Santo Tomas

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Introducción

Santo Tomás vástago de los condes de Aquino, nació en Roccasecca hacia 1225 o 1226, A veces referido como el médico angélico y príncipe de los escolásticos, sus escritos lo convirtieron en la figura más destacada de la escolástica y uno de los teólogos católicos más eminentes. Nacido en una familia noble en Rocaseseca (cerca de Aquino, Italia), fue educado en el monasterio benedictino de Monte Cassino y en la Universidad de Nápoles; En 1243, el año de la muerte de su padre, ingresó en la orden de los dominicos antes de poder graduarse. Su madre se opuso a que Thomas se uniera a la orden de los derviches, encarcelándolo en el castillo familiar durante más de un año, tratando sin éxito de que abandonara el camino elegido. Lo liberó en 1245 y Thomas luego viajó a París para completar su formación.

Estudió con el filósofo escolástico alemán Alberto el Grande y lo siguió a Colonia en 1248.fue maestro de teología en la universidad de Paris y en la de Nápoles su obra es vastísima y sus escritos principales son: La suma contra gentiles, la suma theologiae; El comentario a Aristóteles; el comentario a Boecio entre otros. Hasta Tomás de Aquino, el pensamiento occidental estuvo dominado por la filosofía de San Agustín, el gran Padre de la Iglesia de los siglos IV y V y Maestro de la Iglesia Occidental, quien creía que uno debe confiar en la experiencia sensorial en la búsqueda de la verdad.

Santo Tomás, la razón y la fe

La base del sistema autonomista es una definición estricta de la relación entre fe y razón. La razón no puede justificar todo lo relacionado con la creencia, de lo contrario la creencia misma perdería todo valor. Pero puede servir a la fe de 3 maneras diferentes. Primero, los opuestos racionales o preámbulos para justificar la creencia, aquellas verdades necesarias para justificar la creencia misma. Si una persona no sabe que hay un Dios, no puede creer lo que Dios ha revelado. La razón natural muestra que Dios existe, que es único, que posee atributos que se le pueden atribuir al considerar las cosas que ha creado. En segundo lugar, la filosofía se puede utilizar para iluminar la verdad de la creencia, y en tercer lugar, puede combatir la oposición a la creencia y probar su falsedad. Tomar la indagación racional aceptada como la propia autonomía, mientras se somete a las creencias que orientan su adecuada conducta.

Santo Tomás y Aristóteles

Santo Tomás, en virtud de la verdadera distinción entre esencia y existencia, debe distinguir la existencia de seres que están separados de la existencia y por lo tanto creados, y la existencia de Dios que es idéntico a la esencia y por lo tanto necesariamente existe. Dios es un ser superior que existe a través de la participación. Si para Aristóteles sólo existe una ciencia del ser mismo, para Santo Tomás la ciencia de las entidades creadas es distinta de la ciencia del ser necesario.

Santo Tomás está de acuerdo con la distinción de Aristóteles entre ser primo en sí mismo o naturaleza y ser primo para nosotros, siendo Dios primo en el orden del ser, no en el orden del conocimiento humano derivado de los sentidos. Por tanto, es necesario probar la existencia de Dios, partiendo de las cosas que nos son más importantes, las cosas sensibles las toman como efectos y vuelven a sus causas. Este es un argumento de causa a efecto. Esto es imposible porque no conocemos la causa sino a través del efecto. Por eso Santo Tomás rechaza la prueba ontológica de San Anselmo, porque, aunque se crea que Dios es del cual no pensó en nada mayor, eso no quiere decir que haya una realidad, y no sólo entre los intelectuales Santo Tomás enumera 5 formas de inferir la existencia de Dios comenzando con efectos sensibles.

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