ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fe Y Razon


Enviado por   •  24 de Julio de 2014  •  3.100 Palabras (13 Páginas)  •  388 Visitas

Página 1 de 13

LA ENCÍCLICA FIDES ET RATIO

La encíclica FIDES ET RATIO, dictada por Juan Pablo II en 1998, no forma parte de la DSI porque no es propiamente un “encíclica social".

Sin embargo, tiene un valor extraordinario para el ENTENDIMIENTO no sólo de la DSI sino, en general, de todo el pensamiento de la Iglesia.

"La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad". Esta frase, con la que se inicia la encíclica Fides et ratio de Juan Pablo II, es una síntesis de su contenido central: la cuestión de la verdad, que es la cuestión fundamental de la vida y la historia de la humanidad. Juan Pablo II defiende la capacidad de la razón humana para conocer la verdad, y pide que la fe y la filosofía vuelvan a encontrar su unidad profunda.

Al margen de las diferencias de cultura, raza o religión, todo hombre se plantea los mismos interrogantes sobre su propia identidad, su origen, su destino, la existencia del mal, el enigma que sigue a la muerte. Es decir, busca una verdad última que dé sentido a su vida. Para buena parte de la mentalidad actual, sin embargo, se trata de una búsqueda inútil, pues el hombre sería incapaz de alcanzar esa verdad.

La encíclica está organizada en siete capítulos, con una introducción y una conclusión.

INTRODUCCIÓN

Aquí se analiza cómo el hombre procura "conocerse a sí mismo" buscando respuesta a preguntas tales como "¿quién soy? ¿de dónde vengo y adónde voy?

¿por qué existe el mal? ¿qué hay después de esta vida?".

"El hombre tiene muchos medios para progresar en el conocimiento de la verdad, de modo que puede hacer cada vez más humana la propia existencia. Entre estos destaca la filosofía, que contribuye directamente a formular la pregunta sobre el sentido de la vida y a trazar la respuesta: ésta, en efecto, se configura como una de las tareas más nobles de la humanidad."

Juan Pablo II plantea un problema que suscitará un eco entre los hombres de cultura: ¿por qué diversos movimientos filosóficos contemporáneos insisten en subrayar la debilidad de la razón, impidiéndole de hecho ser ella misma, difundiendo así un escepticismo generalizado? Si con la Veritatis splendor el Papa quiso llamar la atención sobre algunas verdades de orden moral que habían sido mal interpretadas, con Fides et ratio quiere referirse a la "verdad misma" y su "fundamento" en relación con la fe. La Iglesia, afirma, "considera a la filosofía como una ayuda indispensable para profundizar en la inteligencia de la fe y comunicar la verdad del Evangelio a cuantos aún no la conocen".

Sin embargo, la encíclica destaca que en la actualidad predominan variadas formas "de agnosticismo y de relativismo, que han llevado la investigación filosófica a perderse en las arenas movedizas de un escepticismo general."

CAPÍTULO I. La Revelación de la Sabiduría de Dios.

Se presenta la Revelación como conocimiento que Dios mismo ofrece al hombre. Recuerda que, "además del conocimiento propio de la razón humana, capaz por su naturaleza de llegar hasta el Creador, existe un conocimiento que es peculiar de la fe". Son dos verdades que no se confunden, ni una hace superflua a la otra. La Revelación, al expresar el misterio, impulsa a la razón a intuir unas razones que ella misma no puede pretender agotar, sino sólo acoger.

Además, fuera de esta perspectiva, el misterio de la existencia humana resulta un enigma insoluble. "¿Dónde podría el hombre buscar la respuesta a las cuestiones dramáticas como el dolor, el sufrimiento de los inocentes y la muerte, si no en la luz que brota del misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo?".

Luego de afirmar que "en la base de toda la reflexión que la Iglesia lleva a cabo esta la conciencia de ser depositaria de un mensaje que tiene su origen en Dios mismo", esto es, en la Revelación Divina, la encíclica reconoce el hecho de la armonía esencial entre fe y razón.

"La verdad alcanzada a través de la reflexión filosófica y la verdad que proviene de la Revelación no se confunden, ni una hace superflua la otra."

"Ambas, aunque con medios y contenidos diversos, miran hacia este «sendero de la vida», que, como nos dice la fe, tiene su meta última en el gozo pleno y duradero de la contemplación del Dios Uno y Trino."

CAPÍTULO II. Credo ut Intellegam.

Éste corresponde a la idea de "la fe en busca del entendimiento". De allí que el capítulo esté dedicado a la fundamentación bíblica de la relación entre fe y razón.

Esto consiste en la convicción de que hay una profunda e inseparable unidad entre el conocimiento de la razón y el de la fe. Se demuestra cómo el pensamiento bíblico, basado en esta unidad, había ya descubierto una vía maestra hacia el conocimiento de la verdad: la imposibilidad de prescindir del conocimiento ofrecido por Dios, si se quiere conocer plenamente el camino que todo hombre debe recorrer para responder a las preguntas fundamentales sobre la existencia.

“La Sagrada Escritura nos presenta con sorprendente claridad el vínculo tan profundo que hay entre el conocimiento de fe y el de la razón”.

"La peculiaridad que distingue el texto bíblico consiste en la convicción de que hay una profunda e inseparable unidad entre el conocimiento de la razón y el de la fe. Ésta no interviene para menospreciar la autonomía de la razón o para limitar su espacio de acción, sino sólo para hacer comprender al hombre que el Dios de Israel se hace visible y actúa en estos acontecimientos."

"La razón y la fe, por tanto, no se pueden separar sin que se reduzca la posibilidad del hombre de conocer de modo adecuado a sí mismo, al mundo y a Dios."

CAPÍTULO III. Intellego ut Credam

Aquí, el nombre en latín corresponde a la idea de "la inteligencia en busca de la fe".

El capítulo está dedicado, pues, al la búsqueda de la verdad.

El Papa parte de la experiencia de que todo hombre desea saber, y de que la verdad es el objeto propio de ese deseo. El hombre, con su razón, que pregunta siempre y sobre todas las cosas, tiene la posibilidad de alcanzar la verdad sobre su existencia, una verdad que por su naturaleza es "universal", válida para todos y para siempre, y "absoluta", es decir, definitiva: "las hipótesis pueden ser fascinantes, pero no satisfacen".

"De por sí, toda verdad, incluso

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com