APORIA EPISTEMÓLOGICA DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN LA ACTUALIDAD.

APORIA EPISTEMÓLOGICA DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN LA ACTUALIDAD.

La sociedad no es estática, evoluciona, con ella los docentes, encargados de preparar el tipo de hombre que esta requiera. Al igual que un médico del siglo xv seria obsoleto hoy en día, debería serlo un maestro. Según mis prácticas Educativas he notado que en su mayoría los estudiantes son indiferentes, desinteresados, poco críticos y reflexivos, sobre los problemas sociales y culturales de nuestro país, su comunidad y su “yo” agrandan los abismos de las diferencias culturales y políticas.

Dentro de esta línea, se evidencia un predominio por mantener lo conocido, lo tradicional y lo controlado, en el aula se reproducen las relaciones dominantes vigentes teniendo como actores a estudiantes y docentes que materializan esas relaciones en las prácticas pedagógicas de acuerdo con la organización del sistema educativo. Es decir que el alumno está imposibilitado para ejercitar su poder, la crítica social, hablar y sentirse responsable de lo que dice, por el miedo al castigo, a la represión, a mantenerse al margen de la historia, a desarrollar su lenguaje, a formar una identidad, a moverse en las fronteras culturales, a expandir su comprensión de entorno y participar en la vida pública democrática.

En la actualidad, se reconoce la importancia de las instituciones superiores formadoras de formadores sean pertinentes con la sociedad, por ello su horizonte debe estar enmarcado por el trabajo por competencias.

Motivo por el cual, las Instituciones deben concebirse como un espacio privilegiado de encuentro de todos los agentes educativos, sin distinción de ningún tipo, en donde coinciden los intereses, necesidades, expectativas, problemas y situaciones de orden personal, familiar, económico, político, académico y cultural; que esperan y requieren ser abordados de modo integral y que están enmarcados dentro de una propia dialéctica social.

En otras palabras, no puede concebirse entonces ningún sistema, modelo o institución educativa que no tenga en cuenta la naturaleza humana y su multiplicidad. No basta con programar una serie de conocimientos y un proceso de transmisión de saberes que pretendan desarrollar ciertas competencias y destrezas, en un proceso organizado, jerarquizado e íntimamente relacionado con una teoría que dé razón a la acción pedagógica misma; si ello no concibe la unicidad y singularidad de cada ser, que es sujeto y protagonista de su formación. Por lo tanto, es evidente y de gran importancia hacer que nuestros alumnos adopten un papel activo dentro de las instituciones, como críticos principales de los modelos educativos, de sus docentes, de los problemas y las sociales actuales. El docente debe comprender la importancia del análisis epistemológico en el proceso de construcción del conocimiento científico y del saber pedagógico. Cabe preguntar si, ¿preparan realmente las instituciones superiores a sus estudiantes en procesos de investigación? Y si en la actualidad la pedagogía es vista como una ciencia ¿dónde está el docente investigador?

Lo cual indica que en este escenario se requiere de la participación de

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