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CADENA DE VALOR DE BATERIAS PARA VEHICULOS HIBRIDOS Y ELECTRICOS


Enviado por   •  13 de Febrero de 2012  •  Informe  •  2.570 Palabras (11 Páginas)  •  701 Visitas

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CADENA DE VALOR DE BATERIAS PARA VEHICULOS HIBRIDOS Y ELECTRICOS

Historia de los automóviles híbridos

Se denomina vehículo o automovil eléctrico híbrido a un vehículo en el cual la energía eléctrica que lo impulsa proviene de baterías y, alternativamente, de un motor de combustión interna que mueve un generador. Normalmente, el motor también puede impulsar las ruedas en forma directa.

Con los primeros experimentos de Jedlik en 1828 y de Thomas Davenport en 1835, se da como resultado el primer vehículo eléctrico en 1838, cuando Robert Davidson consiguió mover una locomotora a 6 km/h sin usar carbón ni vapor.

Entre 1832 y 1839 Robert Anderson inventó el primer carruaje de tracción eléctrica, con pila de energía no recargable. Poco después se patentó la línea electrificada, pero eso no valía para coches, solo para trolebuses o trenes. Las primeras baterías recargables aparecieron antes de 1880.

En 1899 un coche eléctrico, “La Jamais Content¬e”, superó por primera vez los 100 km/h e instauró un récord de velocidad.

Los primeros coches de gasolina eran muy contaminantes, sucios, ruidosos, requerían bencina o gasolina (no era fácil comprarla al principio); había que cambiar de marcha muy rudimentariamente, había que arrancarlos con manivela y en cualquier lugar eran susceptibles de fallar.

El coche eléctrico por su simplicidad, fiabilidad, suavidad de marcha, sin cambio de marchas ni manivela, sin hacer ruido, por ser veloz y por su coste que era soportable para la burguesía y las clases altas, triunfaba. Superaban por 10 a 1 a los de gasolina.

Sin embargo, en 1912 el coche de gasolina recibió el motor de arranque; Henry Ford inventó la producción en masa mecanizada; la gasolina alcanzó un precio muy popular; se empezaron a abrir carreteras al tráfico y entonces la autonomía pasó a ser una característica muy valorada, además del precio.

La tecnología de las baterías avanzaba muy bien. Thomas Alva Edison puso una batería de níquel a un coche eléctrico antes de 1890 y consiguió más autonomía y prestaciones. Pero el coche de gasolina acabó ganándole terreno a los eléctricos y a los híbridos.

Hasta mediados de los años 60´s casi desaparecieron estos automóviles, aunque algunos sobrevivieron en el sector industrial. En E. U. muchas empresas de tranvías eléctricos fueron adquiridas por General Motors, Firestone y Standard Oil, y desmanteladas. Estas compañías impusieron un servicio de autobuses de dudosa calidad para favorecer al transporte privado con lo que crearon una necesidad.

Entre los años 60-70´s empezaron a aparecer algunos modelos en el sector industrial, el carrito de golf eléctrico y pequeños coches urbanos. De este período destacan el CityCar de Sebring-Vanguard del cual se fabricaron 2.000 unidades. Otro modelo importante fue el Elcar.

La crisis del petróleo fue un detonante para la posterior reaparición, forzando a los fabricantes de coches convencionales a mejorar su eficiencia mientras se buscaban alternativas al petróleo.

En 1990 General Motors presentó el modelo Impact en el Salón de Los Ángeles. Fue el precursor del coche eléctrico más famoso de la historia: el General Motors Experimental Vehicle 1, o EV-1 abreviado.

La Chevrolet S-10 (100 km, recarga 7 h), Solectria Geo Metro (80 km, recarga 8 h), Ford Ecostar (112 km/h, hasta 160 km) o Ford Ranger (120 km/h, 105 km) son algunos de los modelos que aparecieron después de los primeros. Pero el que fue un éxito con diferencia fue el EV-1, que junto a otros eléctricos, fueron ofrecidos exclusivamente en alquiler a largo plazo.

Los grandes fabricantes se apresuraron a poner en las carreteras californianas coches de emisiones cero para poder cumplir con las nuevas leyes. Además del EV-1 aparecieron Toyota RAV4 EV, Honda EV Plus, Ford Think, Nissan Altra EV o una nueva Ford Ranger EV.

La industria petrolera ha presionado mucho para crear un clima desfavorable para los coches eléctricos o híbridos, así como los intereses a favor de la pila de combustible, que aún es una tecnología en pañales.

En el diseño de un automóvil híbrido, el motor térmico es la fuente de energía que se utiliza como última opción, y se dispone un sistema electrónico para determinar qué motor usar y cuándo hacerlo.

En el caso de híbridos gasolina-eléctricos, cuando el motor de combustión interna funciona, lo hace con su máxima eficiencia. Si se genera más energía de la necesaria, el motor eléctrico se usa como generador y carga las baterías del sistema. En otras situaciones, funciona sólo el motor eléctrico, alimentándose de la energía guardada en la batería.

En algunos es posible recuperar la energía cinética al frenar, convirtiéndola en energía eléctrica.

La combinación de un motor de combustión operando siempre a su máxima eficiencia, y la recuperación de energía del frenado (útil especialmente en la ciudad), hace que estos vehículos alcancen mejores rendimientos que los vehículos convencionales.

Todos los coches eléctricos utilizan baterías cargadas por una fuente externa, lo que les ocasiona problemas de autonomía de funcionamiento sin recargarlas. Esta queja habitual se evita con los coches híbridos.

Por ejemplo, General Motors sacó al mercado el Chevrolet Volt y el Opel Ampera. En Europa PSA Peugeot-Citroën vendió unos pocos miles de eléctricos, versiones transformadas de utilitarios y furgonetas ligeras que aún funcionan en Francia.

La mejora en la tecnología de las baterías está consiguiendo que los autos híbridos y eléctricos sean una alternativa a considerar, pues la pila de combustible está todavía en una fase inicial que no interesa para el público masivo. El coche convencional comienza su decadencia ahora.

Los autos híbridos utilizan 2 tipos de fuentes de poder: por un lado la energía eléctrica y por el otro la energía proveniente del motor de combustión. Cuando se pone en marcha, un sistema electrónico decide cuando usar cada fuente.

En el caso de los híbridos gasolina-eléctricos (como el Toyota Prius), cuando el motor de combustión genera más energía de la necesaria, esta energía extra se carga a las baterías del sistema y, cuando es necesario, el vehículo funciona con la energía guardada en la batería. En algunos casos, es posible recuperar la energía cinética al frenar, convirtiéndola en energía eléctrica.

Los híbridos pueden clasificarse en 2 tipos: a) paralelos, que utilizan tanto el motor térmico como el eléctrico para hacer girar las ruedas y b) en serie, los cuales utilizan el motor térmico para generar electricidad y el eléctrico para movilizarse. Asimismo, ambos pueden clasificarse en: regulares, que son los que utilizan el motor eléctrico

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