Aprender A Jugar

Aprender a jugar y aprender jugando

(Vicente Navarro Adelantado)

En la lectura nos dice que el estimular a los alumnos a que realicen las actividades que tenemos planeadas logra un aprendizaje más optimista en ellos, aplicarlos de la forma más adecuada acelera el proceso de aprendizaje. Por otro lado el juego ayuda a que el niño comprenda y adquiera un conjunto de procesos de la inteligencia. La percepción es la base de todo aprendizaje y con esta actúa la adaptación, la readaptación y la autonomía.

La continua ejercitación del juego constituye el motor que nos proporciona el acceso al conocimiento de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, así como a la configuración de nuestros órganos y sistemas de forma cohesionada. La didáctica tiene en el juego su principal arma, mediante la enseñanza de la búsqueda por problemas y con juegos, constituye el más perfecto diseño de actividades.

La sucesiva repetición de esfuerzos semejantes de forma aunada y la maduración de determinadas habilidades conducen a la mejora o la construcción de las cualidades físicas con tendencia a la diferenciación y a la automatización motriz. Mediante el juego se ah de canalizar la didáctica hacia una formación integral del individuo. De los estudios de Piaget podemos llegar a la conclusión de que la formación del pensamiento sigue un proceso evolutivo.

El juego pude educar muy variadas operaciones del pensamiento, la creatividad, la reversibilidad, las capacidades de asociar, transferir y discriminar, etc. El juego es un vehículo de conocimiento de la realidad, tanto del propio cuerpo como externo. Los mejores indicadores de la creatividad son la fluidez, la originalidad y la flexibilidad.

La naturaleza del juego entraña libertad, espontaneidad, placer, etc., pero debemos saber que estas características no siempre están presentes en las actividades. Además el juego debe ir acompañado por una metodología no directiva de modo que el alumno pueda tantear y proporcionar las respuestas que considere.

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