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TRABAJO PRÁCTICO SISTEMAS DE SALUD


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2017  •  Documentos de Investigación  •  4.237 Palabras (17 Páginas)  •  253 Visitas

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UAP Pirovano, 1er año 2do Cuatrimestre

Asignatura: "SISTEMAS DE SALUD", 1ER ENTREGA.

Alumna: García Gutiérrez Débora

Matrícula:  110855

Localidad: CABA

TRABAJO PRÁCTICO 1

¿Qué imagen tengo de mí como escritor o escritora?

La imagen que tengo sobre mí, no considero que sea una de las mejores que pueda tener una persona a la que le gusta escribir pero considero que tengo una buena imagen de mi como escritora.

* ¿Me gusta escribir? ¿Qué es lo que me gusta más de escribir? ¿Y lo que me gusta menos?

Me gusta escribir, por supuesto que me gusta escribir. Lo que más me gusta escribir son textos informativos con mucho contenido de la vida real, del día a día y todo lo que a uno lo pueda llevar un poco mas allá de la realidad. Y lo que menos me gusta escribir son temas relacionados a las estadísticas, de enfermedades o de personas con problemas emocionales.

* ¿Escribo muy a menudo? ¿Me da pereza ponerme a escribir?

Trato de escribir lo más a menudo posible, una o dos veces por semana debido a la vorágine de la vida muchas veces no es posible. No me da pereza escribir pero debido al cansancio diario muchas veces no es posible.

* ¿Por qué escribo?

Escribo porque cuando plasmo las historias o textos en un papel me transporto a otro universo y en este puedo imaginar, modificar una realidad distinta.

* ¿Qué escribo? ¿Cómo son los textos que escribo?

Escribo novelas, historietas. Los textos son breves, dinámicos, informativos.

* ¿Cuándo escribo? ¿En qué momentos? ¿En qué estado de ánimo?

Escribo por las noches, en momentos de soledad, en cualquier estado de ánimo.

* ¿Empiezo enseguida a escribir o antes dedico tiempo a pensar? ¿Hago muchos borradores?

Empiezo enseguida a escribir, también puedo pensar y generalmente no hago borradores.

* ¿Repaso el texto muy a menudo? ¿Consulto diccionarios u otros libros?

Me gusta repasar, releer, meditar acerca de lo que escribo las veces que considere necesario. Siempre consulto con diccionarios, busco sinónimos, palabras que rimen, etc.

* ¿De qué manera creo que podrían mejorar mis escritos?

Mis escritos son generalmente manuscritos debido a que la tecnología es una materia pendiente en mi vida. Creo que mis escritos mejorarían si aprendiera a llevarme mejor con la tecnología.

* ¿Qué siento cuando escribo?

Cuando escribo suelo sentir muchas sensaciones a la vez, felicidad, zozobra ,generalmente emociones encontradas. Siento también que puedo crecer día a día mis conocimientos intelectuales.

* ¿Qué dicen los lectores de mis textos? ¿Los leen fácilmente? ¿Los entienden?

Los lectores dicen que son entretenidos, los leen fácilmente y pueden comprenderlos fácilmente.

* ¿Me preocupa mucho que pueda haber faltas en el texto? ¿Dedico tiempo a corregirlas?

Siempre me preocupa que puedan existir faltas en el texto y dedico el tiempo que sea necesario a corregirlas.

TRABAJO PRÁCTICO 2

Producir un texto argumentativo siguiendo el proceso de escritura descripto. Tener en cuenta las siguientes consideraciones, que pueden guiar siempre su proceso de producción de textos argumentativos escritos:

Determinación del tema.

Elección del hecho.

Explicitación clara de la tesis u opinión.

Elección de los argumentos que fundamentarán dicha tesis y redacción de éstos.

Elaboración de la conclusión, en concordancia con la tesis u opinión y consecuente con los argumentos expuestos.

Atención a coherencia y cohesión textual.

Adecuación del escrito al objetivo y los destinatarios previstos.

