Seminario humanistico cristiano

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1_ ¿Considera Usted que esta combinación del reparto tripartito del capital refleja una visión cristiana liberadora? Explique su respuesta.

           Entendiendo a la economía de comunión como una propuesta novedosa e innovadora por la idea de poner la cultura del dar y del amor en el centro de la actividad económica y empresarial, en contrapartida con la idea tradicionalista y vigente de una economía capitalista, donde el amor y el otro son desplazados por el consumismo, el individualismo y competitividad, se podría decir que la lógica de los tres tercios invita a una revisión de una de las actividades que estuvo y está presente en lo cotidiano de la vida del ser humano, intercambiar, producir y trabajar, en el sentido de devolverles el carácter de “bueno” y “potencialmente humanizante”. En este sentido es preciso apuntar a un cambio no solo del hombre- que pase de ver al Otro como un rival y lo vea más bien como el prójimo- y de la misma cultural, visualizando esta nuevas (o más bien ocultas) formas de valorar nuestro accionar, desde el respeto, el amor, el dar. La repartición de ganancias plantea una equitativita – parte para las personas en situación de pobreza, parte para los empresarios y trabajadores y parte para el financiamiento de la empresa- en donde se reconoce una igualdad, una cultura de pobreza, en donde este Otro( pobre, marginado, oprimido) es un hermano, y que así como este puede carecer de algo material, el empresario, el pez gordo, también experimenta un tipo de carencia, en entender que las diferencia, en ocasiones, son menos que las similitudes.

           En este sentido pienso que es una visión liberadora cristiana porque se ve reflejado la idea de la entrega y un compartir verdadero, en donde no se da lo que sobra, sino lo que se tiene, en donde las relaciones están atravesadas por el amor, en cuanto este significa sufrir, por renunciar a algo y darse al otro. Liberadora en el sentido de “superar”, “soltar” esas ideas de economía abstracta, perversa y cruel que desde hace tiempo atrás inició, también, como una propuesta ilusoria de liberación y emancipatoria. Es así como la proximidad debe ser esencial, para entender que en la dimensión económica, que atraviesa tajantemente nuestras vidas, también deben estar presente el amor, el poder dar y recibir y que mejor ejemplo para reflejar esta idea es la crucifixión de cristo, quien da, solo lo que tiene, SU VIDA por amor a los demás rompiendo así con los esquemas tradicionalista de la época y mostrando que siempre hay una alternativa.

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