LA TERCERA TENTACIÓN
Enviado por martin3hernan7 • 11 de Diciembre de 2013 • 1.173 Palabras (5 Páginas) • 400 Visitas
JMC/SERMONES
Asunto: Servicio.
Tema: El servicio a Dios.
Título: La Tercera Tentación.
LA TERCERA TENTACIÓN
Mateo 4:1-11 describe cómo Satanás tentó a nuestro Señor Jesucristo. Está claro que la primera tentación tiene que ver con el cuerpo: Jesús tuvo hambre. Después de un prolongado ayuno es normal sentir hambre. Sin embargo, Jesús no cayó en la tentación del pan, demostrando así que Él controlaba el hambre, no el hambre lo controlaba a Él. Que Él controlaba sus apetitos, no los apetitos lo controlaban a Él. Era muy baja esa tentación como para hacer caer a Jesús.
La segunda tentación tiene que ver con el alma: el deseo de demostrarle a otros quién soy y qué puedo hacer. Apela al orgullo, al deseo perverso del exhibicionismo. Satanás reta a Jesús para que demuestre su divinidad en una caída libre de 117 metros. Nuevamente, Jesús no cayó en la tentación del exhibicionismo temerario. Era muy baja esa tención como para hacer caer a Jesús.
La tercera tentación tiene que ver con el espíritu, es decir: a quién adoramos y a quién servimos. Usando la tentación de la ambición y el poder mundano, Satanás le pide a Jesús que se postre y lo adore. Lejos de caer en esta asquerosa tentación, Jesús responde contundentamente: "vete Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás".
En la respuesta de Jesús a la tercera tentación satánica, quedan establecidas dos verdades:
La primera verdad es que adoración y servicio son inseparables. "Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás". Todo adorador es un servidor y todo servidor es un adorador. Quien no adora tampoco sirve, y quien no sirve tampoco adora.
La segunda verdad es que las creaturas deben servir al Creador no servirse del Creador. Satanás, es una creatura de Dios, y aún en su estado caído e irredento Dios lo puede usar cuantas veces Él quiera usarlo.
Los seres humanos, confundidos por Satanás, también han querido servirse de Dios en lugar de servir a Dios; han querido usar a Dios en lugar de ser usados por Dios. No se trata de un juego de palabras, se trata de algo esencial.
Satanás y los satánicos ven a Dios como su sirviente. Desean que Dios, el Creador, se postre y los adore. Que Dios los sirva en lugar de ellos servir a Dios.
En la Biblia encontramos esa clase de gente, gente impía, que se han querido servir de Dios y no servir a Dios. Veamos tres ejemplos:
Los hijos del sacerdote Elí. (1 Sm. capítulos 1-4)
Estos hombres, a quienes les correspondía el oficio sagrado del sacerdocio, la Escritura los describe como "hombres impíos, y sin conocimiento de Dios" (1 Sm. 2:12). Valiéndose de su posición cometían abusos terribles: no tenían respeto por las ofrendas, dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo, eras blasfemos; sin embargo, quisieron ser los guardianes del arca del pacto de Dios (4:4). El juicio de Dios vino sobre ellos, pues tanto el padre como los hijos murieron en el mismo día. El juicio de Dios alcanzará a todo irreverente y blasfemo que quiera servirse de Él en lugar de servirle a Él.
Los hijos de Esceva. (Hechos 19:13-17)
Esceva era un judío, jefe de los sacerdotes. Sus siete hijos, exorcistas ambulantes, "intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que
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