Políticas industriales en el Estado de Guerrero, México y su relación entre el avance y desarrollo tecnológico
JESUS ALEJANDRO CASTILLO SANTIBAÑEZEnsayo17 de Diciembre de 2023
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO
LA NUEVA ECONOMÍA MUNDIAL: ECOSISTEMAS DE INNOVACIÓN Y NUEVOS NEGOCIOS EN ASIA
- POLÍTICAS INDUSTRIALES EN EL ESTADO DE GUERRERO, MÉXICO Y SU RELACIÓN ENTRE EL AVANCE Y DESARROLLO TECNOLÓGICO
MARIA DE LOS ÁNGELES DE LA O LEYVA
JESÚS ALEJANDRO CASTILLO SANTIBAÑEZ
CHILPANCINGO DE LOS BRAVO, GUERRERO A 26 MAYO DE 2023
POLÍTICA INDUSTRIAL DE MÉXICO.
Introducción a la historia industrial de México
La actividad en nuestro país no es nueva. Se origina con la primera transformación de materias primas que tuvo lugar entre las culturas que poblaron nuestro territorio desde los tiempos prehispánicos.
Disciplinas como la artesanía, construcción, orfebrería, cerámica, tejido, y la elaboración de alimentos y bebidas, dieron lugar a los orígenes del sector industrial en México.
Fue con la llegada de los españoles, alrededor de 1519, cuando la industrialización dejó de explotar los recursos mineros principalmente, con una serie de actividades afines.
En la etapa de la conquista (1521 a 1525), se vislumbraron nuevos conocimientos hacia esos sectores. Industrias como la minera, textil, tabaco, del jabón y la pólvora, entre otras, se desarrollaron. Con lo anterior se dio una fuerte inmigración mayoritariamente de españoles, quienes iniciaron primitivos mercados de consumo, lo que generó la aceleración de la industria de la transformación como nunca antes.
Etapa posterior a la Reforma.
Después del Porfiriato (alrededor de 1890), se dio una de las etapas más importantes del país con el impulso a la actividad económica que lanzó a México al ámbito internacional. La agricultura se orientó a la exportación y producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Las concesiones para la llegada de capital extranjero se dieron mediante facilidades y concesiones otorgadas a diferentes empresarios de EEUU, Francia, Inglaterra y Alemania. Se pagaron salarios bajos, lo que evitaba la llegada de inmigrantes, y se favorecía el empleo de obra nacional con alta rentabilidad.
En esta etapa también se realizó la construcción y expansión de la red de ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras que llegaron a México a beneficiarse de la mano de obra barata, y que además contaba con una gran variedad de recursos naturales, tanto agrícolas como mineros y petrolíferos. Fue una época en qué se potencializa la creación de la industria del transporte, privilegiando el comercio y las comunicaciones, con la implementación del telégrafo, y posteriormente el teléfono, con la instalación de diversas compañía privadas, lo que dio inicio al servicio telefónico de larga distancia.
Auge del sistema eléctrico.
Durante esta época, la generación de energía eléctrica en el país empezó una etapa de consolidación importante. En San Luis Potosí se implementó el primero sistema de alumbrado en 1877; en Sinaloa se construyó la primera planta de energía eléctrica en 1833; la CdMx inició también su sistema de alumbrado público; y finalmente en el mismo año, en Guadalajara y San Luis Potosí se realizaron instalaciones eléctricas públicas.
Estos y otros acontecimientos económicos y políticos, permitieron que el país entrara una la etapa de industrialización, lo que facilitó su entrada a comercio internacional. El comercio, durante la etapa central del Porfiriato, tuvo un notable crecimiento, gracias a la orientación fundamental para satisfacer las demandas de productos mineros y agropecuarios requeridos por el mercado internacional. Metales preciosos como la playa y el oro, cobre, plomo; fibras derivadas del henequén; materias primas como el caucho, pieles, maderas finas para construcción; alimentos como garbanzo, chile, café, frijol, vainill y azúcar; y una serie de animales de registro fueron parte de este intercambio comercial.
