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Antecedentes Históricos Del Trabajo Social En Grupo


Enviado por   •  30 de Agosto de 2012  •  2.318 Palabras (10 Páginas)  •  2.918 Visitas

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL TRABAJO SOCIAL EN GRUPO

SOCIEDAD ACTUAL Y CAMBIO SOCIAL

Un análisis estructural de la sociedad implica percibirla como compuesta de partes relacionadas entre si. Los cambios sociales producidos desde fines del siglo pasado han modificado esa estructura a ritmos no acordes, produciendo un estado de desequilibrio que llamamos anomia. Este concepto surge sociológicamente de Emilio Durkheim en 1893. Equivalió a falta de normas como resultado del desajuste en el conflicto entre trabajo y capital. Cuatro años más tarde, el mismo autor determinada que la anomia es una propiedad de la estructura sociocultural. Durkheim se detuvo en el aspecto objetivo de la anomia. El industrialismo creciente traía concomitantemente una desorganización social. Mclver reconoció el aspecto psicológico de la anomia, afirmando que “es un estado de ánimo en que está roto o mortalmente debilitado el sentido de cohesión del individuo”. La anomia se vincula en este concepto con la acción electiva de metas y medios, en conflicto con la acción prescripta por la sociedad.

Si en toda sociedad existen fines, propósitos e intereses culturalmente definidos, propuestos como objetivos a todos sus miembros (aspiraciones a lograr) y controles que aseguran formas aceptables de alcanzarlos, la realidad muestra hoy la carencia de marcos referenciales de aspiraciones y de normas que aseguren el control social, reemplazando a las antiguas y caducas pero aún vigentes. Las normas internalizadas resultan aplicables frente a situaciones, actitudes, motivaciones y expectaciones que se han modificado. La conducta anómala o desviada surge así “como un síntoma de disociación entre las aspiraciones culturalmente prescriptas y los caminos socialmente estructurales para llegar a dichas aspiraciones”, al decir de Merton. Efecto de ella son la inestabilidad , desorientación y desmoralización, síntomas a través de los cuales vivenciamos la situación de anomia. Hemos hecho culto de la necesidad de mantener objetivos elevados. Sancionamos al que baja su nivel de aspiraciones.

La ruptura del marco referencial tradicional, la modificación en las estructuras ocupacionales, la creciente urbanización e industrialización, la transformación y pase de los grupos primarios a secundarios, la inestabilidad económica y política, el incremento de las comunicaciones materiales en contraste con las disminución en la comunicación humana son síntomas de esta época de transición, a la que el hombre se adapta con conductas divergentes entre sí. Merton determina cinco tipos, a saber: conformidad, logrando una estabilidad al ajustarse a las metas prescriptas por la sociedad y a los medios institucionalizados; marginación, abandonando metas y normas, lo que hace que los individuos estén en la sociedad pero no participen en ella, retraídos por la apatía, la impotencia, el resentimiento, la envidia y el odio; innovación, dando por resultado la creación de nuevas normas institucionalizadas de conducta, más adaptativas al medio cambiante; ritualismo, no arriesgando, repitiendo esquemas que dan seguridad aunque estén caducos; rebelión, entrando en abierto conflicto y lucha con las metas y normas prescriptas. Si la adolescencia fue siempre una subcultura, hoy más que nunca asume esa característica y se ubica en la rebelión y la innovación, replanteando una nueva sociedad. Los Beatles asumieron el liderazgo psicológico de esa rebelión. Más que como conjunto de jazz moderno, debe vérselos como un fenómeno psicosociológico que refleja nuestra época.

El cambio tiene como rasgo su carácter de asincrónico. Se produce con diferente velocidad y en distintos niveles de la sociedad, originando el retraso cultural de muchos sectores de la población y coexistencia de zonas pobres y zonas ricas. En todas las sociedades existen conservadores del viejo orden, rechazantes de las innovaciones que implica todo cambio, ritualistas temerosos de asumir riesgos y compromisos. ¨El abrirse al cambio –dice Mannheim- le es permisible únicamente a la persona que en verdad se siente segura y por lo tanto no teme perder ni posición social ni individualidad¨. Estar seguro de sí mismo, es posibilitar el aprendizaje de lo nuevo y ajustarse al cambio. La mejor muestra de que las viejas estructuras pueden cambiar, la ha dado la Iglesia Católica, a partir de Juan XXIII y Pablo VI.

SOCIEDAD Y CULTURA DE MASAS.

Ortega y Gasset anunció en 1926 la aparición de las masas en el escenario social, para desempeñar una función dominante en la vida pública.

Llamamos masa a un agrupamiento colectivo de personas, de extracción social heterogénea, ubicada psicológicamente en situación pasiva y receptiva. Una sociedad de masas está caracterizada por los contactos funcionales entre sus integrantes, el máximo de anonimato y aislamiento íntimo, la escasa diferenciación de clases y la pérdida de identidad o atonía social. El integrante de esta sociedad está alienado, movido desde afuera, sin decisiones propias, manejado por le rumor, los slogans y la propaganda. Su actitud es de desconfianza al vecino, al gobierno, al país.

Ciertas dictaduras provocaron en Latinoamérica una sociedad urbana masificada, creando grandes sectores marginales de población, producto de inmigraciones y migraciones cuya acomodación al proceso integratorio del desarrollo no hizo más que aumentar el conflicto y la crisis. Se acentuó la aceptación de la masa halagándola demagógicamente, sin instrumentarla para que asumiera racionalmente el poder. El cambio pudo ser positivo, pero omitió la preparación preliminar que implica todo cambio radical. Frente a la sociedad de masas surgen actitudes de aceptación, como la que se dio en nuestro país por un determinado sector que en este caso era político; de desprecio, resguardándose de ella en élites o sociedades vanguardistas; de evasión, proclamando un retorno a la sociedad Folk; y de compulsión, atacando ya para mantenerla, ya para destruirla. La inseguridad de una sociedad de masas se traduce en ansiedad (no saber qué va a pasar), frustración, miedo (¨no te metas¨), agresión de grupos rebeldes, neurosis. Para Paul Meadows ¨la sociedad de masas ha sido el producto de cuatro tecnologías principales: la industrial, que dio por resultado una nueva organización humana de producción: el industrialismo; la política, que llevó al sistema Nación-Estado; la urbanización, que creó una nueva forma de organización social: la sociedad urbana; y la comunicación a través de las masas, lo que ha dado forma a una nueva organización de intereses humanos.

Si el ascenso de las masas al poder constituye sin duda el fenómeno social de nuestra época, no lo es menos el ascenso de

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