Ambientación, una preocupación permanente
Enviado por carolandreea • 26 de Noviembre de 2015 • Trabajo • 1.352 Palabras (6 Páginas) • 134 Visitas
Ambientación, una preocupación permanente
(artículo tomado de la revista SER DOCENTE)
El Jardín de Infantes como Modelo Pedagógico Institucional se muestra como espejo de todo lo que allí se vive: lo actitudinal, lo curricular, lo metodológico, las normas legales, el ambiente.
Como dice Franco Frabboni en “La Educación del niño de 0 a 6 años” (Ed. Cincel), una institución tiene terrenos de encuentro para presentarse y mostrarse no como una utopía sino como parte de una realidad social. En estos terrenos se vislumbra una arquitectura social, cultural y metodológica.
En esta nota, cuya mirada está puesta en la ambientación del Jardín de Infantes, no podemos obviar ninguna de las tres arquitecturas, sin embargo ampliaremos el enfoque jerarquizando el ambiente que permite la creatividad, el crecimiento personal y grupal, el ejercicio de una vida democrática, la participación de todos. Ambiente que debe garantizar el “saber ver, sentir e interpretar el mundo”, desde el respeto por las historias individuales, las formas de organización, las pautas culturales del afuera, mostrando coherencia en el hacer y el modelo cultural de la escuela y la comunidad; única forma de terminar con: “la escuela es una cosa y la vida es otra”.
Surge con fuerza y convicción la necesidad de que cada establecimiento construya su propio proyecto educativo, se autogestione, situándose en la comunidad de pertenencia, mostrando su arquitectura social. Cuando pensamos en el nivel inicial, en la ambientación de la institución y de cada sala en particular, pensamos en la función que debe cumplir el jardín de infantes en el nivel educativo y en las distintas formas que tiene de mostrarse sumando el afuera y el adentro.
Dividiremos la nota en dos partes.
En la primera nos ocuparemos de todo lo que representa el espacio común, aquel que Fraboni llama de intersección, y también el que permite, al que entra por primera vez a un jardín, ver y advertir cómo es la forma de comunicar, de invitar, de establecer pautas, de mostrar la cultura antropológica: la suma de lo que las pautas culturales han construido alrededor de cada establecimiento.
La segunda parte estará dedicado a la sala, el espacio propio de cada grupo y a los sectores de ese espacio, aquel que muestra la vida de los grupos, la red de historias personales, gustos, deberes y derechos.
Ambientación es la adecuación del ámbito físico a las necesidades de quienes lo habitan. Esto involucra la organización del espacio, que se hará presente desde la forma de compartimentarlo, señalizarlo e iluminarlo y también estará en los materiales, objetos, muebles y todos los elementos que lo muestren como espacio de vida.
1. Quisiéramos poner la mirada en este espacio verdaderamente estimulador de nuevos aprendizajes y más cuando sabemos que éste está conectado con el espacio exterior.
Todos los espacios deben convertirse en espacios pedagógicos, por lo tanto todos deben ser tenidos en cuenta.
Los de uso común, con las decoraciones que habrán realizado las docentes, pensando que son para los niños, estarán puestos seguramente al alcance de sus ojos (más bajas que las que acostumbramos a ver). Habrá otras que cumplirán la función de estar esperando a los niño/as para ser diseñadas con ellos, con elementos para completar.
Al pensar en estas carteleras, murales, tapices, debernos tener en cuenta que son propiciatorias de aprendizajes, por lo que evitaremos continuar fomentando el animismo infantil y la confusión. El árbol no tendrá boca y ojos en su tronco; puede tener distintas formas de raíces, hojas, ramas que desarrollen la imaginación y la fantasía al combinar colores y tener tramas distintas. EL otro dibujo (tan utilizado) sólo lo confundirá; recordemos lo que pasa cuando en el momento del aprendizaje formal le decimos que la boca es la raíz.
Al realizar las carteleras, trataremos de analizar las líneas que distinguen las cosas, para ir poco a poco marcando las características que cada objeto, animal o persona tienen. Los ojos del oso, el tigre y el ratón son totalmente diferentes y el análisis de la diferencia permitirá conocer mucho de cada uno de ellos. En estos espacios que llamamos de uso común, se encuentran aquellos que poseen usos específicos, en los que también encontramos la mano del adulto que enmarca y embellece.
Toda esta ambientación nos muestra un lenguaje visual. La conexión con el mundo exterior hace que este lenguaje sea más universal; es el lenguaje que el niño/a encontrará en el supermercado, aeropuerto, estación de trenes, calles, bibliotecas, etc; esa información rápida, con pocas líneas en las que se destaca el concepto principal. Ir acercando a la escuela a este lenguaje de señalización es acercarnos a lo que en la vida cotidiana el niño va a ver, es conectar el espacio exterior con el de la escuela.
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