Actividades para la conservación de los altares en Мéxico
Enviado por hugohdez • 5 de Octubre de 2014 • Trabajo • 1.526 Palabras (7 Páginas) • 150 Visitas
Por: Pablo Torres Soria
Esta breve información es con el fin de dar a conocer que los retablos dorados coloniales construidos durante los siglos XVI, XVII y XVIII, están hechos con madera entallada que forma la parte anterior decorativa frente al espectador y de toda una estructura de sostén de madera que forma el soporte de la parte superior.
Al mismo tiempo, esta nota tiene la intención de interesar para que, quienes puedan, colaboren en su conservación, ya que la mayoría de los retablos están siendo dañados por la polilla de la madera, al grado extremo de encontrar en algunas zonas sólo la lámina de oro, pues los insectos ya se comieron la madera.
Esta breve información es con el fin de dar a conocer que los retablos dorados coloniales construidos durante los siglos XVI, XVII y XVIII, están hechos con madera entallada que forma la parte anterior decorativa frente al espectador y de toda una estructura de sostén de madera que forma el soporte de la parte superior. Al mismo tiempo, este artículo tiene la intención de interesar para que, quienes puedan, colaboren en su conservación, ya que la mayoría de los retablos están siendo dañados por la polilla de la madera, al grado extremo de encontrar en algunas zonas sólo la lámina de oro, pues los insectos ya se comieron la madera.
La mayoría de las iglesias construidas durante los años de 1540 a 1790 están, en su interior, ricamente decoradas con retablos mexicanos de madera que pueden ser un altar principal, ubicado al fondo del presbiterio, retablos colaterales adosados a los muros de los cruceros de la nave principal y laterales adosados a los muros de los lados de la nave principal. En ellos se pueden apreciar los siguientes cuatro estilos: Plateresco, Barroco Estípite o Churrigueresco, Barroco Salomónico y Ultra Barroco o Anástilo (Shroeder et al 1968).
Qué son los retablos
Los retablos son el soporte de una serie de temas religiosos y se componen arquitectónicamente de dos partes; una anterior o frontal dividida en dos parte principales, una del lado izquierdo llamada del Evangelio y otra del lado derecho, la de la Epístola, cada una está compuesta por las siguientes partes: cuerpo, calles, entrecalles, basamento (predella) , zócalo, columnas, entabtamento, esculturas, pintura sobre tabla, óleos, frisos, frontón, nichos, bastidores y semipilastras (Herrerías, 1979). La parte frontal es la que queda expuesta a los fieles, la que realmente se ve y es contemplada por éstos y apreciada por los visitantes conocedores del Arte Colonial. La parte posterior es el soporte de los elementos de la parte anterior y generalmente está compuesta por postes, morillos, vigas, polines, tablones, tablas y bastidores que ensamblan entre sí de manera vertical y horizontal con el auxilio de elementos metálicos de sujeción y en algunos casos amarrados con cordeles de henequén. Las tablas y tablones unidos en sus cantos están reforzados o con lienzos de lino pegados con cola y cubiertos superficialmente con fibras de henequén, también pegadas con cola.
Después de haber realizado el Proyecto Nacional de Fumigación de Museos, Archivos y Bibliotecas del INAH, durante 1984-1994 y de haber efectuado la fumigación de algunos retablos solicitada por los patronatos de diversas ciudades y poblaciones a la Dirección de Restauración de esa institución, y también mediante el estudio anatómico de 40 muestras de madera proporcionadas por los Restauradores del Taller de Escultura Policromada de la Coordinación Nacional de Restauración deI Patrimonio Cultural para su identificación, el autor encontró que generalmente los soportes se construyeron con madera de coníferas (Pinus, Cupressus, Abies, Juniperus), a excepción de los de Ia Península de Yucatán, en los que además se utilizó madera de Angiospermas Dicotiledóneas (cedro rojo: Cedrela odorata L.).
Las plagas más frecuentes
La parte posterior de los altares principales generalmente está separada del muro, mientras que los colaterales y laterales están adosados a éste, generando con esta situación que en la mayoría de los casos no se Ies dé el mínimo mantenimiento y se les encuentre cubiertos de polvo acumulado durante muchos años y plagados por insectos xilófagos, tales como termes (polilla de Ia madera) y anóbidos conocidos como carcomas de la madera.
Estos insectos devoradores de la madera están distribuidos casi en toda la República Mexicana, pero con mayor frecuencia y abundancia en la Ciudad de México y en los estados de Chiapas, Campeche, Durango, Coahuila, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Querétaro y Zacatecas. Los termes habitan las techumbres de madera de los artesonados (techo adornado con artesones), techumbres de casa habitación, pisos de madera, marcos, puertas y ventanas, en maderos de muros y cimentaciones, de los inmuebles
...