Hoteles Golf

HOTELES GOLF

Desde 1956 la familia de don Severiano Cañizares, compuesta por el matrimonio un hijo y dos hijas, se ha venido dedicando al negocio hostelero, aprovechando la experiencia adquirida por el señor Cañizares y las condiciones turísticas de su lugar de residencia: Estepota (Málaga).

La familia Cañizares comenzó sus actividades con un pequeño hotel en el Paseo Marítimo de dicha ciudad, calificado por el Ministerio de Turismo como hotel-residencia, y con una capacidad de 30 camas, la mayoría en habitaciones dobles.

En 1961, como consecuencia del esfuerzo familiar y del desarrollo turístico de la zona, pudieron ampliar el hotel hasta 80 camas, siendo calificado como de dos estrellas. Para poder atenderlo se contratan dos camareras, tanto para el comedor como para los pisos, y un conserje de noche. En aquel tiempo don Severiano adquiere un gran terreno en la playa de Manilva, soñando que en un futuro la Costa del Sol tendría allí su desarrollo.

La buena marcha del hotel Playa de Estepota, el aumento de la familia al casarse las hijas, cuyos maridos entraron a trabajar en el hotel, y las perspectivas de la Costa del Sol, deciden al señor Cañizares a ampliar el negocio en un doble sentido, primero incrementando su actividad comprando y construyendo hoteles para cada uno de sus hijos, y segundo profesionalizando la misma. Con este fin entraron dos nuevos socios y amigos, con experiencia en el sector y con algunos ahorros.

En la primavera de 1966 se construye la sociedad anónima “HOTELES Y PLAYAS”, con un capital social de 25.000.000 de pesetas, aportado en un 60 por 100 por el señor Cañizares y un 20 por 100 por cada uno de los nuevos socios; don Manuel Rivero y don José (Pepin) Piñeiro, ex maitres de hoteles de lujo de la zona. La sociedad, haciendo uso del crédito turístico, construyó el Hotel Playa de Manilva, de 120 plazas y tres estrellas, y compró dos hoteles, uno cerca, en San Pedro de Alcántara, y otro en Marbella, ambos de tres estrellas y de 100 plazas cada uno.

En aquella época don Severiano y sus socios estaban preocupados por alcanzar niveles profesionales de alta calidad, para los que la organización interna de la empresa era algo importante. En este sentido mantienen estrechos contactos para seleccionar y formar personal competente en la Escuela de Hostelería y de Turismo de Málaga. Para mejorar la gestión de la empresa, Severiano Jr. se marcha dos años a Lausana a especializarse en dirección de hoteles, haciendo luego un master de enseñanzas similares en España.

A su vuelta en 1970 el flamante universitario trae nuevas ideas, proponiendo a su padre y socios una nueva estrategia a seguir por la empresa. De una parte, reestructurar algunos de sus hoteles pequeños, inclusive vender alguno. De otro lado, construir algunos más hacia Cádiz y en Marbella, calificados como de lujo, cuatro o cinco estrellas, y dotados de

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