Abogado en el Siglo XXI ¿Por qué estudiar Derecho en el Siglo XXI?
Enviado por anmomafe0211 • 4 de Mayo de 2019 • Ensayo • 1.528 Palabras (7 Páginas) • 215 Visitas
Abogado en el Siglo XXI
¿Por qué estudiar Derecho en el Siglo XXI?
¿Por qué apostar por esta carrera, cuando todo esta cambiando a nuestro alrededor?
¿Por qué seguir creyendo en el Derecho, cuando existen libros que hablan sobre el fin de los abogados?
Escogí este tema porque cuando estaba en el proceso de escoger una carrera, me llegué a plantear esas preguntas. Para mi el escoger una carrera no fue del todo sencillo, nunca me llegué a analizar a mí misma, por consiguiente, estuve en un curso de orientación vocacional, después de haberme equivocado de carrera. El curso de orientación vocacional me hizo pensar en mis aptitudes y mis debilidades, en mis gustos y preferencias, siempre tuve el interés por Derecho, pero no me animaba por muchos factores, incluyendo las preguntas que hice al inicio, y que creo que muchos jóvenes pueden tener.
Es importante saber que la carrera de derecho es la tercera más demandada en México, según el Instituto Mexicano para la Competitividad. La aspiración de miles de jóvenes que egresan de la preparatoria es convertirse en abogados. (Carbonell, 2014)
El abogado tiene un papel muy importante en la sociedad, ayuda a las personas a solucionar sus problemas, lucha por las injusticias y promueve los derechos humanos.
“La función del abogado es tan necesaria en la vida de la sociedad como la del juez, de quien el abogado es colaborador” (Olaechea, 1878-1978, p. 30).
“La profesión legal está en un proceso de metamorfosis, y ante un cruce de caminos que suponen cambios importantes en sus formas organizativas y de trabajo” Según Nelson (como se citó en Rodríguez-Ávila, 2001).
Las personas más que nunca, ocupan profesionales del derecho que sean capaces de gestionar, prevenir, promover sus derechos e intereses.
En la actualidad, se ha estudiado como los contratadores prevalecen el perfil competencial y comercial, la motivación, los idiomas y conocimientos económicos, frente a la excelencia técnica y la formación solamente jurídica, no porque no sea importante, lo es, pero se considera un requisito. (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014)
“Los cambios de hábitos de compra y la tendencia a la baja en los honorarios no sólo son propios en el sector legal español sino también a nivel internacional” (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014, p. 95)
Se dice que:
“Está creciendo un mercado internacional que requiere de abogados que sepan adaptarse a diferentes entornos y comprender los aspectos sociales y políticos no sólo de un país si no de regiones geográficas” (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014, p. 94).
Existen muchos abogados, es cierto, la competitividad es indudable. Las ramas más saturadas son: derecho civil, penal, fiscal y laboral. Sin embargo, esto ocasionó que, al existir tanta oferta de profesionistas, la cotización de la asesoría jurídica decayera. Pero al mismo tiempo es espectacular que con la revolución de nuevas tecnologías, existan nuevas oportunidades de trabajo, y un panorama mucho más amplio que hace unos años. (Carbonell, 2015)
Estamos viviendo un gran cambio en la sociedad, con la revolución de las nuevas tecnologías, existe mucho campo de trabajo en materias como: derecho de la energía, derecho ecológico, derecho de la competencia económica, derecho informático, entre muchas otras. (Carbonell, 2014)
Anteriormente, bastaba con el hecho de tener el título de una licenciatura, hoy en día no es así, se requiere más, más preparación, títulos y conocimientos. (Carbonell, 2015)
Los despachos más competitivos son los que se han ido adaptado a la tecnología, la adaptación es una característica fundamental que se necesita en los profesionistas, nuestro mundo está en constante cambio, y no nos podemos permitir el quedarnos atrás.
Existen otras características como: gestión de conflictos, resolución de problemas, resiliencia, organización, flexibilidad, comunicación y trabajo en equipo que son primordiales en el abogado. (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014).
La mayor parte de mi vida he escuchado que los idiomas abren muchas puertas, vivimos en un mundo globalizado, donde todos nos conectamos con todos, y es imprescindible para adquirir nuevas oportunidades en la vida.
El inglés se espera que ya se tenga dominado, y lo que sigue es aprender otros idiomas que sean de tu interés.
“Se pide a las universidades que refuercen el desarrollo de competencias, los conocimientos económicos financieros, el enfoque práctico, la gestión de conflictos y los idiomas” (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014, p. 107).
El perfil del abogado tradicional solía ser: centrado en el conocimiento, priorizar la perfección técnica a la necesidad resolutiva de la empresa, poca empatía, poca competencia a la hora de comunicarse, no estratégico, poca visión empresarial, no saber trabajar en equipo, no saber negociar, no utilizar la tecnología.
Sin embargo, las cosas han cambiado, el perfil del abogado del Siglo XXI es: centrado en el desarrollo y orientación del cliente, con conocimientos de gestión y empresariales, saber trabajar en equipo, estrategia, responder a la velocidad del negocio de su cliente, hacer uso de la tecnología, el inglés como idioma de trabajo. (Enzler-Fandos, Navarro-Segura, 2014, p. 108)
“El abogado es necesario en la sociedad y su presencia es más indispensable en la medida en que la sociedad es cada vez más compleja, en que las relaciones entre los hombres son más numerosas e intensas. Los abogados no van a desaparecer” (Olaechea, 1878-1978, p. 34).
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