Mater Et Magister
Enviado por goyzueta4 • 20 de Octubre de 2013 • 881 Palabras (4 Páginas) • 437 Visitas
1.- Presentación
2.-Resumen del capitulo
Al servicio de la vida
Dios al crear al hombre le dio un precepto y mandato a los hombres en el momento de la creación, que se multiplicaran y poblaran la tierra.
El segundo de estos preceptos no se dio para destruir los bienes naturales, sino para satisfacer con ellos las necesidades de la vida humana.
Dios ha otorgado al ser humano recursos para afrontar de forma digna las cargas inherentes a la procreación de los hijos.
Colaboración en el plano mundial
Dimensión mundial de los problemas humanos más importantes
Las relaciones entre los países, por los adelantos científicos, en todos los aspectos de la convivencia humana, se han estrechado mucho más en estos últimos años. Esto causa la interdependencia de los pueblos.
Desconfianza recíproca
El ánimo de los hombres y de todos los pueblos va ganando cada día más terreno el convencimiento de esta doble necesidad. Esto ha causado un temor entre el los hombres y el Estado sea cada vez evidente, lo que hace que los países quieran defenderse y por eso el afán de armarse para evitar cualquier ataque.
Falta el reconocimiento común de un orden moral objetivo
La causa de esto es que los hombres, y las autoridades de los Estados, tienen en su actuación concepciones de vida totalmente diferentes.
El término justicia y la expresión exigencias de la justicia son parte del lenguaje común de los hombres, sin embargo, estas palabras nos tienen en todos la misma significación; más aún, con muchísima frecuencia, la tienen contraria.
El Dios verdadero, único fundamento del orden moral estable
Para que la falta de desconfianza que existe entre ellos se acabe, una solución seria que reconozcan ambos las leyes de la verdad y la justicia.
La base única de los preceptos morales es Dios. El hombre, no consta sólo de cuerpo, sino también de alma, de inteligencia y libertad. El alma pide una ley moral basada en la religión.
Los hombres de hoy, que ven aterrados con sus propios ojos cómo las gigantescas energías de que disponen la técnica y la industria pueden emplearse tanto para provecho de los pueblos como para su propia destrucción.
Síntomas esperanzadores
Las naciones más ricas, los hombres, insatisfechos cada vez más por la posesión de los bienes materiales, abandonan la utopía de un paraíso perdurable aquí en la tierra.
Todos estos hechos parecen infundir cierta esperanza de que tanto los individuos como las naciones lleguen por fin a un acuerdo para prestarse múltiples y eficacísima ayuda mutua.
La reconstrucción de las relaciones de convivencia en la verdad, en la justicia y en el amor
Ideologías defectuosas
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