A principios de 1895, las inversiones eran en su mayoría de capital privado extranjero y parte de capital privado mexicano. Los rubros que tuvieron mayor auge en ese sentido fueron papelería, textiles, calzado, alimentos, cigarros, loza, vidrio, productos químicos, cemento y siderurgia. Éste último fue fundamental para el desarrollo del país. A raíz de la Revolución Mexicana y con el fin del Porfiriato, México sufrió un estancamiento importante en material industrial, la mayor parte de las políticas públicas estuvieron orientadas al campo y en como redistribuir las tierras con fines agrarios.
Época postre solucionaría.
Hacia finales del periodo del presidente Lázaro Cárdenas (1940), se crearon las bases para tener infraestructura necesaria, lo que dio viabilidad a las zonas de producción agrícola con la infraestructura carretera y dando mayor conectividad hacia los centros de consumo. El régimen cardenista se distinguió también por el apoyo otorgado a la actividad industrial del país estimulando la participación activ de los inversionistas mexicanos, aprovechando la crisis económica Mundial de 1930, que provocó la retirada de los estadounidenses, cuyos capitales ya no se invertirían en nuestro país, así como la irrupción de la Segunda Guerra Mundial.
Crean las primeras zonas industriales.
A finales del sexenio, el gobierno reglamentó la exportación de materias primas, con el objetivo que dichas materias fuesen utilizadas en México bajo condiciones preferenciales, y fue en este periodo que se modifica la Ley Hacendaria para fomentar la aparición de nuevas industrias.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, se sustituyen las importaciones para dar paso a la producción de bienes manufacturados nacionalmente. Este es el detonante histórico para la creación de las zonas industriales.
El proceso de industrialización se consolida a fines de 1950 y principios de 1960; pero fue en los años 1958 a 1964, que se brinda un impulso importante al sector industrial. Las fábricas instaladas se incrementaron hasta 52%, lo que obligó a la primera planeación urbanística para el asentamiento de los primeros polos de desarrollo industrial. Fueron muy primitivos parques industriales que tenían la infraestructura que la industria contemporánea demandaba, esto demandó el nuevo ordenamiento en el uso de la tierra, con lo que se legislaron las primeras reglamentaciones para la construcción de naves industriales.
Sectores detonantes.
Los sectores que tuvieron más auge fueron el automotriz, petroquímica, industria metal mecánica y de papel. Durante 1963 a 1970 el gobierno dio un impulso especial a la industrialización rural, las obras de irrigación y el desarrollo de la electrificación a gran escala.
Etapa industrial en ascenso.
El desarrollo industrial trajo un gran crecimiento demás ciudades, y la multiplicación de los trabajos urbanos en la industria y los servicios. Y a partir de ese periodo se incrementaron exponencialmente las industrias maquiladoras en diversas ciudades fronterizas del país. A finales de los 80 's surgen los parques industriales tal como prevalece el día de hoy, cuya consolidación se daría en los 90's, y continúan creciendo de forma vertiginosa a nivel nacional al crecer la demanda de productos para el consumo interno así como por la globalización. Nuestro país ha suscrito tratados de libre comercio con más de 45 países, lo que sumado a nuestra privilegiada posición geográfica, ha hecho que la industria nacional e internacional nos vea como un lugar único para la manufactura y distribución de diversos productos. La integración en las cadenas de suministro globales ha experimentado en México una profesionalización en la mano de obra, procesos de desarrollo de tecnología y optimización de costos que repercuten en ventajas competitivas en los productos terminados, lo que ha traído una importante inversión local y extranjera por parte de desarrolladores industriales inmobiliarios, a fin de albergar diversas industrias que encuentran en México su campo idóneo para el desarrollo.
-Actualidades de la Política Industrial en México.
El pasado 28 de octubre del 2022 se dijo ¡Sí a la política industrial orientada! Uno de los mantras de la revolución conservadora de finales de los años 80's fue que la mejor política industrial era no tenerla. Cómo las tallas del estado eran imposibles de solventar, era mejor aceptar a las del mercado y apostar la posibilidad del desarrollo a la apertura comercial. La política industrial, en esa lógica, sería inevitablemente capturada por intereses privados, que solamente se quedarían con las rentas, sin en realidad contruir capacidades para competir. Eso significaba dedicarse a producir y vender solamente en sectores donde se tenían ventajas comparativas naturales, pero sin la posibilidad de producir otras endógenas. La mayoría de los países no siguieron la receta.
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