Propuesta de Operación Casa Ley

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ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN.        1

ALMACÉN INTELIGENTE.        2

PROPUESTA DE IMPLEMENTACIÓN.        3

Primera etapa de implementación (2 meses.)        3

Segunda etapa de implementación (4 meses.)        5

Tercera etapa de implementación (6 meses.)        6

CONCLUSIÓN.        8

BIBLIOGRAFÍA.        9

INTRODUCCIÓN.

Casa Ley es una cadena de supermercados mexicana con sede en Culiacán fundada en 1954 por Juan Ley Fong. La mayoría de sus tiendas están ubicadas en los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Coahuila, Durango, Guanajuato y Baja California Sur.

En el siguiente documento, se presentará una propuesta para la implementación de un almacén inteligente para Casa Ley en el estado de Sinaloa, con la finalidad de favorecer a la compañía, optimizando el proceso de recepción de mercancías, preparación de pedidos para el área de tienda en línea y el almacenaje de productos, pensando en un plazo de tiempo de seis meses para su implementación.

ALMACÉN INTELIGENTE.

Durante los últimos años, la industria ha debido actualizarse de una manera vertiginosa con la finalidad de aplicar las nuevas tecnologías para la optimización de procesos tales como los de almacenamiento.

Los almacenes inteligentes son aquellos centros logísticos que emplean la última tecnología con el fin de aumentar la eficiencia de los procesos como la recepción de mercancías, la preparación de pedidos o el almacenaje de productos. (Mecalux, 2020)

Dentro de las instalaciones de un almacén inteligente generalmente la mayoría de los procesos logísticos son ejecutados por robots o equipos automáticos, dirigidos por un software y complementados por inteligencias artificiales, el big data o una red IIOT (Internet de las cosas industrial, por sus siglas en inglés: Industrial internet of things).

Usualmente las compañías prefieren aprovechar los espacios que ya existen en los almacenes que tienen, y automatizarlos, ya que representan una mayor oportunidad para cuidar los recursos, debido a que construir un almacén inteligente consta de una inversión inicial elevada, aunado a los costos de mantenimiento para los equipos o el software instalados.

Según (Ar Racking, 2020) “se pueden destacar tres escenarios que han impulsado o impulsan un contexto en el que es necesario que una empresa se plantee un proceso de automatización en su almacén.”

En primer lugar, las cuestiones logísticas han evolucionado de manera que hoy en día se experimenta un proceso de transformación caracterizado por la exigencia de plazos de entrega breves y por supuesto, con un menor margen de error al momento de realizar dichas entregas. La implementación de almacenes inteligentes ayuda a la aceleración de dichos procesos, además de que ofrece una amplia optimización que reduce de manera considerable el margen de error, usualmente provocado por la intervención de carácter humano.

En segundo lugar, los almacenes se han modificado de manera que la gestión de pedidos se ha refinado, volviéndose más exigente, esto debido al aumento de la demanda que incrementa la frecuencia y variedad de pedidos, lo que orilla a la transformación de ciertos procesos manuales con la finalidad de mejorarlos y así evitar complicaciones derivadas de dichas gestiones.

Por último, se contempla la posición de la compañía en el mercado, ya que conforme su popularidad y demanda, dicha compañía se ve forzada a cumplir ciertos estándares en cuanto a la calidad de la realización y gestión de sus procesos que se ven reflejados o afectan directamente al servicio y la satisfacción de los consumidores.

La implementación de un almacén inteligente puede representar beneficios tales como:

• Aumento de productividad y alta disponibilidad, ya que se consiguen flujos continuos e ininterrumpidos de entrada y salida de mercancía de una manera más fácil.
• Disminución de costes de mantenimiento, ya que la manipulación automática mercancía disminuye el impacto y desgaste de los equipos de manutención por parte de los empleados debido a un uso incorrecto.
• Disminución de costos por accidentes laborales, esto debido a que los almacenes inteligentes están diseñados para la disminución de la presencia humana.
• Aprovechamiento del espacio, ya que se ofrece la opción de optimizar el espacio ya existente para crear una mayor capacidad de almacenaje posible, adaptándose a las particularidades del edificio.

PROPUESTA DE IMPLEMENTACIÓN.

Primera etapa de implementación (2 meses.)

Como se menciona anteriormente, la implementación de un almacén inteligente desde cero, puede presentar una inversión de altos costos para las empresas, por ello, se proponen medidas que permitan la automatización de distintos procesos, que si bien, no conformen una automatización total para los almacenes de Casa  Ley en el estado de Sinaloa, estas nuevas implementaciones puedan ayudar a crear una automatización parcial y aprovechar ciertos beneficios que permitan aumentar la eficiencia con la que opera el almacén que ya se posee.

En una primera instancia es necesario el diseño de un layout del almacén, utilizando como base, la estructura física del área destinada para el almacén, se estudiarán las posibilidades de reacomodo de mercancías y estanterías de manera que pueda existir un flujo constante de movimiento, evitando la creación de puntos de congestión que puedan bloquear la accesibilidad. De esta manera, se propone implementar el método ABC.

Según (Grupo Atox, 2017) el método ABC “es una técnica para segmentar las referencias de productos del almacén según su importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su valor de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20, según la cual un pequeño porcentaje de las referencias serán responsables de la mayor parte de los objetivos globales del almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta clasificación ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del almacén hacia los productos que más impacto tienen en los objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y recursos por igual en todos los productos, lo que resultaría contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo C).”

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