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ADOLFO CHARRIA JIMENEZ


Enviado por   •  15 de Junio de 2012  •  Trabajo  •  1.657 Palabras (7 Páginas)  •  446 Visitas

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ENSAYO

ENTREGADO A: ADOLFO CHARRIA JIMENEZ

ENTREGADO POR: JAIDER GUALTERO GARAY

CODIGO: 1211391

IDEA

EMPRENDIMIENTO 1

UNIVERSIDA FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

2012

INTRODUCCION

Todo proyecto de creación de una nueva empresa nace en torno a una idea. Una idea más o menos precisa, más cuantificada o más intuitiva. Una idea bien sea de un producto o un servicio nuevo, o de una forma nueva de elaborar un producto o de brindar un servicio.

Para crear una empresa no es necesario ser un inventor. La mayoría de las ideas de las que surgen nuevos negocios no parten directamente de grandes descubrimientos técnicos sino de la observación atenta de los cambios y de las nuevas necesidades que se producen en la economía y en la sociedad que nos rodea.

El proceso de validación de ideas de negocio nos sirve además para encontrar ideas de negocio adicionales, las cuales se pueden encontrar durante el análisis cualitativo y adquirir bases sobre el nuevo negocio, en el caso de que la idea de negocio evaluada resulte ser una oportunidad de negocio.

La idea es una representación mental que surge a partir del razonamiento o de la imaginación de una persona. Está considerada como el acto más básico del entendimiento, al contemplar la mera acción de conocer algo, proviene de la capacidad imaginativa y creativa de un individuo, y no siempre esta orientada a la creación de una empresa.

¿A quién no se le ha ocurrido alguna vez una gran idea de negocio?, ¿quién no se ha lamentado al ver a alguien explotar una idea que uno tuvo pero que no se decidió a poner en marcha? El primer paso que debe dar el emprendedor para poder crear su empresa es conocer qué se quiere hacer. Todo proyecto de empresa se desarrolla en torno a una idea, que surge como consecuencia de la detección de una oportunidad de negocio. Las oportunidades se encuentran en cualquier parte, sólo hay que saber buscarlas. El punto de partida es una "idea brillante": la solución a un problema; puede tratarse de un nuevo producto o un nuevo servicio, pero también puede ser una innovación dentro de un negocio ya existente, por ejemplo, un nuevo proceso de producción, una nueva forma de distribución o cualquier otra mejora en el diseño, producción o venta de un producto o servicio. Básicamente, la idea en sí misma, no tiene ningún valor intrínseco. Sólo adquiere valor económico cuando se ha convertido en una realidad en el mercado.

Sin embargo, la idea no constituye el punto final del proceso creativo, sino su comienzo. Muchas personas están tan enamoradas de su idea, que son incapaces de darse cuenta de que dicha idea es el punto de partida de un largo proceso de desarrollo hasta lograr un Plan de Negocios perfectamente maduro, y que deberá superar difíciles retos incluso antes de que tenga la menor perspectiva de ser financiado y de lograr introducirse con éxito en el mercado. La idea que desencadena el proceso de constitución raramente aparece por sí misma, es necesario adoptar una postura activa de observación y análisis para llegar a ella, puesto que son muchos los factores que pueden llevar a una persona a inclinarse por un negocio concreto.

Una oportunidad de negocio viable ocurre cuando un producto o servicio se puede vender en suficiente volumen para cubrir todos los costos y generar el beneficio deseado. Una nueva oportunidad de negocio ocurre cuando:

-Se identifica un mercado previamente no conocido.

-Se descubre o desarrolla una nueva necesidad.

-Se identifica una mejor manera de servir a un mercado.

El mercado está continuamente cambiando. Aumentos de población, variaciones demográficas y avances tecnológicos son sólo algunas de las áreas en que ocurren los cambios. El emprendedor perceptivo identificará las oportunidades de negocios que crean todos estos cambios. Tres enfoques que usted puede adoptar para ayudarse a identificar estas nuevas oportunidades de negocios son:

-Apoyarse en su conocimiento personal, capacidades y experiencias de vida.

-Buscar oportunidades de negocios en bases de datos;

-Considerar productos/mercados existentes desde perspectivas diferentes.

Admitámoslo: tener ideas no es tan difícil. Así que ¿qué nos hace suponer que haber tenido una idea significa haber tenido una buena idea de negocio? No es lo mismo una "idea" que "una idea de negocio". Esta diferencia a menudo se olvida. Nuestro primer objetivo será discernir si tenemos una "idea" o tenemos una "idea de negocio".

Tener una idea no es malo. Se puede hacer un gran hobby de esa idea, un hobby rentable, que incluso puede llegar a convertirse en un buen negocio con el tiempo. Pero si empezamos con una verdadera idea de negocio, mucho mejor. Por el contrario, no hay que despreciar ideas por el hecho de que no veamos cómo convertirlas en negocios. Ese es el trabajo que haremos después en el Plan de Negocio: planificar una empresa a partir de una idea. En este momento, lo importante es poder describir qué idea hemos tenido y ser conscientes si hay un verdadero negocio detrás de esa idea o no.

Se requiere una buena dosis de creatividad para encontrar una idea que nos satisfaga y nos impulse a lanzarnos a la aventura de crear una empresa. Es evidente que no todos somos empresarios geniales, ni nos levantamos cada mañana con una idea capaz de revolucionar el planeta. Lo que nos toca entonces es buscar una idea, y es mejor hacerlo donde los demás ya han tenido éxito. Expertos en emprendimientos empresariales nos dicen que existe toda una serie de fuentes generadoras de ideas. Sin ser exhaustivos, entre estas fuentes de ideas podemos incluir:

-Detectar una necesidad.

-Detectar una carencia.

-Detectar una deficiencia.

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