LO ASOMBROSO
Enviado por supracultura • 11 de Septiembre de 2012 • 1.822 Palabras (8 Páginas) • 348 Visitas
LO ASOMBROSO
¡…De la Ciencia a la Filosofía, de la Filosofía al Arte, del Arte a la Religión!
Jorge Vélez Restrepo, Medellín, Colombia, 20 de XII -2005
……Vinieron pues unos fariseos a Jesús y tentándole le decían: “Dinos, pues, qué te parece”: “¿Es justo dar tributo César, o no?”. Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: “¿por qué me tentáis, hipócritas?”.
“Mostradme la moneda del tributo”. “Y ellos le presentaron un denario”.
“Entonces les dijo”: ¿“De quién es esta imagen, y la inscripción?”.
“Le dijeron”: “De César”. “Y les dijo”. “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”.- (Mateo 22: 17.18.19.20.21).
A pesar de que el dinero fue inventado por un terrible demonio, más allá de los anales de los historiadores, oculto ya su origen tras la cortina de los tiempos, no se puede decir que el dinero es bueno, o es malo. Simplemente es un medio, cargado, eso sí, de las fuerzas tenebrosas de Lucífago Roffocale, su “progenitor”. Es, pues una fuerza, una energía tenebrosa.
Mas lo concreto, lo irrefutable, en la parábola, es la separación incontrovertible, clara y absoluta, que hace nuestro Señor el Cristo, de lo que es El MUNDO, expresado por el majestuoso PROTOTIPO DEL CESAR, y lo que es Dios.-
De una vez, pues, quiero deslindar en nuestra ignorancia ese concepto tan elemental, simplista y pueril que se nos ha esculpido en nuestra psiquis de lo Diablo.
Yo puedo decir, gritar a todo pecho, y en todos los idiomas, que Nuestro Señor EL DIABLO, no sólo es nuestro padre (“…. Vosotros sois de vuestro padre el diablo”. Jn .8: 44), sino que es el amo del mundo, el amo de los Infiernos, el amo de los Cielos.
El es el que manda, el es el Patrón, el es el Rey, quieran o no todos los anacoretas de todas las Religiones; los eruditos, los tiranos del mundo!
Nos proponemos distinguir, sin lugar a confusiones, lo que es propiamente el MUNDO, de lo que es nuestro PLANETA TIERRA.
Empezaremos pues por ordenar el objeto de nuestro tema, de modo que podamos mantener el “hilo” de lo que estamos tratando, no sea que empecemos con el mundo, nos vamos para los cielos y acabemos en los Infiernos.
Les pido, mis amigos, devotamente, comedidamente, con esa cultura de que ustedes son dignos dueños, me den un espacio y tiempo para prender siquiera un foquito de ese tan espinoso tema que presupone hablar de tan portentoso MAGO de erizados pelos, llamado Nuestro Señor EL DIABLO.
Porque, no nos digamos mentiras, hablar del Diablo, de nuestro Señor el Diablo, así no más, es creerse uno mucho, o mejor dicho, es ser uno muy chicanero, o digamos, muy ignorante!
Recuerdo de un buen amigo mío, hombre ilustre, un señor Ingeniero Civil; hombre asentado, maduro, de letras, a quien habíamos dicho que practicando ciertos estudios se podía invocar la presencia de nuestro señor el Diablo, pues que cada uno tiene el suyo propio, digamos; hablar con él, conversar con él, ya que tiene tantos y tantos poderes, resulta súper-interesante para uno que se cree tan macho.
Así que Rafael, nuestro buen amigo de los tiempos idos, tomó la cosa muy en serio y lleno de fe, rogaba todos las noches, exaltado en sus plegarias, que por gracia a su profunda devoción se le presentase su Diablo Intimo, y fue así como una noche de tantas, sumido en su oración irrumpió en la penumbra de la recámara, ante sus ojos, allí de cuerpo entero, un impecable caballero que, mirándole, le impetró así: me buscabas?....cuenta mi amigo, quien intuyó asombrado que estaba ante la presencia inequívoca de su propio Diablo, que presa de un estado indescriptible, ante la figura regia como sobria de tal caballero, visible con toda claridad en la penumbra de la obscura noche, ante sus propios ojos, y ante su elemental pregunta, despierto completamente, con el uso normal de sus sentidos, en el suspenso que separa la vida de la muerte, no le surgieron palabras, ni gestos, ni movimiento alguno, tampoco temblaba ni tenía terror…, entonces Satán, su Señor Diablo, vuelve y le dice: …y ahora qué?... mi buen amigo, Rafael, despertó…
Como dice el bardo: “…Así son las cosas cuando son del alma”…..
Obviamente, en estos estudios de lo oculto, que no resulta ni tan oculto, ya que lo que pasa es que somos muy ignorantes y nos da pena, nos da vergüenza decirlo.
Nuestra permanencia aquí en la tierra ciertamente es muy fugaz, efímera, corta, relativa y desconocida.
De niño el mundo de uno se limita a papá y mamá, a su muy próximo entorno: un juguetico, una caricia, una tierna palabra, una carreta de hilo, una hormiga, un gatito…
Los días pasan. Con los primeros años se incrementa nuestra fantasía; empezamos a soñar de lo lindo: ...Cuando sea grande; cuando sea doctor; cuando sea el capitán de un gran barco; cuando yo sea el Presidente de la República … Y así, entre crecientes penas y alegrías, cuando menos pensamos, ya no somos niños; ya no somos los niños tiernos, dulces, inmensamente sabios de antes, a los que los Nomos, Hadas y Nereidas juguetonas se aparecían.
Ahora somos jóvenes, somos, digamos, los “bachilleres”. Soñamos de lo lindo.
Navegamos en otras aguas. Ya no somos niños… Los mayores se estancaron, ya son “cuchos,” son viejitos,
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