Administraciòn Educativa

En la actualidad la Educación Superior está la constante búsqueda que todo profesional universitario tenga la capacidad de transformar y generar mediante sus habilidades y destrezas conocimientos que contribuyan a participar de manera activa, como también, aportar cambios positivos y productivos a la sociedad y a su entorno, y para ello se requiere la construcción y adaptación de nuevos conceptos y procedimientos de aprendizajes que permitan a los estudiantes responder a las exigencias y necesidades de la sociedad mediante la creación de modelos integral y sistemático que identifiquen y solventen los problemas existentes con la aplicación de conocimiento hacia la investigación con sensibilidad humana, ética y moral.

Del mismo modo, se debe considerar y sensibilizar que la acción docente es la base fundamental y primordial de la educación universitaria, y que para ello la evaluación constante del desempeño docente permite detectar las debilidades, y aplicar métodos y técnicas que las conviertan en oportunidades para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje, acompañado de la gestión eficiente de los servicios que se prestan o facilitan a los estudiantes en cuanto a la administración escolar, bibliotecas y/o aulas virtuales, apoyo vocacional, entre otras, que orienten y satisfagan las necesidades y exigencias de los mismos en pro del proceso de enseñanza aprendizaje.

En el mismo orden de ideas, existen fundamentos históricos, filosóficos, psicológicos y sociológicos para el establecimiento del currículo, aspectos que se enfocaban de manera general de la enseñanza del hombre en varias disciplinas y su interacción con su entorno, y con la particularidad de humanista cristiana. También, desde el punto de vista filosófico se debe ser considerado para la construcción de la malla curricular los aspectos de ontología; que consiste en la naturaleza de la realidad, la axiología; basada en lo empírico, y la epistemología, en cuanto a la naturaleza del conocimiento y la naturaleza de cómo observar el conocimiento.

En cuanto al perfil del egresado, constituye una pieza primordial para el diseño curricular en la educación universitaria, esta requiere de principios, indagaciones, técnicas y métodos que contribuyan a la construcción curricular eficiente para un egresado de calidad que logre satisfacer las exigencias y necesidades de la sociedad con la prestación o aplicación de sus conocimientos académicos y profesional, para ello se sugiere una actualización y transformación en la formación académica universitaria que responda a la realidades del entorno social. Igualmente, se consideran dos dimensiones; el perfil profesional que se relaciona con las condiciones laborales, y el perfil académico, las cuales no pueden actuar por separado y cubren las necesidades de ámbitos específicos del quehacer humano.

De la misma manera, lo anterior contribuye a la contextualización curricular en lo científico, técnico, social, humanístico para la formación de capacidades intelectuales y profesional académico para la prestación de bienes y servicios, bajo un enfoque de filosofía, valores y cultural. Por consiguiente, se requiere condiciones concretas, objetivas y particulares de la practica que contribuyan a la definición de las finalidades, los contenidos, las secuencias de la enseñanzas, los métodos

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