Texto argumentativo en pro del aborto

 Tesis : Criminalizar el aborto no salva bebes; mata mujeres


Para iniciar una discusión racional sobre el aborto conviene conocer algunos detalles

Cuerpo;

del proceso que transforma el óvulo fecundado en un bebé listo para iniciar una vida independiente fuera del vientre materno. En particular, son cruciales los primeros pasos del desarrollo. Se ha observado que un poco después del apareamiento, y cuando uno de los espermatozoides ha logrado superar las barreras externas del óvulo, la fusión de los dos genomas puede tardar hasta un día. Treinta horas después de haberse mezclado los materiales genéticos de padre y madre, comienza la división celular. Al principio son dos células, luego, cuatro, ocho, 16..., hasta formar un paquete esférico, la mórula, cuerpo de un tamaño dicen no mayor al punto que aparece al final de esta frase. A los cuatro días, la mórula se dilata y se ahueca para formar el blastocito.

El blastocito no tiene órganos ni atributos humanos. En palabras sencillas: es apenas un conjunto esférico e infinitesimal de células indiferenciadas, un lejano proyecto de ser humano. A partir de ese momento, se da inicio a la diferenciación celular. Los cambios continúan hasta cuando, varias semanas más tarde, el embrión se transforma en feto, y ya se adivina ante la lupa un ser vivo, una pequeña criatura con apariencia más de reptil que de humano.

Una personita, dicen los que están a favor de penalizar el aborto, para conmovernos. ¡Cuál personita! Un conglomerado simple de células. Para llegar a ser una personita, para poseer un mínimo de lo que llamamos humanidad, es necesario que aparezca la complejidad programada en el ADN. Recordemos que la vida se deriva de la complejidad. Y esta no se logra hasta varias semanas después de la fecundación. Una mórula o un blastocito no poseen complejidad. Ni las etapas que les siguen inmediatamente. Las células son complejas y están vivas, tan vivas como la que encontramos en cualquier cultivo de células humanas, pero nadie con sentido común las considera una personita.

A quienes se oponen al aborto temprano alegando que tales paquetes de células son seres humanos, podremos contestarles que para ello es necesario que posean alma (requisito de los creyentes), de lo contrario, no se diferenciarían esencialmente del embrión de un chimpancé. Y si tienen alma, entonces llegamos al absurdo de que el alma es divisible. Y tantas veces como queramos. Un milagro de la ciencia: la multiplicación indefinida de las almas. No sobra comentar que a veces dos embriones, correspondientes a dos futuros mellizos fraternos, se fusionan en un solo sujeto para formar una quimera genética, llamado así porque una parte de sus células portan el genoma de uno de los frustrados mellizos, mientras que las restantes portan el del otro. ¿Fusión de almas? Imposible, porque el alma es una. Pero ocurre, y es la misma naturaleza la que comete semejante atropello. No puede ser, puesto que los teólogos aseguran que el alma es inmortal, indivisible, imperturbable ante el bisturí, imposible de fusionar dos en una; entonces, necesariamente, se trata de material biológico sin alma y, en consecuencia, no hay problemas éticos en manipularlo. Pero sí los hay, dicen los teólogos. Con la metafísica y el verbo se hace toda clase de malabares lógicos.

Para definir el tránsito de la vida a la no vida, esto es, de la vida a la misma nada, la actividad cerebral es el indicador aceptado por casi todo el mundo civilizado. Por eso, una vez desaparecida la actividad cerebral de una persona, caen los cirujanos sobre el cadáver, con su corazón aún latiendo, como buitres carroñeros, para beneficiarse de sus órganos sanos y, por medio de un trasplante, alargar la vida de un paciente; más bien de un impaciente, porque esos males no dan espera. Por otro lado, se sabe que el embrión en sus primeras etapas no tiene actividad cerebral, ni siquiera posee cerebro, luego es posible alegar que todavía no es un ser humano. Esto parece razonable, dentro de una ética civil, sin imposiciones abstractas traídas del más allá, civilizada, por convenio entre humanos sensatos, sin prejuicios religiosos. Por eso, en las discusiones sobre la ética del aborto, estas fronteras difusas entre la vida y la no vida, un poco arbitrarias, pero razonables, se deben tener en cuenta en el momento de establecer las leyes correspondientes.

Las autoridades religiosas y muchos laicos se oponen a la llamada píldora del día siguiente, aduciendo que después de la fecundación, el óvulo ya no es una simple célula, sino un ser humano en potencia, provisto de alma, por lo que cualquier intento por evitar que se inicie el embarazo significa el asesinato de una persona. También se oponen, por idéntica razón, a cualquier manipulación del embrión, aunque esté destinado a salvar otras vidas; es decir, cuenta para ellos más la vida del embrión, que la de un ser humano ya formado. Que es un atentado contra la dignidad humana y un irrespeto a la vida, dicen otros, muy serios.

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