católica es una reflexión que intenta conocer y comprender la fe a partir de la razón.
«La fe «es compañera de vida que nos permite
distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas
que Dios hace por nosotros. Tratando de percibir
los signos de los tiempos en la historia actual, nos
compromete a cada uno a convertirnos en un signo
vivo de la presencia de Cristo resucitado en el
mundo» (PF 15).
La
Fe Humana: cuando se cree a un ser humano quien posee integridad para no engañar
Fe divina: es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado y que la Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma.
La teología distingue un hábito de fe (fe habitual) concedido por la gracia santificante (incluso a los niños, por medio del Bautismo), y un acto de fe (fe actual), necesario para quienes son capaces de obrar moralmente porque tienen uso de razón.
• La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él (cf Mt 16, 17). No basta la razón para abrazar la verdad revelada; es necesario el don de la fe.
• La fe es un acto humano. Aunque sea un acto que se realiza gracias a un don sobrenatural, En la fe, la inteligencia y la voluntad cooperan con la gracia divina: Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia» (STh II-II, q. 2, a. 9).
• Fe y libertad. «El hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios; En efecto, el acto de fe es voluntario por su propia naturaleza» (CEC 160; cf DH 10;
• Fe y razón. «A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica
la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero » (Vaticano I: DS 3017).
• Eclesialidad de la fe. «Creer» es un acto propio del fiel en cuanto fiel, es decir, en cuanto miembro de la Iglesia. «La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe. La Iglesia es la madre de todos los creyentes» (CEC 181).«Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre» (S. Cipriano, De catholica eunitate Ecclesiae: PL 4,503).
• La fe es necesaria para la salvación (cfr. Mc 16, 16; CEC 161). «Sin la fe es imposible agradar a Dios» (Heb 11, 6). «Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación etern» (LG 16).
La identidad de una persona o de un grupo humano siempre tiene que ver con un contexto
geográfico, histórico y sociocultural. El contexto, pues, proporciona las raíces más Profundas de la persona humana, indestructibles, que dan origen a la vida e identidad.
Constatamos una situación muy generalizada en que la identidad cristiana tiende a diluirse.
Vivimos una época de cambio:
• Tenemos dificultades en la comunicación, en la transmisión de valores, y en la vivencia concreta de la comunión
• El movimiento de secularización y la ignorancia religiosa hacen que nuestras respuestas no satisfagan la sed religiosa del pueblo.
• Para muchos, su Bautismo ha quedado sepultado en el olvido y la indiferencia.
• Se difunde a nivel mundial una cultura relativista y hedonista. Se ridiculizan los valores cristianos y se debilita el tejido familiar, haciendo que consideren a la Iglesia católica o la religión cristiana como el nuevo opio del pueblo.
La identidad en la antropología cristiana
La antropología cristiana entiende a la persona cristiana desde lo que es por su relación con Cristo. La referencia a la identidad es insustituible, lo cual no entra en los marcos de una cultura donde se ha perdido la referencia al ser humano como centro de todo.
El cristiano es algo más que un sujeto que tiene unas creencias y pretende responder a ellas con la mayor fidelidad posible. Ser cristiano es mucho más que responder a la normativa del evangelio, que implica a toda la persona desde lo más profundo de su ser. En esta línea se sitúa la catequesis, con el objetivo de «anunciar los misterios esenciales del cristianismo, promoviendo la experiencia trinitaria de la vida en Cristo como centro de la vida de fe» (DGC 33); o el Catecismo de la Iglesia Católica y que, consecuentemente, debe tener muy en cuenta la vida en Cristo con las relaciones con el Padre y el Espíritu, propias de quien participa de Cristo
¿Existe una identidad propia del cristiano?
Es frecuente encontrar en la vida del cristiano dos posturas extremas:
• Por un lado, quien entiende la vida cristiana desde uno mismo, acomodándola a los propios intereses.
• Por otro, quien ve la vida cristiana como fuente de exigencias y renuncias dolorosas. En el mismo extremo se encuentra quien ve al cristiano como sujeto de obligaciones y deberes, en quien deben encontrar eco todas y cada una de las exigencias
En ambos extremos hay un olvido total de lo que es ser cristiano.
Si la Iglesia recibió una identidad de parte de Cristo, su fundador, ¿dónde se encuentra? ¿se puede recuperar? ¡Por supuesto que sí! Pero, ¿habrá quienes la desean recuperar? Sólo con la acción del Espíritu Santo soplando sobre los pabilos humeantes vivificará la llama de la esperanza como respuesta a nuestras oraciones para lograr el avivamiento evangelizador que necesita el pueblo de los redimidos en los tiempos actuales. Ser cristiano,
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