Barreras En La Practica Docente Normalista
Enviado por cindy • 15 de Septiembre de 2012 • 2.346 Palabras (10 Páginas) • 823 Visitas
BARRERAS EN LA PRÁCTICA DOCENTE NORMALISTA
Formación inicial de profesores
Escuela Normal “Antonio Martínez Atayde”
Licenciatura en Educación Primaria
Mazatlán, Sinaloa
• Barraza Peraza María de los Ángeles
• Barrón Manríquez Francisco Javier
Javibarron_211@hotmail.com
BARRERAS EN LA PRÁCTICA DOCENTE NORMALISTA
A lo largo de nuestra formación docente, se nos han proporcionado las herramientas básicas (conocimientos, actitudes y valores) para lograr un buen desempeño en nuestras prácticas docentes; vivir es aprender. Cada instante de la vida es una oportunidad para adquirir un nuevo conocimiento por ello nos lleva pensar que todo individuo es a la vez aprendiz y maestro. Hombre y mujer, por lo menos en algún momento de su existencia, ha tenido una necesidad de enseñar a otra persona algunos de los hechos, ideas, técnicas ó habilidades que en conjunto forman el conocimiento.
Lo antes mencionado fortalece que la educación ó enseñanza ya no es la mera presentación de un conocimiento por parte de un maestro con la finalidad de transmitirlo a sus alumnos para que éstos lo apliquen en un momento dado, sino como un medio para guiarlos acertadamente de tal manera que sean capaces de apropiarse de las experiencias necesarias para promover el óptimo desarrollo de su propio potencial; y se habla de una construcción eficaz (aprendizaje significativo) que persigue el máximo desarrollo, entonces la tarea del maestro también deberá realizarse dentro de un marco de excelencia.
Al hablar de excelencia ó buenos resultados durante la práctica educativa se nos ha señalado la gran importancia que tiene el maestro, reconociendo la relevancia que éste juega dentro del proceso y la participación tan activa que ha de desempeñar para lograr el objetivo antemencionado. La tarea del maestro es tan importante pues es precisamente éste el mediador entre el conocimiento y los alumnos, y puede resumirse simple y sencillamente en una sola: lograr que el alumno aprenda.
Pero, para lograr eso, sabemos que se necesita de mucho trabajo, pues se requiere de la existencia de diversos factores dentro de este fenómeno: una buena preparación, organización y desarrollo de las clases, aspecto que a su vez exige la elaboración anticipada de un plan de trabajo, plan de clases, cronograma de actividades, conocimientos de los contenidos, elaboración del material didáctico, conocimientos de la infraestructura escolar, contexto, los niños, la aplicación de competencias que nos ayuden a tomar mejores decisiones en determinadas situaciones, entre otros no menos importantes.
Es por ello que es preciso destacar en este punto que si hablamos de la importancia del docente dentro del ámbito educativo, necesariamente tenemos que hacer referencia al hecho de que para tener profesores competentes, tenemos que hablar de lo fundamental que resulta el proceso formativo de éstos, de nosotros como futuros profesionales de la educación.
Así pues, en materia de formación inicial docente, nosotros como estudiantes normalistas en el acercamiento a la práctica docente nos hemos dado cuenta que dentro del acto educativo, que a pesar de que se disponga de un maestro capacitado, de un grupo de alumnos deseosos de aprender y los elementos de apoyo indispensables, no siempre se presenta de una manera tan sencilla como pudiera creerse, ya que también habrá que considerar la presencia de ciertos factores adversos, cuyas repercusiones han dificultado la tarea que como educadoras hemos emprendido y que, claro está, a su vez han obstruido nuestra formación profesional. No obstante desde nuestra perspectiva logramos identificar los siguientes grandes grupos: factores naturales, del ámbito docente (tutorías), y factores correspondientes al estudiante normalista. Estos aspectos, se convierten en críticas limitantes que, de una y otra manera, afectan directamente nuestra formación y desarrollo profesional. A continuación, se describen cada uno de ellos.
FACTORES NATURALES.
Esta clasificación, hace referencia a aquellos factores a los que nos enfrentamos y que consideramos “naturales”, porque prácticamente siempre han existido dentro del proceso educativo, y creemos que actualmente se han agudizado en mayor medida, por lo que seguramente en un futuro seguirán estando presentes.
Uno de ellos es el referido a la mutación de valores existente dentro de nuestra sociedad y claro está, de la escuela. Esto queda demostrado por las manifiestas actitudes de tantos niños, para los que ante situaciones y actos que antes eran apreciados, hoy han dejado de serlos y quienes, incluso, llegan al grado de establecer su propio orden de valores.
La deficiencia de valores y la mala comunicación entre maestro y alumno, se manifiesta a través de la indisciplina que ciertos alumnos y alumnas llegan a presentar dentro del grupo y que pone a prueba al maestro en su intento por alcanzar y mantener el control de las clases, creando así un ambiente propicio para el aprendizaje.
Aunado a esto, tenemos que la disciplina y el proceso de enseñanza-aprendizaje son inseparables y toca al educador desempeñar el papel más importante y comprometido: encontrar el equilibrio perfecto entre la libertad de alumno y la autoridad que él mismo representa, de tal manera que esa autoridad no inhiba dicha libertad ni tampoco que esta última la anule.
El propósito de la disciplina es ético, la intención formativa de la enseñanza, en la disciplina se le ha asignado como misión la de construir una conciencia tanto individual cómo colectiva en el alumno, subordinándolo a normas y acciones cuyo cumplimiento tiene que ser considerado por éste como necesario, trabajando en el niño la autodisciplina.
Se podría decir que en la actualidad, se le considera la época de la indiferencia y el escepticismo. Tal parece que sólo reinan la intriga, la desconfianza, el desinterés, el egoísmo, la falta de imaginación y el desprecio por los ideales. También es muy común que las personas sientan muy poca ó ninguna responsabilidad por la consecuencia de sus errores y sean incapaces de percibir el bien en ella misma y en los demás, prefiriendo buscar un oculto motivo detrás de cada sentimiento o acción. Posiblemente todo esto se deba a una reacción contra el temor profundamente arraigado y las ansiedades de la vida moderna. Por esto es necesario que el maestro evite infectarse de este tipo de inferencia. El real obstáculo que podría surgir en ese momento es que hiciera suya la indiferencia de los demás.
Otro reto al que nos presentamos como practicantes, es que al momento de ir las escuelas, nos percatamos de que las características del edificio escolar no son las óptimas para el desarrollo del
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