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Geomorfologia del Pensamiento Sistémico.


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2016  •  Ensayo  •  8.899 Palabras (36 Páginas)  •  712 Visitas

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GEOMORFOLOGIA DEL PENSAMIENTO SISTEMICO (Capitulo I del libro: El Pensamiento Sistémico)  Hernán López Garay

PARTE I. INTRODUCCION

        ¿Qué es el pensamiento sistémico?

Esta es una de las preguntas que anima el presente libro. Los diversos de los autores por darle una respuesta a esta pregunta han resultado plasmados en los capítulos que a continuación se presentan. Cada autor, basado en su experiencia académica trata de mostrarnos lo mejor de su reflexión y de su  praxis sobre lo que significa pensar el mundo y actuar en el sistemicamente. Pero la variedad de respuesta a las que el lector se encuentra a continuación pueden crear gran confusión, prácticamente si el o ella son neófitos en este campo. Por ello es necesario dar unas orientaciones que permitan situarse y comprender,  por que hay tal variedad y por que no es posible dar una respuesta única y definitiva a la pregunta: ¿Qué es el pensamiento sistémico?  Sin embargo si fuéramos forzados por un lector impaciente a dar una respuesta adelantaríamos la siguiente afirmación que, sin duda, a esta altura de su  lectura,  le lucirá enigmática, pero que esperamos se vaya clarificando en el transcurso del libro: El pensamiento sistémico es un pensamiento reflexivo cuyo devenir esta dinamizado continuamente por  un “afán holista”. Es un pensamiento sobre totalidades y sobre si mismo (y el afán que lo impulsa).

1. SITUANDONOS EN UN NUEVO MUNDO CONCEPTUAL

A menudo cuando somos puesto en una nueva situación, nos preguntamos no solo como se caracteriza y como difiere de las otras situaciones, sino también cual es su dinámica y hacia donde se dirige. Dichas preguntas parecen surgir de una necesidad que tenemos los seres humanos po0r “situarnos”, es decir una necesidad por mantenernos “ordenados”. En efecto, hay dos modos (no independiente) de estar perdido. Uno es de carácter especial y otro temporal. La pérdida especial se manifiesta en la pregunta: ¿Dónde estoy?  Cuando reflexionamos sobre el significado de esa pregunta encontramos que la misma esta en el contexto de un devenir: algo estábamos diciendo, algo teníamos en mente que nos daba dirección e impulso, pero por alguna causa en este momento no lo tengo claro. Responder la pregunta requiere entonces saber que estas haciendo, --que no es otra cosa que saber  de donde vengo—y con referencia a este origen marcar un destino. La “recta”  que une “origen” con destino indica mi dirección. Ubicarse temporalmente exige un examen de la jornada que he transitado y en cierta medida proyectar esa jornada hacia el futuro. Si se que he transitado tal o cual camino, entonces;  con referencia a el, logro situar mi devenir. Observamos como los dos modos de orientación (especial y temporal) están relacionados, pues es claro que la jornada se defina en términos especiales y lugares de procedencia (de donde vengo) y lugar de destino, lo primero prescindiendo a lo segundo, ya que hay un trancito del uno al otro—con lugares intermedios.

        El presente libro tiene por uno de sus objetivos principales el de introducir al lector al mundo del llamado pensamiento sistémico. En este primer capitulo buscamos entonces ayudarlo a orientarse en ese nuevo mundo del pensamiento. Según lo dicho, la tarea de situar al lector implica contemplar  preguntas tales como: ¿Qué diferencia el mundo del pensamiento sistémico de otros mundos del pensamiento?  ¿Cuál es la jornada que se a transitado y hacia donde se dirige?

2. PENSAMIENTO Y GEOMORFOLOGIA: UNA METAFORA DELEUZIANA

        Aunque no hay una respuesta estándar para estos cuestionamientos (ya que el problema actual de pensamiento sistémico es complejo y se presenta a múltiples interpretaciones), en esta capitulo intentaremos situar aspectos temporales del pensamiento sistémico de una         perspectiva particular. Inspirada en una metáfora geológica (Delueza (XXX)). De acuerdo a esta metáfora, contemporánea el estado actual es similar a contemplar una formación geológica con los ojos de un geólogo. Como “geólogos”  del pensamiento interesados no solo en hacer “mapas” y “clasificaciones” de las “rocas” expuestas a la “superficie de la tierra” y de aquella “subterráneas”, sino que también deseamos explicar el origen y distribución de las misma. Queremos pues “situarnos”  no solo especial sino también temporalmente, y como hemos dicho eso implica explicar espacio de coordenadas espacio-temporales y un vector de dirección que enlace el origen que el presente en términos de una jornada recorrida y sugiera posibles tendencias futuras. Debemos, entonces, dilucidar el origen y formación de los “paisajes” actuales que forman el pensamiento sistémico, países en cuya información juega un papel importante las fuerzas “constructivas” que dan lugar a “montañas de valles” y las fuerzas “erosionantes” o “tallantes” como el “agua” o el “viento”, que modifican el material traído a la superficie por las fuerzas constructivas. Mas delante intentaremos clasificar lo9 que significan estos términos en el pensamiento sistémico. Pero ahora dejemos que sea el mismo Deleuze (xxx) quien hablando del devenir fisiológico, termine de dibujarnos la metáfora que venimos bosquejando. Al respecto,  el nos dice que, ante todo, hay que renunciar a la perspectiva histórica estrecha del antes  y el después. El tiempo de la fisiología es estratigrafo “…en el que el antes y el después tan solo indican un orden de superposiciones. Algunos senderos (movimientos [de una imagen de pensamiento]) solo adquiere sentido de dirección en tanto que atajos o rodeos de senderos perdidos; una curvatura variable solo puede aparecer como la transformación de una o varias curvaturas;… y las imágenes del pensamiento no pueden seguir en un orden cualquiera, puesto que implicar cambios de ordenación que solo pueden ser localizados en la imagen anterior… Los paisajes mentales no cambian sin son ni ton a través de las épocas: a sido necesario que una montaña yerga se aquí o que un río pase por allá, y eso recientemente, para que el suelo, ahora reseco y llano, tenga tal aspecto, o aquella textura. [Por supuesto] es verdad que pueden aflorar capas muy antigua, abrirse paso a través de las formaciones que las habían cubierto e ir directamente sobre la capa actual a la comunica una curvatura nueva” (Deleuze, XXXpags.60-61).

        Es decir el pensamiento fisiológico es una fuerza telúrica que se manifiesta en paisaje (ordenes o arreglos) conceptuales cuyo devenir no es lineal, pues no es un asunto de antes y después. Mas bien su devenir se asemeja a las formaciones geológicas (estratos y capas desplazándose, abriendo espacios para que surjan nuevos pensamientos). Dar cuenta del devenir del pensamiento es pues descubrir narrativamente un orden de superposiciones estratigráficas. Como hemos llegado a un punto dado no es explicable necesariamente como un encadenamiento de progresivos y continuo de eventos casuales  que, arrancando de un origen o centro, se desenvuelven concatenadamente para terminar con la configuración actual del presente. En suma, se trata de una historia de pensamientos no causal. Lo que tratamos de hacer en este capitulo pues es no solo presentar una imagen del pensamiento sistémico, localizando las “rocas”, “montañas” y “valles” que los construyen sino también dando cuenta (de modo no causal) del origen y devenir de estas formaciones. Ilustremos con un ejemplo.

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