LA OBSESIÓN DE NIÑOS Y JÓVENES POR LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS E INTERNET EN LA ACTUALIDAD

LA OBSESIÓN DE NIÑOS Y JÓVENES POR LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS E INTERNET EN LA ACTUALIDAD

La tecnología, los dispositivos electrónicos e internet forman ya parte importante de nuestras vidas. No se puede negar que nos brindan grandes beneficios y facilidades; sin embargo, su uso como medio de ocio y entretenimiento está tomando partido, sobre todo en los niños y jóvenes, de manera negativa. Este problema tiene muchos factores de origen y de desarrollo, pero quienes tienen mayor responsabilidad en evitarlo, son los padres. Los niños no deberían acceder con tanta facilidad, ni mucho menos, tan deliberadamente, a dispositivos electrónicos; a menos que tenga supervisión de alguna persona responsable. Los jóvenes deberían ser más conscientes y no dejar de lado su criterio, ser capaces de pensar por sí mismos y no influenciarse tan fácilmente.

Las ventas de dispositivos electrónicos han incrementado de manera drástica durante este nuevo siglo; lo cual nos indica el gran aumento de adquisición de estos en los hogares. Si bien son fuentes de información y entretenimiento, su uso ha sido excedido por, en su mayoría; niños, jóvenes adolescentes y jóvenes adultos; lo cual ha traído desde trastornos mentales hasta problemas físicos.

Datos obtenidos por información publicada por por Nielsen Online, ITU y World Stats nos indican que Estadísticas del Internet y de la Población Mundial 2017 nos muestran como resultado total 3,739,698,500 de usuarios usando internet hasta la fecha del 31 de marzo del 2017; además de un total de 1,679,433,530 de usuarios de Facebook hasta la fecha del 30 de junio del 2016; mediante datos obtenidos de información publicada por Nielsen Online, ITU, World Stats y Miniwatts Marketing Group.

Del mismo modo se ha visto un gran aumento en el número de mujeres trabajadoras, lo cual es un aspecto positivo; sin embargo, con ambos padres fuera de la casa y enfocados en sus respectivos trabajos, los niños quedan a un lado o pasan a segundo plano. La ausencia de los padres afecta de manera importante a los hijos, por lo que muchas veces estos optan por llenar esa ausencia con un dispositivo electrónico con el que puedan estar entretenidos. A su vez, al no estar presentes los padres, estos no tienen cómo ejercer de manera más marcada su autoridad, y si se deja de lado, los niños pueden tomar el dominio.

Hace un buen tiempo que los niños han pasado de pedir a exigir. Antes, los infantes recibían lo que los padres les daban según sus posibilidades; sin embargo, satisfacer los caprichos de los hijos se ha vuelto vital para mantenerlos calmados y tranquilos. Esto nos demuestra la progresiva decadencia de la autoridad de los padres, quienes ahora se ven en sobrecarga mental debido a diversos factores cotidianos, pero sobre todo por el trabajo.

Los niños y jóvenes se ven obsesionados con el uso de los dispositivos electrónicos e internet debido a que lo encuentran más entretenido que la vida real, en donde los demás niños y jóvenes también están sumergidos en un mundo virtual; donde no existe una conversación real ni juegos de verdad. Los dispositivos les brindan juegos didácticos y adictivos; y la internet les permite encontrar a personas con pensamientos y gustos similares, pero los hace olvidar que también pueden encontrar afinidad con las personas a su alrededor.

El problema radica en que la edad de los hijos no es adecuada para un uso liberal del internet ya que ellos aún no tienen una identidad formada ni son capaces de tomar propias decisiones lógicas y racionales. Los niños y jóvenes son muy maleables y vulnerables, de manera que son blancos fáciles a cualquier tipo de fraude o incentivo ideológico inmoral.

“Los niños menores de 10 años no deben tener acceso a la internet en solitario: pueden utilizar la computadora como herramienta de juego, ocio, estudio o fuente de información. De los 10 a los 14 años pueden acceder a la internet según el horario y las normas estipuladas bajo supervisión de los padres.

Muchos hijos “prohíben” a sus padres que los supervisen su chat o redes sociales porque, según ellos, estarían “violando su intimidad”. Este argumento carece de lógica si se tiene en cuenta que, a esas edades, los niños pueden ser víctimas altamente potenciales de fraudes, acoso o engaños en internet.

A partir de los 14 años se deben establecer normas muy claras de uso y las respectivas sanciones que se aplicarán en caso de incumplimiento. Los hijos son libres de utilizarlo, pero conociendo los riesgos y peligros de hacerlo y las limitaciones que les ponemos.” Segura, R. (2014). El Nuevo Herald. En familia. Los niños y la adicción a la tecnología. http://www.elnuevoherald.com/vivir-mejor/en-familia/article2037729.html

La falta de autoridad de los padres ante el problema, afecta de manera perjudicial en la formación de la identidad y conducta de sus hijos; pues estos pasan el tiempo adquiriendo información inútil, en el sentido cultural e intelectual, dejando que el material extraído de páginas web desconfiables se conviertan en sus educadores. Los niños y jóvenes adoptan pensamientos del mundo moderno, los cuales no siempre son correctos ni morales; no permitiendo que ellos piensen ni razonen por sí mismos, sino que adopten una postura por motivos incorrectos, ya que no son capaces de diferir  si ello es bueno o malo; real o inventado; beneficioso o perjudicial. De este modo, los padres pierden autoridad y dejan de ser escuchados.

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