Predicaciones
Enviado por yelitza_22 • 10 de Junio de 2014 • 1.986 Palabras (8 Páginas) • 298 Visitas
Sal Fuera de la Cueva donde te Encuentras
Como un guerrero de Dios Cuando Jezabel se enteró de la muerte de los sacerdotes de Baal en manos del profeta Elías, se encendió en furia y envió un mensajero para anunciar al profeta que al día siguiente él iba a sufrir la misma muerte que los sacerdotes.
La reacción de Elías no se hizo esperar, pero no fue la que estaríamos esperando de un profeta que clamó a Dios e hizo caer fuego del cielo sobre el altar de los sacrificios, después de desafiar a 450 profetas de Baal, y 400 sacerdotes de Asera. Elías decidió huir al desierto, y estaba tan abatido que se sentó debajo de un árbol para dejarse morir, pero Dios no abandonó a Elías en su desesperanza, sino que le envió un ángel para que lo alimentara y tuviese fuerzas para seguir su camino.
La Palabra de Dios es fiel y verdadera 1ª Reyes 19: Anduvo cuarenta días y noches por el desierto hasta que llegó a Horeb, al monte de Dios. Dice el versículo 9 “Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?”.
¡Qué pregunta le hace Dios! “¿Qué estás haciendo en este lugar, Elías?” Es evidente que Elías no estaba en el lugar donde Dios quería que él estuviera.
Hay una tendencia humana a escondernos cuando las cosas andan mal, o pésimamente muy mal. ¿Cuantas veces siendo niños nos hemos escondido después de hacer alguna travesura, creyendo que nuestros padres no nos encontrarían para disciplinarnos?
Esto lo heredamos de Adán, después de pecar lo primero que hizo fue esconderse de la presencia de Dios. Y ciertamente estaba bien escondido, pues el Señor tuvo que preguntarle en alta voz: “¿Donde estás tú?”.
Sal de ahí Es que Adán tampoco estaba en el lugar donde Dios lo había puesto.
Fijémonos en el presente suceso de la era actual: Después del ataque terroristas a las torres de Nueva York, los ciudadanos norteamericanos se refugiaron en sus hogares. Al punto que el Gobierno se vio obligado a realizar una campaña de difusión pública para alentar a las personas a que salieran de sus hogares, y visitaran los centros comerciales, los lugares de recreo o de esparcimiento, porque el mercado de consumo estaba sufriendo una de las peores crisis económicas, y la reseción estaba a las puertas de la economía estadounidense.
Creo que es bueno preguntarnos a nosotros mismos: ¿Donde estamos hoy?
Donde estamos respecto al lugar en que Dios nos ha puesto para lograr ser lo que Dios quiere que seamos.
Por si usted tiene alguna duda respecto a cuál es el lugar donde debes o debemos estar déjeme aclarártelo.
El lugar donde nos debemos encontrar hoy es el lugar donde estemos disponibles, y sirviendo activamente al Señor de Señores, avocados a la tarea de ganar almas para el reino de Dios y cumpliendo fielmente con su mandato que Él mismo nos dejo en la Gran comisión.
El Señor había llamado a Elías a un ministerio profético y de milagros, y Elías lo venía cumpliendo a la perfección, hasta que se encontró frente a una amenaza que atentaba contra su vida, y allí se detuvo; y terminó escondido en una cueva.
Quizás usted se encuentra hoy en una situación similar, y que como Elías, empezó con toda la fuerza y el fuego del Espíritu Santo, estuvo sirviendo fielmente al Señor, y puede enumerar las victorias de cómo Dios lo usó en Su viña.
Pero, algo ocurrió en su vida que detuvo su andar, y hoy se encuentra refugiado en una cueva espiritual, inmovilizado, y vive en desesperanza creyendo que está en el ocaso de su ministerio. O quizás, hasta ha pensado en jubilarse y dejar el ministerio.
Motivo de alerta Quiero preguntarle algo: ¿Acaso usted ha recibido algún formulario para jubilación del Ministerio de Trabajo del Cielo? ¿Ningún ángel se los alcanzó? O ¿Está esperando recibirlos? Pues le tengo una mala noticia, en la obra de Dios no hay jubilación ni jubilados, sino pregúntele a Caleb.
Como un guerrero de Dios Conoce usted a Caleb? El guerrero de Dios que subió un monte a pelear con gigantes y los venció a los ¡85 años de edad! El estaba excedido en 20 años en su edad para jubilarse.
Volvamos a Elías, vamos a leer 1ª Reyes 19: 1-3, dice así la palabra de Dios: “Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aún me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos”. Y el versículo 3 dice que Elías “viendo, pues el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida”.
¿Qué estaba ocurriendo con la valentía del profeta de Dios? ¿Qué fue lo que cambió su valor por una vergonzosa huída?... Lo que ocurrió es que Elías miró el peligro y luego se miró a sí mismo, y al instante se vio como un perdedor.
Quizás calculó el número de soldados que venían contra él, y se vio derrotado. No sólo tuvo miedo sino que dudó de que Dios lo ayudaría en este gran problema.
Cuando un creyente le cree a la adversidad, o le cree a la bancarrota que le amenaza, o le cree a la debilidad en sus fuerzas, o le cree a la enfermedad que lo toca, y luego las compara con sus propias habilidades y recursos, como resultado comenzará a verse perdido, porque está midiendo las imposibilidades con sus propias fuerzas, y termina ocurriéndole lo que le ocurrió a Elías, se deja dominar por el temor, y luego vienen las dudas, la decepción, y finalmente se mete en la cueva.
Vamos seguros Jesús es nuestro timonel, Él guia nuestra nave ¿Recuerda a Pedro cuando salió de la barca y caminó sobre las aguas? Dice Mateo 14:30: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo
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