Análisis Institucional

Nos posicionaremos desde el principio en el individuo como histórico social, en un sujeto histórico social con sus valores, sus normas y sus saberes adecuados a la época. Pensamos al hombre como permanente creador de instituciones que a su vez crean sociedad. Crea formas de organización para ese momento histórico en particular.

Sostenemos que la subjetividad es histórica, es social y también tiene inscripciones políticas. Citando a Foucault: “el sujeto se constituye en el entrecruzamiento de tres tipos de relaciones: relaciones de producción (económicas), relaciones de significación (relaciones con la cultura) y relaciones de poder.”

Teniendo en cuenta lo anterior, nos proponemos desmarcarnos de los campos disciplinarios y no dar por sentada una naturalidad, sino desnaturalizar los saberes. Sostener ese campo de tensión del cual nos habla Ana María Fernández. Interrogar los saberes constituidos, las verdades inamovibles.

Las instituciones nos interesan porque producen subjetividad, producen el tipo subjetivo. En las instituciones nosotros nos construimos como sujetos históricos-sociales.

Vamos a “hacer hablar” a la institución por medio de sus analizadores; deconstruyendo partiendo de su singularidad para universalizarla. Tendremos en cuenta la emergencia histórica, por qué y para qué surge esta institución. La coyuntura en la que nuestra institución elegida está inmersa: el capitalismo, el consumo, y cómo en relación a esto se produjeron nuevas significaciones sociales.

La elucidación crítica de Castoriadis, nos parece una herramienta importante para nuestro recorrido: es la forma en que los hombres intentan saber qué piensan y pensar qué hacen, porque existe la tendencia a naturalizar pensamientos, (cuestionando la existencia de verdades absolutas), junto con la de-construcción de Derrida y el análisis genealógico de Foucault son herramientas útiles para el campo de la subjetividad, con ellas podemos operar críticamente abriendo visibilidad y enuncibilidad en nuestro campo de observación, permitiendo nuevas teorizaciones, nos permite pensar con criterios multireferenciales y no multidisciplinarios.

Al considerar a las instituciones como productoras de subjetividad queremos decir que producen sentidos acerca de muchas cuestiones de la vida en relación con su existencia sociohitórica, no hay institución que exista por sí.

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