La Escolástica

La escolástica es una doctrina filosófica que se refiere a un pensamiento dogmático referente a una forma de pensar única. Esta doctrina conlleva a la formación de otra corriente de pensamiento llamada el Dogmatismo. Está referida esta doctrina, al hecho de que el pensamiento único y absoluto es la verdad cristiana y excluye a otras corrientes de pensamiento.

Este conjunto de ideas surge en la Edad Media y su representante más insigne es santo Tomás de Aquino, quien escribió justamente una obra denominada La Escolástica. A partir de esa obra se produce una corriente filosófica llamada el escolasticismo que trasciende hasta nuestros días y se aplica cada día menos a las artes, a la arquitectura, al conocimiento científico y sobre todo al pensamiento educativo. En nuestro tiempo se aplicó con mayor rigurosidad en las escuelas y universidades en las primeras décadas del siglo XX, lo cual trajo como consecuencia la confrontación y el debate con otras corrientes de pensamientos como la positivista, la marxista, estructuralista, contra las cuales no permitían la libre discusión de las ideas por eso la crítica hacia la escolástica puesto que era y aún lo es de alguna manera, un pensamiento atrasado para aplicar en el proceso de enseñanza – aprendizaje ya que este justamente se destaca por el dogmatismo.

El dogmatismo es aquella doctrina que no permite recibir del exterior otras ideas sino la que ella sostiene, por eso hablamos de personas dogmáticas en el diario vivir. Precisamente una persona dogmática es aquella que posee un conjunto de creencias que para ella son verdad y no permiten que otras interfieran con la forma de interpretar la realidad.

Esta filosofía eminentemente surge en Europa, sede del pensamiento eclesiástico y de los grandes doctores del cristianismo, es por ello ineludible tocar la figura de santo Tomás de Aquino, quien fue el creador de una obra magistral llamada La Escolástica, esta obra empezó a ser leída en los monasterios y seminarios de la época medieval y rápidamente se extendió por toda Europa hasta tener la confrontación con las ideas de Lutero y Calvino que produjeron posteriormente un sigma en la Iglesia Católica, formando lo que se llamaría el Protestantismo. Precisamente, Lutero y Calvino tomaron como base la obra La Escolástica de santo Tomás de Aquino para argumentar su posición. Obviamente, esas corrientes de pensamientos se trasladan a la América en el proceso de conquista y colonización de las grandes misiones Jesuitas, Franciscanas, Dominicas, entre otras y la discusión continuó en las Américas con el mismo principio que Dios es la dimensión de todo y que todo se explica en función de esa verdad, luego llegó a los altares de las iglesias de toda América y a los intelectuales que estaban impregnados de nuevas corrientes de pensamiento. Hay una particular característica que hay que destacar, en América, más que

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