Trabajando En Equipo
Enviado por daniblumar72 • 5 de Octubre de 2014 • 2.030 Palabras (9 Páginas) • 229 Visitas
Trabajo en equipo
Efesios 4:1-16
INTRODUCCIÓN:
Los chilenos, al igual que muchos latinoamericanos, nos hemos caracterizado por trabajar detrás de grandes caudillos que nos han llevado a limitar el desarrollo de la sociedad y muchas veces eso se ha trasladado a las iglesias locales en donde la actividad depende del personalismo de un individuo fundamentalmente. Pero eso no es lo que la Palabra de Dios nos refiere, sino que se nos habla de la Iglesia como un cuerpo en donde el desarrollo armónico depende fundamentalmente del trabajo de todos nosotros para lo cual cada uno de nosotros ha sido capacitado especialmente por Dios con dones.
De este cuerpo solamente una persona merece un posición dominante sobre todo el organismo en funcionamiento, el cual es solamente es Cristo Jesús.
Los personalismos han debilitado mucho al cuerpo de Cristo ya que si el desarrollo de un cuerpo depende que todo pase por la opinión de una sola persona, esto forma un cuello de botella que enlentece la circulación de la “toma de decisiones”.
Además una persona sola trabajando nuca podrá tener un Gran desarrollo en lo que hace pues el “trabajo en Equipo es superlativamente superior al del individualismo. Así la Biblia ya lo dice “Un cordón de tres dobleces no se rompen fácilmente.
Alguien dijo que: “Si yo tengo una buena idea, y tú tienes una buena idea, ¿cuántas ideas tiene cada uno de nosotros? Una. Pero si yo comparto mi idea contigo y tú compartes la idea conmigo, ¿cuántas ideas tiene cada uno?... ¡Dos!.
ES MUCHO MÁS ENRIQUECEDOR TRABAJAR JUNTOS. Además nunca nos empobreceremos por compartir... “Nunca disminuyes la luz de tu vela por encender la del otro”.
Siempre tenemos que estar dispuestos a enriquecernos con la posición de otra persona y no creer que nos sabemos todas las cosas. Se cuenta que el fundador del arte marcial del Judo Jigoro Kano, a pesar de tener el último “dan” con el cinturón negro, cercano a la muerte hizo una última petición a sus estudiantes. Él pidió que lo enterraran vistiendo un cinturón blanco, símbolo del que recién empieza a estudiar esta disciplina, un aprendiz.
Hemos realizado el taller de trabajo en la iglesia que lleva el mismo nombre que el de este sermón y es totalmente distinto si todos fuéramos “Directivos”, “Analíticos”, “Expresivos” o “Afables”... ¡Qué terrible que sería! Pero qué enriquecedor y necesario es cuando todas estas personalidades se manifiestan en el cuerpo espiritual de Jesucristo, su Iglesia.
Existen innumerables ejemplos de la importancia de trabajar en equipo. Una canoa nunca se desplazará mejor que si todos reman coordinadamente juntos... Ningún goleador de un equipo de fútbol sería una figura si no fuera por el equipo que lo apoya para que lo anote... Ningún corredor campeón de Fórmula 1 llegaría al podio si no existiera un nutrido equipo que lo apoye en el mantenimiento de su auto veloz o en el diseño estratégico de la carrera que le asesoran por radio... Dios nunca nos habría dado la Gran Comisión de ir y predicar el Evangelio si jamás hubiera tenido “in mente” de que avancemos en esta tarea. Pero esta gran tarea jamás la podremos desarrollar solos... Ningún pastor puede por sí solo llevar a cabo la tarea de evangelizar y enseñar, sin un cuerpo eclesiástico que lo secunde, por más superdotado que éste sea...
Aún los misioneros dependen de toda una infraestructura que lo apoya cuando está viajando en su tarea misionera.
Pocas cosas le son más agradables a Dios, nuestro Padre Celestial que ver a sus hijos sirviendo y trabajando juntos en armonía (Sal. 133) y, cuando lo hacen unidos en amor (Ef. 4:2 y 16) es como una Sinfonía a sus oídos (1ª Co. 13)... Pero cuando lo hacemos con odios y contiendas somos un conjunto de cacerolas rechinantes...
Somos una Sinfonía completa bajo la magistral dirección del Gran Director que sonará infinitamente superior a que si egoístamente queremos hacer la obra musical solo nosotros por más virtuosos que seamos.
Siempre que el trabajo se deteriore bajo un espíritu de división, no debemos olvidar que detrás de todo eso está manejando nuestras emociones como perverso titiritero, Satanás que Jesús dijo que “Ha venido para hurtar, matar y destruir” y de quien “No debemos ignorar sus maquinaciones”... Y EN VERDAD ES QUE
MUCHAS VECES VIVIMOS NUESTRO SERVICIO CRISTIANO COMO GRANDES IGNORANTES DE ESAS MAQUINACIONES. 1.- DIOS TIENE UN PLAN (“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” Jn. 15:16).
Dios nos ha puesto en un tiempo y lugar para que crezcamos y nos desarrollemos y cumplamos la tarea que él nos ha encomendado... No somos obra de la casualidad de este universo...
“De un solo hombre hizo (Dios) todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios”
(Hch. 17. 26 N.V.I.).
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ella” (Ef. 2:10).
Como hemos estudiado en los Encuentros Bíblicos Caseros, el Plan Eterno de Dios ha sido revelado a sus hijos a través de su Palabra y somos parte de ese
Plan...
Solo tenemos una vida para vivir para Cristo Jesús en la tierra... ¡Invirtámosla sabiamente!.
Viajamos en un crucero de lujo llamado Tierra que viaja a 9.600 km/h... Nuestra vida pasa como un relámpago delante de nuestros ojos… Si tomáramos la eternidad como una larga soga
que se pierde por ambos extremos en el horizonte lejano de manera infinita, nuestra vida equivaldría a hacer una marca con una fibra en algún lugar de esa cuerda...
Por algo el salmista dice “que la vida es tan pasajera como una sobra (Sal. 144:4) y que el paso de nuestros años no más que “un pensamiento” (Sal. 90:9).
Incluso Santiago afirma que nuestra es como una “neblina” que desaparece de un día para el otro (Stg 4:14).
A pesar de la transitoriedad de esa vida, muchas veces nos aferramos a ella como
...